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Nacional y la Copa Libertadores de 1971: la obtención del tan deseado título

Nacional obtuvo el 9 de junio de 1971 su primera Copa Libertadores al vencer en el tercer partido final por 2 a 0 a Estudiantes de La Plata en el Estadio Nacional de Lima con goles de Víctor Espárrago y Luis Artime. De esa manera, el Bolso lograba consagrarse por primera vez como el mejor del certamen y logró destronar al equipo Pincharrata, que en ese momento era el vigente tricampeón del continente sudamericano.

Claro que todo fue producto de un largo trabajo y de jugadores extraordinarios. Desde el nacimiento del certamen, el Bolso vio alimentada su necesidad de conseguirla por su propia historia y ante los éxitos en el torneo de Peñarol, su clásico rival. Ya en la primera edición que participó el Tricolor (1962), la búsqueda del máximo objetivo estuvo latente y muy cerca de conseguirse, disputando las finales de 1964, 1967 y 1969, pero perdiendo las tres.

El 22 de mayo de 1969 el Bolso caía en la final de la Libertadores ante Estudiantes, y luego realizaría una gira de cuarenta y cinco días por toda Europa. El ex futbolista Juan Carlos ‘Cacho’ Blanco recordaba en Nacional TV: “El entrenador Zezé Moreira empezó a armar un muy buen equipo con jugadores potentes, hicimos una gira donde nos fue muy bien y el equipo se empezó a armar. En Suiza, cuando estábamos ya de regreso, nos enteramos que el club había contratado a Luis Artime, ya estaba Luis Cubilla (que en ese momento estaba disputando las Eliminatorias para el Mundial de México 1970) y pensamos que el equipo iba tomando una gran forma, era un equipo potente para pelear una Copa”.

A la vuelta de Europa, Nacional ganó el Campeonato Uruguayo el 17 de diciembre (también ganaría los torneos locales de los tres años siguientes) y llegaba de gran forma a la Copa de 1970, pero el nivel de sus futbolistas fue la causa de la gran merma del plantel, dado que varios integrantes del mismo fueron convocados por la Selección Uruguaya para jugar el Mundial de México.

“Hoy los jóvenes no pueden ni imaginar el equipo que teníamos”, afirma sonriendo el Cacho Blanco y con razón. Décadas atrás, en los clubes uruguayos no sólo estaban los jugadores que disputaban mundiales con la Celeste, sino que también incorporaban los mejores futbolistas del resto de los países sudamericanos. Por ejemplo, en Nacional estaba el golero Haílton Corrêa de Arruda ‘Manga’, arquero mundialista con la Selección de Brasil en la Copa de Inglaterra 1966, certamen en el que también participó Artime con el combinado argentino (convirtiendo tres goles). El atacante había sido fichado por el Bolso desde el Palmeiras en 1969 como indicaba Blanco.

Los jugadores de Nacional y Peñarol convocados por el técnico Juan Hohberg para el Mundial ’70 sólo pudieron jugar la primera fase de la Libertadores de ese año, y luego comenzaron a trabajar la preparación de la Copa del Mundo. Por ejemplo, el elenco tricolor no pudo contar en la llave (y eliminación) ante Universidad de Chile en la Libertadores de 1970 con Héctor Santos, Atilio Ancheta, Luis Ubiña, Julio Montero Castillo, Juan Martín Mugica, Víctor Espárrago, Luis Cubilla, Ildo Maneiro, Rubén Bareño o Julio César Morales.

Para 1971, y ya con Washington 'El Pulpa' Etchamendi como entrenador, Nacional sí pudo contar con todo el potencial de su plantel. “Nacional ya había jugado y perdido tres finales, había una mochila pesada hacia nosotros. Los hinchas te hacían sentir que Nacional tenía que ganar la Copa; cuando comenzamos a disputar el certamen sabíamos que íbamos a ser protagonistas”, afirmó Blanco.

El Tricolor comenzó la Libertadores de ese año jugando el 2 de marzo ante Peñarol en el Centenario por el Grupo 2. El Aurinegro se puso en ventaja con gol de Raúl Castronovo de penal en el primer tiempo, pero Luis Artime empató a los 83’ y en los descuentos Juan Martín Mugica remató desde los once pasos la pena máxima para vencer al golero Walter Corbo y darle la victoria a su equipo por 2 a 1.

Luego, Nacional derrotó de visitante 1 a 0 a Chaco Petrolero, empató 1 a 1 con The Strongest en La Paz, y en Montevideo goleó a ambos equipos bolivianos: 5 a 0 al primero y 3 a 0 al segundo. Para la última fecha, el Bolso llegaba con nueve puntos y un saldo de diez goles a favor, Peñarol había sumado siete puntos y tenía la misma diferencia de goles. El 30 de marzo se definía el único elenco clasificado a la segunda fase en el Centenario y Nacional se impuso por 2 a 0 (goles de Blanco a los 75’ e Ildo Maneiro a los 88’).

En la segunda fase, el tricolor integró el Grupo A con Palmeiras y Universitario de Perú. Igualó sin goles en su visita a Lima el 22 de abril y venció 3 a 0 en Sao Paulo el 2 de mayo (doblete de Artime y un gol de Ruben Bareño). El 11 de mayo venció a los peruanos en el Centenario de Montevideo por 3 a 0 (32’ Artime, 52’ y 89’ ‘Cascarilla’ Morales), y el 18 derrotó 3 a 1 a los brasileños (goles de Artime a los 40’, Morales a los 57’ y el chileno Ignacio Prieto a los 65’; Palmeiras se había puesto en ventaja a los 33’ con tanto de penal de César).

