El técnico de Peñarol, Mauricio Larriera, expresó que no tener palabras para describir las sensaciones vividas, que su contrato se extendía partido a partido y que terminó ganando lo fue a buscar al club: gloria.
En la conferencia final luego del partido ante Plaza Colonia, donde los aurinegros conquistaron el campeonato Uruguayo en definición por penales, habló de diferentes aspectos.
Sus sensaciones
“Es difícil describir lo que siento porque es demasiado grande, no hay palabras para describir este tipo de cosas, porque hasta ahora no he querido dimensionar dónde estoy, dónde estaba, de dónde vengo y dónde voy. Este ha sido un año que pasó demasiado rápido para mi gusto y lo que siento es que al recorrer las tribunas la verdad es difícil de describir. El quedar en la historia del club, pah... no quiero ni dimensionarlo porque cuando pasen unos días me voy a dar cuenta de lo que hicimos”.
La forma
“No solo en el resultado sino que yo le doy mucha importancia a la forma y cuando digo la forma es a la gestión, en el trabajo, en el estilo, en la identidad que le queríamos dar al equipo”.
Agradecimientos
“Yo le tengo que agradecer a Pablo Javier Bengoechea que fue el mentor de esto porque hasta él me convenció en una charla de cinco horitas de fútbol, a Gaby Cedrés, al Indio Olivera, a los futbolistas, a los compañeros pero me quiero detener en Pablo y en el presidente con el que tenemos una relación desacartonada, muy frontal que está muy bueno que así ocurra”.
Sus pedidos
“Cuando llegué pedía que el destino me fuera llevando a ciertos lugares y desde que vine a Peñarol el equipo que me emociona, le había pedido al destino jugar con gente y cuando apareció la gente con Cristal ya fue cumplido. Y luego dije ojalá el destino me permita dirigir los clásicos de Sudamericana y así sucesivamente. Y hoy el destino me permite ganar un torneo corto en el CDS donde no cabía un alfiler y hoy coronar con el campeonato con un montón de gente que es la que está más feliz. No encuentro las palabras para decir lo que significa esto”.
Los penales
“Con los muchachos en los penales uno tiene que ver el semblante. Muchas veces los jugadores son los que piden, nosotros no practicamos penales y hablé con Kevin (Dawson) porque debe tener una mochila importante. Tenemos una muy buena relación. Hay futbolistas que yo llamo soldados, por eso muchas veces la crítica no entiende porqué un entrenador toma determinadas decisiones y esto no es solamente cancha, es una gestión humana”.
¿Por qué Peñarol es campeón?
“Yo creo que fue el mejor equipo, no quiero pecar de soberbio pero las estadísticas así lo dicen. Todos los números indican que hemos sido el mejor equipo. El equipo me representó mucho y a la vista fue el mejor equipo. Yo no renuncio a cuestiones estéticas y sé que mucha gente de Peñarol no estaba de acuerdo con la forma en la que juega el equipo, pero bueno acá el ADN de Peñarol es meter, es correr y eso no se perdió nunca. Me voy muy contento porque hoy legitimamos la forma”.
Su futuro
“Primero tengo que ver qué comemos ahora de noche, mi contrato termina el 31 de diciembre y no es momento para hablar y aparte cuando llegué al club sabía que mi contrato se extendía partido a partido. Larriera pierde y se va, se lo dije al presidente, si no paso los clásicos de la Sudamericana no me echen, no gasten plata, me voy solito. Yo vine a buscar gloria acá y hoy obtuve la gloria”.
¿En qué pensó al final?
En la justicia. Que yo personalmente me merecía esto, que el club se merecía esto, que el plantel se merecía esto, Peñarol se merecía esto. Justicia nada más. Y no estoy hablando de temas arbitrales. Hoy no me emocioné tanto porque teníamos mañana”.