Salvó la caída, no la reprobación

BERLÍN (EFE) -- Un gol de Lukas Podolski, a dos minutos del final, salvó a Alemania de despedirse de la fase de clasificación con una derrota ante Finlandia, que en todo caso no hubiera tenido repercusiones puesto que los alemanes llegaron al partido con el pase a Sudáfrica en el bolsillo y los fineses sin opciones de alcanzar la repesca.

Desde el comienzo se vio que, con la clasificación ya asegurada, a Alemania le faltaba la tensión y la concentración necesaria para un partido internacional, por lo que abordó el partido, que era sólo de trámite, como si se tratara de un amistoso.

El estadio lleno no pareció argumento para los alemanes, ni tampoco el intento del seleccionador Joachim Löw de aprovechar el partido para darle oportunidad a los jugadores suplentes sirvió para sacar a Alemania de una actitud excesivamente pasiva.

Alemania no disparó a la portería hasta el minuto 42 -un remate de media distancia de Thomas Hitlzperger- y eso dice mucho. Hasta ese momento, Finlandia ya iba por delante en el marcador, con gol marcado por Johansson en el minuto 11.

Finlandia, que tampoco se jugaba nada, salió en plan de quitarle ritmo al partido y eso contribuyó a que los alemanes cayeran en un increíble marasmo.

En la segunda parte, el ingreso de Mesut Özil le dio algún dinamismo a Alemania que generó algunas ocasiones, la más clara un cabezazo de Miroslav Klose, en el minuto 84, ante el que reaccionó Jääskelainen con una gran parada.

A dos minutos del final, vino la jugada del empate que fue más producto del azar que del buen juego.

Un remate de Heiko Westermann fue parado a medias por Jäaskelainen y después de una serie de jugadas enredadas el balón terminó en Podolski que definió a puerta vacía con un flojo remate de pierna derecha.

Al final, pese al empate, hubo otra vez una silbatina pero Alemania se salvó al menos de sufrir la tercera derrota de su historia en un partido de clasificación mundialista.