“Eran Libertadores más cortas, sólo con equipos de elite, campeones y vicecampeones de cada país”, rememoró Blanco. El Bolso debía enfrentar en la final al poderoso Estudiantes y en La Plata cayó por primera vez en el certamen con el gol que marcó Daniel Romeo a los 60'.

El Cacho sostuvo en Nacional TV: “Las finales fueron partidos muy cerrados, en La Plata perdimos pero el encuentro fue muy parejo, buscamos hasta el final un empate que no se nos pudo dar y la revancha fue igual, ganamos 1 a 0 pero Estudiantes empujó hasta último momento con esa fuerza que te da ser el campeón vigente, eran un equipo con mucha personalidad y que nos tuvo mal hasta último minuto”.

El Bolso ganó la revancha con gol del defensa Juan Masnik, quien había comenzado su carrera en Peñarol y luego había pasado a Gimnasia y Esgrima La Plata, donde había tenido buenos resultados ante Estudiantes.

La tercera final se jugó en Lima el 9 de junio y Nacional se consagró campeón al vencer por 2 a 0 con goles de Espárrago (22’) y Artime (70’). “La final de Lima fue más tranquila, después del 1 a 0 el equipo se encontró mejor en la cancha y no estuvo nervioso, y con el 2 a 0 te daba la tranquilidad de que ya eras el campeón de América”, comentó Blanco.

Entrevistado por Fox Sports hace algunas décadas, Luis Ubiña (fallecido en 2013) recordaba: “Teníamos a Manga que había sido mundialista con Brasil, también estábamos en defensa Montero Castillo, Mugica y yo que teníamos dos mundiales arriba. Cubilla también había disputado dos Copas del Mundo. Estaban Artime, Prieto, Morales, Espárrago. Había experiencia, había fogueo, costó armar ese equipo. Los clásicos los recuerdo porque de esos partidos no te olvidás nunca, y más si son por una Libertadores, ganamos los dos”.

Por su parte, Luis Cubilla señalaba: “También había grandes jugadores jóvenes como Ancheta, Maneiro, Morales. Nosotros aportábamos la experiencia internacional. Artime hacía 30 goles por campeonato, yo quince o dieciséis, Maneiro también hacía goles; es decir, teníamos una capacidad y confianza en el triunfo en cualquier cancha porque éramos capaces de hacer en cualquier momento un gol”.

Cubilla, también fallecido en el 2013, comentaba sobre las finales ganadas: “Nosotros vencimos un poco lo extra fútbol, la capacidad que tenía Estudiantes de ensuciar los partidos, cosas que se permitían en su momento. Fuimos a jugar en Argentina y chocamos con todos esos problemas con la hinchada y los pequeños roces entre los jugadores, pero pudimos salir adelante. Y en el tercer partido pudimos ganarle a Estudiantes, una historia dentro de la Copa”.

“Eran un equipo muy hábil no sólo dentro del campo de juego. Desde la prensa se criticaba mucho a Estudiantes de La Plata por su forma de actuar dentro del campo de juego, pero cuando el juez terminó el partido, los jugadores de Estudiantes fueron a la mitad de la cancha y nos aplaudieron; de eso no me voy a olvidar jamás”, reconoció Ubiña.

En la final, Nacional formó con Manga en el arco, los defensas Ancheta y Masnik, Ubiña y Blanco fueron los marcadores de punta, y Montero Castillo el volante central. La calidad de Cubilla atacaba por derecha, Maneiro estaba generalmente en la posición de número ocho, Artime era el centro delantero, Espárrago prácticamente estaba en todos lados partiendo desde el sector izquierdo de la mitad de la cancha, y Cascarilla Morales desbordaba por izquierda.

En el tercer choque ante Estudiantes, Mugica y Juan Carlos Mameli ingresaron por Morales y Maneiro, respectivamente. A su vez, también jugaron esa Copa los futbolistas Ruben Bareño, Prieto, Ángel Brunel y Juan José Duarte. El arquero suplente era Héctor Santos, y los jugadores Washington Abad, Washington Calcaterra, Luis Caltieri, Luis Cánepa, Oribe Maciel, Eduardo Pereira y Salvador Picó estaban en la lista de buena fe aunque no llegaron a integrar el banco de relevos ni tuvieron minutos en cancha.

Luis Artime fue el goleador del certamen con 10 tantos (al igual que Castronovo, de Peñarol). Bareño y Morales convirtieron en tres oportunidades para el Bolso; Masnik y Mugica en dos. Maneiro, Prieto, Blanco, Cubilla, Espárrago y Mameli, con un tanto cada uno, completan los 26 goles que Nacional marcó en el certamen.

Prácticamente ese mismo plantel luego lograría la Copa Intercontinental de 1971, la Interamericana de ese año (que se disputó en noviembre de 1972 ya sin Artime, Ancheta, Prieto y Mugica), y el tetracampeonato uruguayo mencionado anteriormente (1969, 1970, 1971 y 1972).

“Un equipo increíble, extraordinario, si hoy querés ir a buscar a Cubilla, Manga o Artime en América no están porque están todos en Europa, era el equipo soñado”, sentenció Blanco sobre aquel formidable plantel que hizo real una de las grandes quimeras de Nacional, perseguida y lograda de manera categórica en 1971, ganar su primera Copa Libertadores.

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