El ex zaguero y actual gerente deportivo Alejandro Lembo repasó los momentos más importantes de su carrera y opinó sobre la función gerencial en los clubes uruguayos en declaraciones al programa ‘Fútbol Centenario’ (1250 AM).
Comenzando su carrera en Bella Vista, Lembo llegó a Nacional en el 2000 y rápidamente obtuvo varios títulos, lo que se hizo costumbre en su paso por el tricolor: “En mi primer pasaje, ganamos los tres años y medio, fue muy lindo, obtuve un tricampeonato y en los últimos seis meses ganamos el Apertura y me fui, fue soñado”.
Tan habituales eran los títulos que los hinchas albos lo apodaron el ‘levanta copas’: “Ni soñás con eso, uno sueña con salir campeón y jugar en la selección pero ya que la gente tenga esos gestos contigo te llena de orgullo”, comentó Lembo.
Otra circunstancia inimaginable ocurrió a poco de incorporarse al tricolor: “Llego con 21 años a Nacional y me ponen de capitán, aparte quien me designó fue Hugo de León en una final con Peñarol; era como una responsabilidad muy grande, en sí es más confianza que responsabilidad en el momento que te lo dan, después con el tiempo te abstraes y decís ‘qué locura’ pero en el momento es una inyección anímica y un voto más de confianza que se te da”.
Lembo también destacó su vínculo con Danubio, donde jugó en baby fútbol e inferiores; su abuelo, Raúl Bentancor, además era un gran referente, por lo que siempre existió un vínculo emocional particular con el club de Jardines del Hipódromo.
En el 2007 pudo cumplir un sueño suyo y de su abuelo: “En la última temporada en el Betis me lesiono y necesitaba venir a Uruguay a recuperarme y volver a sentirme jugador, último día del período de pases surge la posibilidad y no lo dudé, si bien siempre quería volver a Nacional sabía que a mi abuelo le iba a hacer mucha ilusión”.
Luego de Danubio volvió a jugar en el fútbol europeo, esta vez defendiendo al Aris Salónica de Grecia. El ex zaguero comparó el fútbol griego y el español: “El griego es un fútbol muy parecido al uruguayo en el sentido de cómo se vive, eso me sorprendió porque en España era un fútbol más espectáculo, los hinchas más espectadores. Grecia es tremendo y en los dos equipos de la ciudad Aris y PAOK se vive el fútbol con mucha pasión”.
El ex futbolista que con Betis pudo proclamarse campeón de la Copa del Rey y jugar en una Champions League fue consultado si le quedó algo pendiente de su carrera como jugador: “Me quedaron muchas cosas para lograr sí. Pero pendiente no porque uno cuando hace todo, logra todo lo que puede lograr, dejé todo y me sacrifiqué por esta carrera, y al contrario hasta me siento más honrado por lo el fútbol que me dio. Los jugadores perdemos más de lo que ganamos”.
Luego de retirarse asumió como gerente deportivo de Nacional en 2013, función que ejerció hasta diciembre del 2018. Lembo comentó qué haría si se repitiese el ofrecimiento para ocupar ese cargo de parte del club tricolor: “Sin duda volvería a ser gerente, es un cargo que me apasiona que le dediqué mucho, que aprendí mucho, sé perfectamente lo que conlleva el cargo”.
Hoy desea que quienes toman las decisiones en el tricolor lo hagan de la mejor manera porque es hincha del club y ‘Nacional es una religión en casa, palabra sagrada’ en la casa del ex zaguero.
Con respecto a la gerencia deportiva en el contexto del fútbol charrúa sostuvo: “Es un cargo que no está totalmente profesionalizado en Uruguay” y cree que una de las claves para cumplir dicha función con total armonía en no tener como objetivo ser entrenador. Por ello Lembo no ha realizado el curso de director técnico:
“Creo que para mi puesto de gerente lo mejor que puedo tener es no ser entrenador; los gerentes terminan siendo entrenadores interinos cada vez que echan a un entrenador y un entrenador tiene que tener la tranquilidad de que el gerente solo quiere que le vaya bien. Eso es más sano y le da confianza al entrenador, que sepa que no va a estar compitiendo por el puesto y que no será el gerente quien asuma en el cargo en caso de que le vaya mal al técnico”.
Por último rememoró aquel sensacional Bella Vista de fines de siglo XX (“Éramos todos chiquilines, seis del plantel logramos estar en la selección mayor: Berbia, Giacomazzi, Pilipauskas, Darío Rodríguez, Diego Alonso y yo, algo inédito”) y comentó que en la actualidad estudia y analiza proyectos: “Si bien podemos estar alejados del fútbol permanentemente estamos en contacto, uno no termina de estar totalmente afuera, por el momento estoy analizando qué se puede hacer en el futuro”.