Un PSG muy nervioso venció con lo justo a Leipzig y sigue con vida en la Champions

Gracias a un riguroso penal a Ángel Di María transformado por Neymar, París Saint-Germain se impuso a Leipzig, que mereció mejor suerte, por 1-0 en un partido que se presentaba como una final para los franceses, prácticamente eliminados de la Champions League en caso de no sumar 3 puntos.

A Di María le hicieron el penal, y Neymar lo convirtió en gol.
A Di María le hicieron el penal, y Neymar lo convirtió en gol.
@PSG

El triunfo pone la diferencia particular de goles a favor de los parisienses, que se jugarán el pase a octavos con los germanos en dos duelos a distancia en las dos jornadas restantes, con ambos ahora empatados a 6 puntos.

PSG viajará a Manchester para afrontar a un United antes de recibir al Basaksehir de Estambul en la última fecha, mientras que los germanos viajarán a Turquía antes de acoger a los ingleses.

La victoria francesa no ocultó los problemas que viene arrastrando PSG, con un juego errático, a expensas de los alemanes, a quienes les faltó calidad en el último gesto para sacar premio de su viaje a París.

El técnico de PSG, Thomas Tuchel, gana tiempo para rescatar la imagen de su equipo, que nada tiene que ver con el que hace tres meses disputó su primera final de la Champions League.

El entrenador germano no logra asentar el espíritu sensato de sus anteriores campañas a orillas del Sena, mientras una espada de Damocles parece pender sobre su cabeza.

En el duelo contra Leipzig, un cara o cruz, se vio superado por su compatriota Julian Nagelsmann, que impuso el tempo táctico, aunque no obtuvo la recompensa del gol.

El PSG no paró de temblar. La proximidad del precipicio, el de la eliminación prematura de la Champions, una desgracia que París no ha conocido desde que en 2011 Catar adquirió el club, convirtió al equipo en un manojo de nervios.

Ni siquiera se tranquilizó después de que el árbitro señalara a los 10 minutos un discutible penal de Sabitzer sobre Di María, que se fue al suelo en una internada por la derecha apenas notó la presencia a su espalda del defensa de Leipzig.

Neymar fue el encargado de transformar la pena máxima, su primer tanto esta temporada en Europa, un bálsamo que no aplacó la fiebre parisiense.

Fue todo lo que hizo en ataque PSG, resignado a partir de ese momento a los regates de Neymar y a las carreras de Mbappé, que prosiguió su racha negativa en Europa, donde encadena más de 600 minutos sin marcar, algo que no le pasaba desde hace casi un año.

El balón pasó a ser propiedad alemana y de la mano del español Dani Olmo el partido rondó una y otra vez el área de un inspirado Keylor Navas, que con un par de buenas intervenciones mantuvo a flote la nave francesa.

El exportero costarricense de Real Madrid intervino bien a un disparo lejano de Amadou Haidara en el minuto 38 y vio cómo se escapaba alta una volea de Forsberg tras un magnífico pase de Olmo.

Las ocasiones se sucedieron para los alemanes. La tuvo Forsberg a los 50, cuando rozó el poste izquierdo, y más tarde Nkunku y, posteriormente, Kluivert y Sorloth, que salieron para dar más mordiente al ataque.

Los fallos se sucedían mientras en el Parque de los Príncipes desierto resonaban desde la grada los gritos desesperados del joven Nagelsmann, incrédulo de ver a su equipo incapaz de lograr el empate ante un PSG que acabó pidiendo la hora.