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El debut de Leo Ramos: de la frase "Peñarol tiene que volver a ser Peñarol" a los hechos en el Franzini

Volvió el “perro callejero”. Se paró ante su grupo y tomó la palabra: “Cuando sos jugador de Peñarol no hay estreno. En todos los partidos hay que salir a buscar y ganar. Así que le pido estar ordenados y que se diviertan, vuelvan al potrero”. Los jugadores pegaron un alarido y salieron a la cancha.

El “perro callejero” Leo Ramos, como lo definió el expresidente Juan Pedro Damiani, paró en el Franzini ante Defensor Sporting un equipo con su impronta. De hecho, dijo que su estilo era distinto al de Mauricio Larriera.

“Tenemos una forma distinta de jugar a la de Mauri, que no es mejor ni peor, sino que quizás son opuestas en algunos aspectos”.

Y se vio en cancha. Primero con cambios de nombres: Busquets por Aguirregaray, Rak en lugar de Menosse, y arriba Viatri en sustitución de Bentancourt.

Y luego en estilos. Peñarol apeló a la tan criticada pelota larga buscando transiciones rápidas que le permitieran tomar mal parada a la defensa rival. Fue un equipo vertical, por momentos corto y agresivo, una palabra que aplica Ramos en todos sus equipos.

“Debemos inculcar de nuevo esa ambición por ganar, seguramente la tienen los jugadores, pero deben volver tenerla a flor de piel en el próximo partido. Peñarol tiene que volver a ser Peñarol, plantarse y que el rival sepa que enfrente tiene a un grande del fútbol”, dijo el técnico en su presentación. Un claro síntoma de lo que pretendía.

Eso va de la mano con el carácter que tuvo el equipo. Allí Ramos impuso su impronta. “Debemos lograr que el rival nos tenga mucho respeto”, había expresado.

Peñarol ganaba 2 a 0 en el Franzini y en el segundo tiempo Defensor Sporting logró igualar el juego. En otro momento, ese impacto generaba un desmoronamiento. Sin embargo, el equipo de Ramos no se dio por vencido y fue a pelear por la victoria.

A la hora de hablar de los errores, porque no todo fueron rosas, los goles recibidos fueron un claro síntoma. A Peñarol lo sorprendieron un par de veces en plena salida. El primer gol es un error perdiendo el balón cuando el equipo salía del fondo.

Y el empate de Defensor Sporting llegó de pelota quieta con un jugador que apareció en el área libre de marcas. Ramos declaró: “Cometimos errores en acciones de juego que son solucionables”.

Pero al margen de los errores, el equipo logró lo que necesitaba: ganar. Lo hizo con el estilo que pretendía su entrenador: con carácter y rebeldía.