Más difícil de lo pensado

GUIMARAES (EFE) -- Italia y Dinamarca sellaron con un empate sin goles su debut en la Eurocopa en un partido que vio una nueva decepción del equipo nacional italiano ante uno mejor dispuesto, con un mayor criterio futbolístico y que tuvo más tiempo el balón en sus pies.

Se trata, además, del primer empate en los enfrentamientos entre ambas selecciones, pues hasta ahora se habían medido en diez ocasiones, con siete triunfos italianos y tres daneses.

El partido, desde luego, resultó decepcionante del lado italiano. Una selección que sigue sin tener rumbo, sin nadie que tome el bastón de mando en el centro del campo, y que se fía demasiado de su fortaleza defensiva y de algún toque genial de alguna de sus estrellas.

Pero, ante una Dinamarca que salió con la lección bien aprendida, a Italia sólo la funcionó la contención, pues sus estrellas, Francesco Totti, Alessandro Del Piero y Christian Vieri, estuvieron más ausentes que presentes y tampoco llegó la "chispa" de Antonio Cassano, en la media hora que jugó.

Los inicios del partido ya empezaron a sentar las premisas de lo que iba a ser: un equipo italiano sin criterio ante un rival danés que pronto hizo suyo el balón, que fue el único en intentar manejarlo y crear ocasiones de gol, y que buscó las bandas con Jorgensen, por la izquierda, y Rommedahl, por la derecha, para romper la firmeza defensiva transalpina.

Dinamarca estaba más sólida y brillante, movía más y mejor el esférico, y estaba más presente y cerca del área rival. Una zona decisiva que vio, en el minuto 6, la caída del milanista Tomasson tras una entrada de Cannavaro que el árbitro español Mejuto González resolvió con una tarjeta amarilla al danés por, a su juicio, dejarse caer, en una decisión protestada por los escandinavos.

A Italia le quemaba el balón, apenas lo tenía en su poder (a la media hora, 67 por ciento de posesión para Dinamarca) y, ante la ausencia de fantasía y creación, tan sólo buscaba a Vieri con previsibles balones en largo, por encima de su centro del campo, para tratar de sorprender a la defensa danesa, en la que el ex milanista Laursen estuvo brillante.

Italia se limitaba a contener fiándose de su firmeza defensiva (Nesta estuvo excelente en el corte) para robar y lanzar el contragolpe. Y es que Del Piero tenía misiones más destructivas que constructivas y la gran estrella 'azzurra', Francesco Totti, estaba igual de ausente que sus compañeros.

Totti, para quien el técnico danés Morten Olsen ordenó un marcaje zonal, apenas intervenía y sólo se hizo notar -eso sí con, peligro-, en un excelente y potente lanzamiento directo lejano de falta que obligó al meta Sorensen a despejar a saque de esquina (m.12).

Cuatro minutos después del "cañonazo" de Totti, fue el interista Helveg el que puso en apuros al meta italiano Buffon. Y en el minuto 33 Dinamarca volvió a asustar con un lanzamiento de falta al que Tomasson no llegó en inmejorable posición.

No obstante, lo mejor de todo el primer tiempo llegó en sus instantes finales: el meta danés Sorensen (m.44) salvó a su equipo con dos manos prodigiosas seguidas a disparos a bocajarro de Del Piero y Totti; y, un minuto después, fue Buffon el que hizo lo propio a disparo raso de Jorgensen.

La segunda mitad vio rápido una ligera mejoría italiana, algo por otra parte nada difícil. Y, sobre todo, una excelente asistencia de Totti -ya jugando desde una posición más retrasada para eludir el marcaje- sobre Zambrotta, quien cruzó en exceso su disparo (m.53).

Cuatro minutos después, fue un remate de cabeza de Vieri el que obligó a Sorensen a una buena intervención. Una acción que dio paso a la salida del "bisonte" Gattuso por un desafortunado Cristiano Zanetti.

Giovanni Trapattoni, seleccionador italiano, apostaba por la fortaleza física y las dotes de infatigable correcaminos de Gattuso en lugar de las bonanzas creativas, por ejemplo, de Andrea Pirlo.

Eso sí, poco después, el técnico se jugó las bazas del chispeante Antonio Cassano (m.64), que sustituyó a un opaco Del Piero, que puso voluntad y poco más, y de Stefano Fiore (m.67), quien entró por un desatinado ítalo-argentino Mauro Germán Camoranesi. Las dos incorporaciones solicitadas por más de media Italia en las horas previas al partido.

Italia, ahora sí, presionaba y se volcaba sobre el rival. Pero Dinamarca no se descompuso, aunque, eso sí, su seleccionador reforzó su centro del campo con la entrada de Claus Jensen (m.69) y Kenneth Pérez, por Sand (m.69) y un fatigado Jorgensen (m.72).

Es más, fue el equipo danés el que más cerca estuvo de adelantarse en el marcador. Pero Buffon (m.75) estuvo providencial ante los disparos de Tomasson y de Rommedahl.

El último cuarto de hora fue más danés que italiano, pues está claro que pensar que Gattuso, pese a su voluntad, puede ser quien genere juego está en contra de toda lógica futbolística. Y, además, ni Totti ni Cassano aportaron algo.

Al final, un empate justo por ocasiones de gol, si bien fue Dinamarca la que se hizo merecedor a algo más. Italia, desde luego, no se mostró como el equipo que es dado favorito al triunfo final. Totti, tampoco como la estrella de la Eurocopa.