Barça sobrevive al agobio del Frankfurt y asoma a Semifinales de la Europa League

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(Jordi Blanco, corresponsal) -- El Barça dejó para el Camp Nou la sentencia de una eliminatoria que se le puso muy cuesta arriba en Frankfurt, arrancando un empate (1-1) que puede considerarse estupendo atendiendo a lo mucho que llegó a sufrir frente a un Eintracht tan inferior en fútbol como incansable en entrega e intensidad, que no disfrutó de muchas ocasiones claras pero le llegó a poner de los nervios con sus transiciones.

Durante una hora larga padeció el Barça el síndrome del favorito incrédulo, atropellado en muchas ocasiones por la rapidez y convencimiento de un rival que jugaba su partido del año. Y cuyo guión no cambió hasta la entrada de Frenkie de Jong, soberbio en la jugada del empate, y Dembélé. Después ya fue otra historia... Pero el padecimiento anterior fue tan cierto que costará de olvidar.

Avisó Xavi en la previa, y lo repitió de manera insistente, que era trascendental, más que nunca, tener el control del juego, minimizar riesgos y atender, de manera especial, las rápidas transiciones del Eintracht. Presentó al equipo alemán como "muy fuerte", físico e intenso... Y todas sus predicciones se cumplieron a rajatabla porque el conjunto de Oliver Glasner sometió al Barça a un tormento a base de intensidad a la que les costó, y no poco, acostumbrarse a sus jugadores.

Si a los tres minutos rozó el travesaño un disparo envenenado de Ferran, la respuesta congeló el ánimo azulgrana apenas tres minutos después, cuando en una contra soberbia el Eintracht necesitó apenas tres pases y una velocidad supersónica antes de que Sow, llegando solo al área y en posición inmejorable, rematase desviado. El aviso estaba ahí, pero no pareció ser suficiente para un Barcelona a cada momento más incómodo.

Agobiado Busquets, perdido Gavi y sin encontrar a Pedri, a medida que pasaba el tiempo aumentaba la sensación de descontrol por parte del Barça y de comodidad de un Eintracht que sabiéndose inferior en fútbol se bastaba con el orden en defensa y en buscar correr, correr como búfalos por las bandas para hacerse notar.

Pocas veces en los últimos tres meses, quizá ninguna, se encontró el equipo de Xavi un partido tan incómodo como este de Frankfurt. Inasequibles al cansancio, como si tuvieran un motor en las piernas, los jugadores del Eintracht entendieron a la perfección cómo hacerle daño, con una defensa de hasta cinco hombres que no dejaban espacios... Y una rapidez endiablada a la que recuperaban el balón, que en no pocas ocasiones sorprendían, roto por el medio, al Barça.

Alcanzó el descanso con apenas otro disparo de Aubameyang que se estrelló en la parte exterior de la red y agradeciendo que el VAR negase el penalti que había señalado el árbitro de Busquets a Borré. Y esperando que la segunda mitad fuera otra historia...

GOLPE Y REACCIÓN

Pero lejos de encontrar soluciones en el vestuario, todo lo que pudo trasladar Xavi a los jugadores saltó por los aires en un abrir y cerrar de ojos. Cumplidos dos minutos de la reanudación, un rechace corto a un corner dejó el balón en la frontal del área sin que nadie estuviera atento a la presencia de Knauff, que soltó un obús magnífico al que no pudo responder Ter Stegen.

El 1-0 cayó como una losa y provocó minutos de desconcierto en un Barça incrédulo ante lo que le estaba sucediendo... Y llevó a Xavi a dar con la tecla necesaria. Doble cambio a los 62 minutos con la entrada de Frenkie de Jong y Dembélé por Gavi y Adama y empate apenas cuatro minutos después, con una combinación del holandés con Ferran que el valenciano resolvió con un excelente disparo raso y cruzado.

Del infierno a la calma en un abrir y cerrar de ojos, el empate cambió el ánimo del Barça y aunque no rebajó la intensidad, sí provocó un cortocircuito en el plan del Eintracht, cuyo nervio y rapidez ya no encontraba tan descolocado al equipo de Xavi.

El desemboque del partido ya tuvo otro sabor, notando el equipo germano el esfuerzo y llegando sin la misma fortaleza que en aquella primera hora de juego en que se atrevió a discutirle al Barça su condición de candidato.

La solución se verá en una semana en el Camp Nou. Y aunque el Barça es favorito... Está avisado.