Brasil goleó a Costa de Marfil y está en octavos de final

JOHANNESBURGO -- La noche en que Kaká y Luis Fabiano despertaron. La selección brasileña selló su pasaporte para los octavos de final del Mundial y no necesitó mucho para confirmar su condición de favorito: golear sin apuros por 3-1 a Costa de Marfil en un partido que por momentos pareció jugarse en cámara lenta.

La clasificación la obtuvo a falta del partido con Portugal que cerrará su campaña en el Grupo G. El cotejo tuvo, sin embargo, un elevado costo, pues Elano, quien marcó su segundo gol, salió lesionado con un mal pronóstico, y Kaká, quien mostró algo de su pirotecnia, resultó expulsado.

Apenas algunos chispazos surgieron del estadio Soccer City, de Johannesburgo, para calentar un partido que por largos minutos arrojó sombras, y que presentó a un goleador verdadero, Luis Fabiano, quien volvió del frío con un doblete y terminó consagrado como la figura.

El primero nació en un contragolpe empujado por Robinho, que descompuso la figura marfileña de cuatro hombres en la retaguardia y cinco en la mitad. Luis Fabiano se mandó un gran pase de taco a Kaká, el del Real Madrid dejó a Didier Zokora en el piso, avanzó y cedió el balón a Luis Fabiano entre Siaka Tiene y Kolo Toure.

El cronómetro marcaba 24 minutos y el jugador del Sevilla, con la eficacia de un 'Killer', remató de derecha sobre la cabeza de Boubacar Barry para clavar el balón bajo la escuadra izquierda.

Cuando apenas despegaba el segundo tiempo, a los 50 minutos, Luis Fabiano se internó en el área para buscarse solo la vida. ¡Y de qué forma! Con dos enormes sombreros y el hábil auxilio de su brazo (el árbitro no osbervó la infracciópn), Luis Fabiano se deshizo de Zokora.

La clasificación quedó entonces servida para el equipo verdeamarillo, que no convenció en el debut con triunfo por 2-1 sobre Corea del Norte y tenía bajo sospecha a Kaká y Luis Fabiano.

Elano, el hombre que marcó el segundo de Brasil el pasado 15 de junio, repitió al coronar una brillante jugada individual de Kakál en un desplazamiento por la banda izquierda.

El del Real Madrid se llevó puesto a Kolo Toure y puso el balón en el centro del área, donde Elano lo recibió para apenas imprimirle un toque venenoso hacia el fondo de la red.

Pero minutos después, el versátil mediocampista tuvo que abandonar la cancha al recibir una fuerte planchazo de Yaya Toure.

La selección brasileña se hizo puntera absoluta en el Grupo G con dos victorias en igual número de salidas y Luis Fabiano puso fin a una sequía de goles en el equipo de Dunga que se remontaba a septiembre.

Brasil, que no ofreció mucho, tampoco puede sentirse mal en un Mundial casi sin emociones y generoso en decepciones procedentes de los grandes favoritos.

Es más, pudo darse por bien servido frente a un rival que, aún en desventaja, mantuvo a Didier Drogba como único punta definido en el frente de ataque y aún así hizo daño a la defensa.

A los 80 minutos, Yaya Touré levantó un centro desde la banda izquierda, el del Chelsea corrió desde atrás hasta la mitad del área y sin oposición cabeceó al fondo de la red de Julio César, que con sus compañeros apenas vieron congelados la maniobra.

Kaká, para quien se pronosticaba que no aguantaría jugar todo el encuentro, mostró arrestos para seguir en la cancha e incluso se ganó una tarjeta amarilla por protestar.

Fue el comienzo de una vendeta entre jugadores de ambos equipos pues, segundos después, a los 88, Kaká vio la roja al chocar con Kader Keita.

El partido terminó áspero, aunque ahora la máxima preocupación de Dunga quedó por cuenta del estado de salud de Elano y la ausencia obligada de Kaká.

Un párrafo aparte merece la muy floja tarea del árbitro francés Lannoy, quien, al no poner límites en el momento justo, terminó condicionando el juego y expulsando a Kaká de manera injusta.