Pasaron apenas ocho días de ese fracaso histórico y el futbol mexicano ya firmó uno nuevo, esta vez cortesía de una supuesta “generación dorada” de jugadoras que conforman el Tri Femenil que, pese a disputar el Premundial en casa, cayó ante Jamaica y Haití, y siguiendo los pasos de los varones, tampoco irá al Mundial ni a la justa olímpica.
Vaya baño de realidad que se ha llevado el balompié azteca y toda su estructura diseñada para el fracaso deportivo que tiende a repetir una y otra vez.
No hay pretextos, nadie faltaba en la lista de Mónica Vergara, o al menos nadie que quisiera la entrenadora que relegó sin explicación alguna a Charlyn Corral con todo y su gran torneo en Pachuca. Estaban todas, las figuras de la Liga MX, las del extranjero, históricas como Kenti Robles, y por si fuera poco la justa tiene como sede Monterrey, así que por apoyo no pararon.
Sin embargo, en 180 minutos no fueron capaces de marcar un solo gol a selecciones como Jamaica y Haití, y a cambio se llevaron cuatro. Con la noticia de que les falta el juego ante Estados Unidos, esa sí, una potencia en el futbol femenil.
Las tremendas bofetadas que se ha llevado el futbol mexicano en los últimos ocho días parecen obligar a los dirigentes a replantearse muchas cosas; sin embargo, optan porque pase el tiempo para que la situación se vaya enfriando, se olvide de a poco y a final de cuentas todo siga igual.
Torrado, en su carácter de director de selecciones nacionales, solo prometió “analizar” lo sucedido con la Sub 20, aceptó que fue vergonzoso y un fracaso quedar fuera de dos competencias trascendentales cuando había cuatro boletos para el Mundial y dos para los Juegos Olímpicos, y nada más. ¿Alguna medida anunciada? Ninguna.
Han pasado ocho días y hoy todo es calma. No saben si anunciar una corredera y prescindir de un grupo de españoles que trabaja en selecciones menores, de Luis Pérez y compañía, o si de nueva cuenta se inventan otro proyecto para “rescatar” a los jóvenes y a las fuerzas básicas del país.
No hay certeza y por ende menos rumbo. Y si eso pasa con una selección varonil, ¿qué se podía esperar de la femenil?
Cierto, el panorama para ir a Juegos Olímpicos al existir un solo boleto en esta primera instancia del Premundial, y con Estados Unidos y Canadá en el camino, lucía complejo, pero con cuatro lugares para la Copa del Mundo y ni siquiera superar la fase de grupos, es un ridículo y fracaso rotundo.
Como suele suceder en estos casos, se buscan culpables y ahora los reflectores recaen en Mónica Vergara, quien desde luego tiene una alta dosis de responsabilidad, pero no es la única, las futbolistas que tanto progreso presumen, demostraron todas sus miserias ante dos selecciones que supuestamente iban a ser un “cheque al portador”.
Lo que sí debe cuestionarse y con dureza, son las declaraciones de la entrenadora tras el 0-3 frente a Haití, en las que habló de “resilencia”, de “un proceso de aprendizaje”, y de que estaba “orgullosa” de sus jugadoras al grado de que les diría que “no pasa absolutamente nada”.
Sí pasa y mucho, el balompié femenil se quedó fuera de un Mundial y de unos Juegos Olímpicos... ¿En qué cabeza cabe creer que es oportuno felicitar a las futbolistas y darles un mensaje de que todo está bien?
El fracaso no puede ni debe normalizarse y menos justificarse, y es exactamente lo que hizo Mónica Vergara, así que si no le cuesta su puesto el papelón en el Premundial, bien podría costarle por sus tristísimas palabras.
Así las cosas, un nuevo capítulo oscuro del futbol mexicano se escribió la noche del 7 de julio, esta vez con un representativo femenil como el protagonista… ¿Y qué va a pasar? Absolutamente nada, fracaso y futbol son parte ya de la ‘canasta básica’ del mexicano.
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