“Ruben, me voy… ya está…”. La voz baja de Paolo sorprendió al Mago Capria. El argentino, tal vez por una cuestión generacional, fue el encargado de recibir de boca del capitán de Peñarol, Paolo Montero, que el fútbol se había terminado para él.
Peñarol había perdido el Campeonato Uruguayo contra Danubio y el dolor era fuerte. El zaguero, de brillante carrera internacional en la Juventus de Italia, venía meditando el tema desde hacía un buen tiempo.
Paolo había llegado al Carbonero a mediados de 2006 procedente de San Lorenzo de Almagro. Una serie de lesiones le habían impedido tener continuidad y fueron determinantes para pegar la vuelta al pago.
Los hinchas aurinegros se ilusionaron con la vuelta de Paolo que se sumaba a un equipo que reunió a Alejandro Delorte, el Cacha Arévalo Ríos, el Betito Acosta y el Mago Ruben Capria como la frutilla de la torta.
Para colmo el equipo contaba con la vuelta en el banco con la vuelta de un ganador como Gregorio Pérez.
Aquel conjunto aurinegro goleó 4-1 en el clásico del Apertura y se encaminaba a ganar el torneo, pero en su camino se cruzó el Danubio de un joven llamado a entrar en la historia del fútbol mundial: Edinson Cavani.
En la última fecha la franja goleó a Peñarol 4-1 y Paolo abandonó la cancha lesionado a los 19 minutos de juego.
El Clausura se presentaba como una gran oportunidad. La pelea fue otra vez mano a mano con la franja. Peñarol ganó 1-0 en Jardines del Hipódromo con gol del Mago Capria y forzó una final por el referido torneo que, para Danubio, tenía doble significado ya que si ganaba se coronaba campeón anual por haber ganado el Apertura.
Los 90 minutos reglamentarios terminaron 1 a 1 por lo que se tuvo que recurrir a alargue y posteriormente penales para definir el ganador. La franja no falló y Paolo no se pudo retirar levantando la copa en el club de sus amores.
Después de aquel último partido llegó a su casa y le dijo a su señora que no quería jugar más. “Yo le dije a mi mujer, después del último partido con Danubio: 'No quiero jugar más, y punto'", reconoció en una nota con ESPN sobre aquel momento.
Sus compañeros intentaron hacerlo cambiar de opinión. Es que, a los pocos días de perder el torneo Peñarol debía afrontar la Liguilla. El técnico Gregorio Pérez intentó disuadirlo de abandonar el fútbol, pero no hubo forma. Paolo se mostró tan firme como cuando jugaba al más alto nivel en la Juventus y en la selección.
AQUEL PARTIDO DEL ADIÓS
17 de mayo de 2007
Estadio Centenario
Juez: Jorge Larrionda
Danubio: Néstor Conde; Damián Malrrechaufe, Jadson Viera, Sergio Rodríguez, Pablo Lima; Carlos Grossmüller (Marcel Román 79), Walter Gargano, Jorge García (Marco Vidal 'Tora' 75); Ignacio González; Eudalio Arriaga (Daley Mena 75) y Hamilton Ricard. Técnico: Gustavo Matosas
Peñarol: Juan Castillo; Gonzalo Lemes (Serafín García 96), Luiz Nunes, Paolo Montero, Diego Rodríguez; Egidio Arévalo Ríos, Julio Mozzo, Omar Pouso (José María Franco 93); Juan Manuel Ortiz (Sergio Pérez 61); Nicolás Vigneri y Silvio Mendes. Técnico: Gregorio Pérez
Goles: 65’ Arévalo Ríos (P) y 81’ Hamilton Ricard (D)
Nota: Danubio ganó 4-3 en la definición por penales y se coronó campeón uruguayo