Una alegría en el Operativo Retorno

El primer partido de la segunda parte de la "Era Bielsa" al frente de la selección argentina terminó con una victoria opaca pero merecida por 2-0 ante Japón, con goles de Juan Pablo Sorín y Hernán Crespo

LOS DOS GOLEADORES
Juan Pablo Sorín (izquierda) abrió el camino, y dos minutos después Hernán Crespo selló el resultado
(Reuters)
BUENOS AIRES -- Una breve ráfaga de inspiración en el arranque del segundo tiempo, en que consiguió movilidad y profundidad, le permitió a la Argentina desequilibrar a Japón para vencerlo por 2-0 en el amistoso jugado el miércoles en Saitama ante 60 mil personas, punto de partida del segundo ciclo del equipo nacional a las órdenes del entrenador Marcelo Bielsa.

Al minuto del segundo tiempo, Juan Pablo Sorín, el más destacado del conjunto argentino, anotó de media vuelta el primer gol y a los 3 aumentó Hernán Crespo con un golpe de cabeza, para sellar el resultado de un partido en que los albicelestes sufrieron poco en defensa, no brillaron en el medio y generaron muy pocas situaciones de peligro adelante.

Esos goles marcaron un antes y un después en el desarrollo. Antes, el primer período, de muy bajo nivel, había arrojado un leve predominio local, ante un rival estático e indeciso. Después, los dirigidos por Bielsa impusieron la mayor jerarquía de sus individualidades favorecida por la entrega de espacios del equipo japonés, pero sin pasar de un rendimiento discreto.

El primer tiempo argentino fue directamente olvidable. En apenas cinco minutos los japoneses se sacaron de encima la presión visitante. Con marca rigurosa de Nakanishi le cerraron los caminos a Ortega y se animaron a buscar del medio hacia arriba con la habilidad del armador Nakamura y del extremo Narahashi para llegar hasta el fondo por la derecha.

El ex centrodelantero de Boca Juniors, Naohiro Takahara, figura del conjunto local, se movió con inteligencia entre los centrales argentinos aunque eso no le permitió crear peligro, salvo al llegarse a los 19 minutos, cuando captó un pase en profundidad de Narahashi y le pegó de media vuelta haciendo pasar la pelota junto al palo derecho del arco de Cavallero.

En materia de creación, Argentina pesó poco y nada y fue demasiado dependiente de Verón, que hizo de aduana, pretendió ser a la vez cinco y enganche y se debatió en la medianía, a la que le agregó un llamativo fastidio, con protestas airadas hacia los fallos del árbitro kuwaití.

De todos modos, de sus pies nació el poco peligro que Argentina creó en la etapa con una llegada a fondo de Sorín, que terminó en un centro peligroso y una habilitación para Claudio López, en su única intervención a fondo, que derivó en pase a Crespo, que fue anticipado por la salida del arquero.

A los 43, Argentina produjo su mejor llegada en el primer tiempo, por un arresto de Sorín, quien capturó un centro, bajó la pelota con el pecho y sacó un zurdazo que el arquero rescató con dificultad del ángulo izquierdo.

En la primera llegada del segundo período, al minuto, Argentina se puso en ventaja. Ortega, situado unos metros más adelante que en la etapa inicial, ganó por la derecha, pisó el área y tocó al medio por donde entraban Crespo y Sorín. Este último le pegó mordido, de media vuelta, la pelota tocó en el taco de Akita, desairó al arquero y entró, lentamente.

Y a los 3, Verón, más decidido, tocó hacia la derecha a Ortega, que llegó al área grande, sacó un centro cruzado y Crespo, de cabeza, le ganó a todos, para meterla junto al palo izquierdo del arco y decretar el definitivo 2-0.

Fue apenas una ráfaga en la que el equipo generó funcionamiento de conjunto, se adueñó del flanco izquierdo de la defensa rival y desequilibró.

Después, casi no volvió a arrimar peligro, pero le alcanzó con administrar el balón, moverlo, jugar en espacios más grandes y alcanzar una tranquilidad que antes no había tenido.

Japón probó de lejos, intentó algo más en los arrestos individuales de Alejandro Santos (de origen brasileño, entró de cambio) y en los pies del siempre inteligente Takahara, pero casi no inquietó, salvo en una pelota envenenada de Koji Nakata que Cavallero bloqueó abajo junto al palo derecho.

Un triunfo justo, sin brillo, con pocas novedades en el reestreno del equipo de Bielsa, que tampoco dejó demasiado margen para las caras más nuevas: el "Conejito" Saviola entró a 18 minutos del final y Santiago Solari jugó los últimos ocho.

SINTESIS DEL PARTIDO

JAPON (0): Seigo Narasaki; Akira Narahashi, Yutaka Akita, Naoki Matsuda, Eisuke Nakanishi; Mitsuo Ogasawara, Takashi Fukunishi, Koji Nakata, Shunsuke Nakamura; Naohiro Takahara y Takayuki Suzuki. Director técnico: Masakuni Yamamoto.
ARGENTINA (2): Pablo Cavallero; Facundo Quiroga, Roberto Ayala, Wálter Samuel; Javier Adelmar Zanetti, Matías Almeyda, Juan Pablo Sorín; Juan Sebastián Verón; Arnaldo Ariel Ortega, Hernán Crespo y Claudio López. Director técnico: Marcelo Bielsa.

GOLES: en el segundo tiempo, 1m, Sorín (A); 3m, Crespo (A).
CAMBIOS: en el segundo tiempo, 9m, Nakayama por Suzuki (J); 13m, Alejandro Santos por Nakamura (J); 16m, Yamada por Narahashi (J); 19m, Cristian González por López (A); 21m, Endo por Ogasawara (J); 27m, Javier Saviola por Ortega (A); 37m, Santiago Solari por Crespo (A); 43m, Mauricio Pochettino por Quiroga (A).
ARBITRO: Mane Saad Kameel.
ASISTENTES: Ghedan Fari Hussain y Al Sali Ghanim (Kuwait).
ESTADIO: Saitama.


-DYN


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miércoles, 20 de noviembre
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