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Paolo Montero: "A Cavani le diría que vaya a Atlético de Madrid"

El exzaguero Paolo Montero en declaraciones a ‘Último al arco’ (Radio Sport 890 AM) comentó sobre el futuro de Edinson Cavani y del mercado global del fútbol, y también le contestó a Giorgio Chiellini, quien sostuvo en su biografía que Montero era un ‘rey de la noche’.

Conviviendo con su familia en Italia, el actual entrenador del Sambenedettese de la Serie C relató que el mercado del fútbol está muy quieto producto del coronavirus:

“No se ha movido nada, todo quieto; un poco se volvió a lo que sucedía en mi época, donde sólo había plata para los fenómenos, para un jugador bueno o normal será difícil si se quiere ir de un club. Por ejemplo, para Cavani sí habrá plata; se volvió a la década de 1990 donde sólo había dinero para los delanteros que marcaban la diferencia”.

A propósito de Edinson Cavani, cuyo futuro club aún debe definirse, Montero dijo que ante las propuestas de Inter de Milán y Atlético de Madrid éste sería su consejo: “Yo lo veo aventurero, le diría que haga otra experiencia en España, obvio que el Inter es el Inter, pero le diría ‘Andá y tirate en Atlético de Madrid y triunfá como lo hiciste en Italia y en Francia”.

Hace algunas semanas el defensor italiano Giorgio Chiellini publicó su biografía donde asegura que Montero es ‘otro de los que vivió la noche como un rey’ y que le solicitaron que se cuidara más.

El uruguayo respondió: “Me sorprendió que lo dijera. Si me divertí él tendría que haber dicho ‘Ojalá pudiera hacer lo que hiciste, jugar y divertirte’, porque hay que saber hacerlo también. Yo jugué, no es que estaba en el banco porque salí o no salí, si ves las estadísticas yo jugué, los hechos marcan, si me divertí o no es un problema mío”.

Sobre su época como futbolista también destacó la categoría del francés Zinedine Zidane, con quien coincidió cinco temporadas en Juventus: “Hacía lo más difícil del fútbol que es hacer lo sencillo. ¿Por qué los fenómenos hacen todo sencillo? Porque no tienen nada que demostrar, se sienten seguros de sí mismo”.

Y contó que en las prácticas de fútbol interno Zidane y el uruguayo Fabián O’Neil se elegían entre ellos y no perdían nunca, ‘se divertían como locos’.

Montero trabaja como entrenador de fútbol desde el 2013 y habiendo sido dirigido por César Luis Menotti en sus primeros años como jugador remarcó que del argentino le gustaría asimilar su sencillez a la hora de explicar para así lograr una rápida comunicación. Luego, también el arriesgar y el observar detenidamente a los zagueros:

“Hoy los centrales te definen cómo podés jugar, si son de buen pie y lectura podés jugar en la mitad de la cancha, si tienen coraje de jugar mano a mano o no, si tienen el coraje de tirar el achique, todo eso lo aprendí de Menotti y busco aplicarlo”.

Montero también comentó sobre el entrenador de la selección uruguaya de fútbol y sostuvo que si el maestro Óscar Tabarez ‘se siente fuerte, tiene que seguir porque tiene el respaldo de todo el plantel, que es lo más importante’.

Con respecto a una posible revancha dirigiendo a Peñarol (fue técnico interino por tres partidos en el 2014) dijo que lo ve como algo difícil: “Soy hincha, pero de mi parte lo veo lejano, tampoco me voy a hacer el Klopp o el Guardiola, es por una elección de vida que hoy estoy en Italia”.

Por último destacó que no se considera un ‘ganador clásico’: “Sos ganador clásico si jugás más de treinta partidos como Pacheco, Zalayeta, Gustavo Méndez, el Chengue Morales o mi padre; yo no me considero ni ahí ganador clásico si solamente jugué siete u ocho partidos”.

Una de las jugadas más recordadas en la escasa historia clásica de Montero es un amague de Bruno Fornaroli, que siendo muy joven pareció ‘sobrar’ al experiente zaguero en un Nacional Peñarol de 2007.

Montero rememoró: “Yo vengo de la escuela de mi viejo de que a los juveniles no hay que pegarles, en un córner le dije a Godín, a quien ya conocía de la selección, que se olvidara, que no le iba a pegar; incluso después de un tiempo que me había retirado conversaba mucho con Fornaroli porque vivía cerca de mi casa; además era un clásico de verano y en Nacional era todos juveniles, entonces tampoco había tanto estrés, incluso yo estaba jodido y jugué porque me pidió Gregorio (Pérez)”.