En el libro ‘Las puertas de la memoria’ (Editorial Planeta), el Maestro Óscar Tabárez escribió un capítulo recordando la CONMEBOL Libertadores ganada en 1987 con Peñarol, en el que comentó ‘el vacío del campeón’ y afirmó: “Mi lugar en el mundo es la Selección Uruguaya. Y el de Diego Aguirre es Peñarol”.
En el tercer capítulo del libro, Tabárez repasó su año en Peñarol y primero destacó que el interés del Carbonero surgió mientras estaba enfocado en su trabajo al frente de la Selección Sub 20 de Uruguay, con la que se encontraba disputando el Sudamericano Sub 20 de Colombia.
Gente de Nacional llegó a contactar al Maestro, pero el DT respondió que no iba a hablar de su futuro mientras estuviera en disputa el certamen juvenil. E incluso José Pedro Damiani, presidente de Peñarol en aquel entonces, se acercó al hotel donde concentraba la Selección Sub 20 y le señaló a Tabárez que ‘cuando vaya a Montevideo, Peñarol lo va a estar esperando’.
La Celeste ganó el Grupo B de la primera fase del Sudamericano juvenil, pero en la fase final terminó en la cuarta posición y no logró clasificarse al Mundial de la categoría que se jugó en Chile (Colombia y Brasil fueron los equipos que lograron la clasificación).
Al regresar a Uruguay, Tabárez tuvo una particular reunión con Damiani y se concretó su arribo al Carbonero.
“Pienso que casi todos los entrenadores tenemos un lugar en el mundo, para mí se dio algo que nunca pensé que podía ocurrir: mi lugar en el mundo es la selección uruguaya. Y el de Diego Aguirre es Peñarol, por todo lo que ha vivido en el club”, expresó Tabárez en el libro citado.
Luego recordó el camino de Peñarol en la Libertadores, y en particular el crecimiento del nivel de Aguirre, quien en la final ante América de Cali marcó el agónico gol del triunfo al minuto 120, tanto que le dio al Carbonero la quinta Libertadores de su historia.
“A partir de ahí quedó claro que Peñarol era su lugar, y cada vez que volvió al club como entrenador, lo demostró”, afirmó Tabárez en la obra que tiene prólogo de Gerardo Caetano.
Además de recordar otras anécdotas con Damiani, una preciosa historia de empatía y compañerismo entre los jugadores Marcelo Rotti y el Zurdo Viera, y la final de la Copa Intercontinental bajo nieve ante Porto, Tabárez reflexionó en este capítulo sobre la sensación que queda luego de consagrarse campeón.
“Entonces, mi experiencia me ha demostrado que ser campeón es eso, también: la fugacidad del logro obtenido y la sensación de vacío que llega casi de inmediato, porque algo en lo que habíamos puesto tanto de nosotros mismos llegó a su final. (...) el camino es lo que verdaderamente se disfruta”, manifestó el ex entrenador de Peñarol, Boca Juniors, Cagliari y Milan, entre otros equipos. Esa última oración hace recordar la frase ‘El camino es la recompensa’ que él mismo pronunció tras lograr el cuarto puesto del Mundial de Sudáfrica 2010 con la Selección Uruguaya.
El capítulo ‘Peñarol y el vacío del campeón’ culmina con Tabárez rememorando su encuentro con el Tato Horacio López en el velorio del Contador Damiani.
Tabárez presentó su libro autobiográfico (sumamente recomendable por sus historias, anécdotas y reflexiones) el pasado 12 de junio en una ceremonia que contó con la presencia de varios ex jugadores que supo dirigir. Además, tanto Luis Suárez como Edinson Cavani, quienes no pudieron estar presentes, felicitaron al ex entrenador de la Celeste por este trabajo.
Según describe Editorial Planeta, ‘Las puertas de la memoria es tanto el relato en primera persona de alguien que ha marcado la historia reciente de la selección uruguaya como la memoria viva de un hombre que nunca olvidó sus orígenes’.