Lo sigue teniendo de hijo

GOTEMBURGO (EFE) -- Un destello de clase de Zlatan Ibrahimovic fue suficiente para que Suecia derrotara a Inglaterra y mantuviera una racha favorable de 36 años sin perder contra el conjunto británico, con cuatro victorias y siete empates en los últimos once partidos.

El jugador del Ajax, el hombre con más clase en el campo, demostró por qué es uno de los delanteros más codiciados del fútbol europeo: transformó en gol un correcto centro de Kaellstrom al rematar de tacón a las mallas en posición inverosímil y con los dos centrales ingleses encima.

El gol premió en exceso a un conjunto que sólo fue superior a partir del 1-0, pero que únicamente con mucha fortuna pudo llegar al descanso sin el marcador en contra.

El conjunto de Sven Goeran Eriksson -pese a las bajas de Beckham, Scholes, Owen y Ferdinand, entre otros-, fue mejor en la primera parte, superó a su rival en todas las líneas y tuvo hasta cuatro ocasiones clarísimas para marcar, incluidos dos tiros al palo.

Sobria en defensa, con un centro de campo dinámico, dirigida por Gerrard, que estrenaba capitanía, Inglaterra -incluida alguna sorpresa en su alineación- se sobrepuso a la temprana lesión de Vassel y tocó con mucho más criterio frente a un conjunto sueco que mostró un repertorio de imprecisiones y balonazos sin sentido.

Tras una jugada inicial de Ibrahimovic, que la defensa envió a saque de esquina, todas las ocasiones fueron inglesas.

El joven Wayne Rooney -uno de los mejores por Inglaterra- mandó al palo un remate en semifallo de Defoe a los 13 minutos y, doce después, Hargreaves hizo olvidar a Beckham con un sobresaliente lanzamiento de falta desde 25 metros que se estrelló en el larguero.

El centrocampista del Bayern de Munich tuvo, poco después, otra gran ocasión que Isaksson desbarató con una gran parada, y de nuevo el portero local salvó el 0-1 en un mano a mano con Rooney.

La segunda parte comenzó igual, con una brillante jugada de Defoe que Kihlstedt, sustituto de Isaksson, desvió a córner: ahí se acabó Inglaterra, que salió perdiendo claramente con el carrusel de cambios habitual en los partidos amistosos.

A Suecia, que apuntaba una mejoría, le bastó una genialidad de Ibrahimovic para adelantarse.

Con eso y la pujanza de Kaelsstrom, un centrocampista con mucha llegada, y el resto de la línea de medios fue suficiente para controlar a un rival sin apenas reacción.

Kaellstrom, por dos veces, y Wilhelmsson, rozaron un segundo gol que hubiera colocado un marcador exagerado.

En el descuento, Joe Cole, sin marca, tuvo en su bota derecha el empate, en un remate dentro del área, pero lo lanzó fuera, para júbilo de la hinchada local y desgracia de un conjunto al que sólo el maleficio que parece perseguirle contra Suecia lo apartó de un mejor resultado.