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El entrenador Julio Ribas, actualmente dirigiendo a la selección de Gibraltar, recordó al Peñarol de 1999 en el programa ‘Locos por el fútbol’ (Del Sol 99.5 FM). “Había muy buenos jugadores, pero hay que recordar también que en 1998 habían perdido todos los campeonatos, fue una situación muy dura, al año siguiente al ganar el quinquenio no se dio ningún campeonato para Peñarol”, comentó Ribas. En aquel plantel carbonero se destacaban Claudio Flores, Darío Rodríguez, Marcelo Romero, Rotundo, Cedrés, Bengoechea, Pacheco, Pandiani, Cancela, Martín García, entre otros. Sin embargo a principio del año el optimismo no reinaba en Los Aromos. “Cuando fui a Peñarol había una corriente muy grande de liquidar a todos los jugadores, con el pensamiento de que era un ciclo que había terminado”, recordó El Gladiador Ribas. Incluso el entrenador comentó que José Pedro Damiani le insinuó que había que cambiar drásticamente el plantel. Ribas sabía que era una prueba del entonces presidente de Peñarol y se afirmó en que llegaba a Peñarol para salir campeón con esos mismos jugadores que no habían podido levantar ninguna copa en 1998. “Yo estaba convencido de que no iba a Peñarol a sacar a nadie, fui con la mentalidad de salir campeón con la mayoría de los jugadores del ‘98, de los que tenían contrato no se fue ninguno, y sólo sumé a Josemir Lujambio y a Darío Rodríguez”, manifestó el técnico. Incluso rememoró que quiso incorporar a Alejandro Lembo, Diego Alonso, Guillermo Giacomazzi y Adrián Berbia pero que en ese momento Bella Vista pidió demasiado dinero por ellos. Así, con un plantel muy corto ‘pero con jugadores espectaculares’ Peñarol se consagró campeón uruguayo y superó en el Torneo Clausura la cantidad de goles convertidos por La máquina del ’49, legendario equipo carbonero. Ribas ratificó: “Fui en el peor momento de Peñarol, posterior a perder un campeonato luego de un quinquenio, cuando se abre la posibilidad al rival de comenzar su quinquenio, con la chance cierta de que se pierda una generación ganadora total; llegué en un momento tremendamente difícil. Yo fui a hacer mi trabajo y gracias a los jugadores lo pude hacer de manera excelente”. Los desafíos siempre han motivado al técnico y por eso por ejemplo no descarta dirigir a Nacional: “Mi pensamiento, y siempre fue así, es que yo voy a donde me quieran, el lugar de donde me quieran voy, a dónde sea; y al único lugar a dónde no voy es al lugar donde no me quieren”. “Siempre me he movido por pasión por el trabajo, por las oportunidades, he dejado a veces de lado la plata. Cuando fui a Bella Vista en 1997 no era por lo económico, era porque vi que era una oportunidad muy grande”. Esa misma razón lo llevó a aceptar dirigir a la selección de Gibraltar en 2018: “Vine a Gibraltar porque había un gran desafío, cuando me vinieron a buscar era la última selección en el ranking FIFA, no había ganado ni empatado ningún partido, y para mí realizar un trabajo en un fútbol que quería ser cada vez más profesional era un desafío. Tenía la convicción de que íbamos a hacer algo histórico, ganamos y salimos de la última posición, lo festejé como cuando gané cualquier campeonato, o más”. En octubre del 2018 Gibraltar ganó su primer partido oficial de su historia. Actualmente ocupa el lugar número 196 en el ranking FIFA (tiene 14 selecciones por debajo, incluso algunas de ellas pertenecientes a la UEFA). Consultado sobre cómo se lleva con la nueva tecnología, respondió que es imposible trabajar cinco años en Europa si no sabes de qué va la tecnología y sentenció: “¿Vieja guardia o nueva guardia? Hay una sola clase de entrenadores: los que tienen pasión, los que tratan de aprender todos los días, los que permanecen con los principios y valores más importantes pero transforman todo lo otro que se puede transformar”.
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