Gómez, que tiene edad de octava división, comentó que cuando debió trabajar por primera vez con el plantel de Primera "me sentía muy raro por estar cambiándome al lado de esos jugadores, no hablaba, no decía nada".

El jugador expresó que también le "temblaron las piernas" cuando debutó en Reserva ante Banfield.

"Estaba muy ansioso mientras precalentaba, porque pensé que no iba a llegar a entrar y la platea de ellos me gastaba: me decían, 'pibe, qué hacés acá, volvé al colegio'".

Gómez, hincha de Independiente y sobrino del ex defensor de los rojos, Hugo Villaverde, contó que vivió su mayor frustración al no poder jugar en Reserva precisamente contra el equipo de Avellaneda: "le había avisado a todos mis amigos para que me fueran a ver y soñaba con jugar en la cancha de Independiente llena, por como venía el equipo. Pero se suspendió por lluvia".

En cuanto a su tío, explicó que "yo sabía que había sido jugador de fútbol, pero recién cuando entré en Arsenal me enteré de que había sido una gran figura" en tanto que de su actual técnico, Burruchaga, dijo haberlo visto "en videos" cuando se consagró campeón mundial con el seleccionado argentino en 1986.

Gómez, de 1,64 de estatura, a quien el mundo periodístico ya bautizó "Piojo" y "Colorado", comentó que esto último se debió a algo relativamente reciente "ya que cuando hicimos el viaje del colegio todos los de mi división nos pintamos el pelo de rojo".

Gómez, quien jugó al baby fútbol en Racing Club, la otra pasión de Avellaneda, expresó que es grande la sorpresa de su familia "por todo lo bueno que me está pasando" y comentó que sus amigos le dicen "qué suerte que tenés que con 14 años te llevan a una pretemporada".