Tres duros golpes en un año. Los fallecimientos de Santiago Morro García, Williams Gutiérrez y Emiliano Cabrera, que se quitaron la vida, sacudieron el fútbol.
La Mutual de Futbolistas se movió rápidamente a los efectos de generar una estructura con profesionales apuntando a combatir la problemática. “Queremos dar nuevas señales para atacar los casos de suicidios y depresión que se dan en los futbolistas”, expresó su presidente Diego Scotti a ESPN.
¿Pero qué se piensa y qué se hace desde la base? Desde donde arrancan los sueños y las ilusiones. ¿Cómo se aborda la temática de los suicidios desde el baby fútbol?
ESPN consultó el presidente de la Organización Nacional de Fútbol Infantil (ONFI), Eduardo Mosegui, que reveló que, entre otras cosas, se destinan muchas horas con un grupo de psicólogos a capacitar a los entrenadores que son los que llegan con su mensaje a los niños.
“Con los niños a veces se dan exigencias desmedidas. Estamos trabajando en la incorporación de más horas de psicología en los cursos. Allí hacemos mucho hincapié y estamos incorporando maestros a los talleres para transmitir la parte pedagógica. Además estamos entrelazando la actividad con ONDI (Organización Nacional de Deporte Infantil) para que los gurises que no son tan buenos puedan destacarse en otra cosa. Eso implica llevar otros deportes a los clubes de baby para que los niños tengan contacto con entrenadores y puedan realizar handball o básquetbol en los clubes donde juegan al fútbol. Eso genera que el que se frustra un martes en el baby, porque jugó pocos minutos, el sábado puede meter 20 puntos jugando al básquetbol”, expresó.
Mosegui agregó que en los cursos de capacitación, “hay una gran cantidad de horas exclusivamente dedicadas a la psicología, que se destina a los entrenadores, que consideramos fundamental porque ellos trasladan los mensajes a los niños”.
Presiones de primer mundo
El presidente del fútbol infantil tiene una visión personal relacionada al tema de las presiones que reciben los futbolistas.
“Puede ser polémico lo que opino pero nosotros tenemos una exigencia de técnicos y dirigentes de primer mundo y un reintegro económico a los futbolistas fuera de esa exigencia. A los jugadores se les exige que den el máximo como si tuvieran su vida solucionada y llegan a su casa y son padres con los mismos problemas económicos de otros. Y cuando se casan, de pronto llegan a la casa y se complica para pagar el alquiler. Entonces considero que es difícil equilibrar esa cabeza donde, durante cuatro horas, le dicen en un club que es profesional y tiene que dar el máximo, con el contraste que se genera cuando llega a la casa y le piden plata para pagar la luz y lleva meses sin cobrar en un club”.
Mosegui agregó: “a veces el profesionalismo en Uruguay se da contra eso de llegar al hogar y estar complicado porque, el comprar un par de zapatos de fútbol, de pronto es el equivalente al alquiler de la casa o a una semana de cubrir cosas básicas”.