<
>

¿Quién es Cristian Olivera, la nueva figura que trae Peñarol?

La peleó desde la humildad. Vivía en el barrio Los Reyes donde dormía con dos hermanos en un cuarto. Escuchar disparos en la noche era cosa de todos los días. Su padre se la rebuscaba realizando changas para que nos les faltara nada. Se probó en Defensor Sporting donde recibió el golpe de no quedar en el plantel. Se fue a Rentistas, otra vez a pelearla. El día que llegó había más de 30 botijas con el mismo sueño. Pero lo vieron y le reservaron un lugar. Y en un abrir y cerrar de ojos explotó.

La historia de Cristian Olivera, el nuevo delantero que llega para reforzar a Peñarol, es un canto a la superación.

Tenía apenas 3 años cuando se vistió de jugador de fútbol para defender los colores amarillos y verdes del Arapey Mendoza, el cuadro donde surgió Gustavo Méndez.

No fue su único club en el baby porque después pasó por Flores Palma y el Potencia, ambos de la liga Piedras Blancas donde terminó viviendo, en una casita de cara a la feria del barrio.

Cuando terminó la aventura del baby debía resolver el dilema que se le presenta a varios niños que quieren seguir jugando y no fueron seleccionados entre los miles que salen de sus canchas.

Por cuestiones de cercanía, las opciones eran dos: Danubio o Cerrito. Fue al Cerri, que entrenaba en el cuartel de Domingo Arena, lugar que le permitía ir caminando y no generar gasto en boletos.

Defendió durante dos años a las formativas de Cerrito en el fútbol del ascenso hasta que surgió una chance en Danubio. Lo ficharon, pero se encontró con un problema que lo incomodaba: lo poco que jugaba.

Fue entonces que, por intermedio de un representante, se le generó un espacio para realizar una prueba en las formativas de Defensor Sporting.

Durante cuatro meses se tomaba el 175 que lo dejaba en el complejo militar que está frente a Canal 5 donde entrenaban las formativas violetas.

Hasta que un día llegó la noticia inesperada: no lo iban a fichar. Fue un golpe.

Pero Cristian no bajó los brazos. Un buen día uno de sus amigos llegó con noticia de que estaban pidiendo aspirantes en Rentistas. Y como es lógico en esas ventanas que se abren, se anotan infinidad de chiquilines dispuestos a cumplir su sueño de convertirse en futbolistas.

Bastaron dos prácticas para que Olivera fuera seleccionado entre más de 30 chicos.

Todo iba sobre rieles hasta que la economía del hogar comenzó a apretar. El papá de Cristian, que no tenía un trabajo fijo, le dijo que no podía darle más dinero para el boleto. El chico pasó una semana sin poder concurrir a entrenar hasta que se acomodó la cosa y retomó en la Quinta división de los rojos.

Por ese entonces llegó la citación a la Selección Uruguaya Sub 15 donde no pudo tener continuidad debido a una serie de lesiones.

Pero en el Complejo Celeste ya le habían echado el ojo y apenas se recuperó de sus dolencias lo tuvieron en cuenta para la Sub 17 donde jugó el campeonato Sudamericano y anotó un gol contra Argentina.

En todos esos casos, siempre jugó brindando ventajas de edad. Como cuando el entonces técnico de Rentistas, Alejandro Cappuccio, lo convocó para formar parte del plantel principal. Tenía 16 años. Era el “niño” mimado del grupo. Para que tengan idea, todavía iba al Liceo 13 a estudiar.

Firmó su primer contrato y de la mano de su representante, Edgardo Lasalvia, la familia pudo lograr otras comodidades al mudarse a una casa un poco más amplia.

Su debut en el primer equipo de Rentistas se produjo en el año 2019 en un partido del ascenso contra Bella Vista en el Complejo de los rojos.

El 16 de febrero de 2020 jugó por primera vez en el teatro de los sueños de todos los niños del Uruguay: el Centenario. Fue ante Nacional por la primera fecha del Campeonato Uruguayo.

En medio de aquella temporada comenzó a surgir el rumor de su primer romance con Peñarol. Su nombre ya rondaba por la mesa grande de la directiva aurinegra.

Olivera duró un suspiro, por no decir un torneo, en la Primera división del fútbol uruguayo. Terminó emigrando. El 15 de setiembre de 2020 la U.D. Almería de la Segunda división de España, compró su pase en dos millones de euros.

El jeque Turki Al-Sheikh, que había quedado deslumbrado con los goles de Darwin Núñez, apostó por otro uruguayo.

La adaptación no fue sencilla para un chico tan joven. Al no encontrar lugar en el primer equipo de Almería, lo pusieron a jugar en la filial “como uno de los grandes refuerzos para intentar el ascenso esta temporada en Tercera División”, según reveló el diario La Voz de Almería.

Hasta que Peñarol hizo realidad aquel rumor que circuló a inicios de 2020 y fue por su fichaje. Lo terminó concretando. Cristian Olivera vuelve a Uruguay por una temporada. A préstamo, porque Almería sabe que Olivera es un diamante en bruto, de hecho, fijaron una cláusula de compra definitiva por su pase de 10 millones de euros.