Galatasaray rescató un punto ante el Cluj

ESTAMBUL (EFE) -- El Galatasaray evitó la despedida definitiva de la UEFA Champions League que habría significado una derrota frente al Cluj, pero con dos ya en su casillero y un empate al llegar al ecuador de la primera fase, continúa último en el grupo H, mientras que el Cluj se sitúa segundo.

El gol que salvó el honor del equipo turco y equilibró el marcador llegó en el minuto 76, tras uno en contra que tuvo a los aurirrojos sufriendo durante la mayor parte del duelo.

El Cluj empezó fuerte, pero a los diez minutos, los turcos se organizaron y los tiros de Altintop, quien participó contra todo pronóstico tras haber superado una reciente lesión de cadera, pronto insuflaron moral a sus compañeros.

Y moral le hacía falta al Galatasaray, después de que en el minuto 18 marcasen su primer gol de toda la competición, lamentablemente para el equipo turco en contra. Un balón 'volador' del delantero rumano Kapetanos se encontró con el defensor Dani Nounkeu, pero el efecto rebote acabó con el cuero en la red turca.

A partir de ahí, menos un rato breve al final del primer tiempo, el balón ya no abandonaba la proximidad del arco rumano. Los del Cluj lo pasaron mal, reducido el equipo a 10 tras la expulsión, por doble amarilla, del uruguayo Matías Aguirregaray.

Del minuto 45 al 90, los turcos encadenaron ataque con ataque, con tanta intensidad que fue la pura insistencia la que superaba las artes del portero portugués Mário Felgueiras, quien defendía la portería rumana.

Fue en el minuto 76 cuando un tiro del extremo izquierdo marroquí Amrabat aterrizó, como tantas veces antes y después, en el denso zafarrancho ante la portería rumana, pero esta vez se encontró con la cabeza de Burak Yilmaz, que lo mandó a la red.

El milagro no se repitió, aunque los turcos ensayaron la misma posición una decena de veces más, y Mário Felgueiras volvió a pescar uno por uno los balones del aire.

En el aire había que jugar, ya que la persistente lluvia que encharcó el campo le puso cámara lenta al movimiento del balón sobre el césped, lo que desconcentraba más de un pase y asemejaba el juego más que a fútbol, a waterpolo y, al menor descuido, al esquí náutico.

Eso sí, nadie le puso remilgos: Melo se fue cojeando del campo en el minuto 10 para volver al rato, a Elmander le corrió la sangre por la frente en el minuto 21 y se lo tuvieron que llevar en camilla en el 41, al igual que a Rafael Bastos, el brasileño del Cluj, en el 72.