Serrizuela: "Asistir es casi un gol"

El defensor de Independiente Juan José Serrizuela, quien tuvo participación directa en varios de los últimos goles conquistados por su equipo, afirmó que para él "una asistencia es casi como un gol"

BUENOS AIRES -- El defensor de Independiente Juan José Serrizuela, quien tuvo participación directa en varios de los últimos goles conquistados por su equipo, afirmó que para él "una asistencia es casi como un gol".

Pese a que todavía no ha marcado goles en lo que va del torneo Apertura, el lateral derecho del único invicto expresó que "siempre me tengo fe. Lo que pasa es que por ahí no se me dio por distintas razones. Pero yo prefiero que el equipo gane antes que hacer un gol. Para mí, una asistencia es como meter un gol. Me pongo contento igual".

Al apuntársele que Andrés Silvera ya convirtió dos goles aprovechando cesiones, apuntó Serrizuela que "sí, yo lo cargo al Cuqui. En las concentraciones viene a tomar mate a mi pieza. El llega y dice: 'Quiero hacer un gol y por eso vengo a tomar mate acá'. Y yo le digo: 'Quedate tranquilo. Yo te voy a hacer meter un gol'. Contra Lanús y Vélez le cumplí y ahora, de cábala, viene siempre".

El ex jugador de Lanús y San Lorenzo de Almagro dijo que "los delanteros, cuando uno va a mandar el centro desde el costado, suelen buscar el primer palo y muchas veces, la pelota les sobra. Yo le digo que se quede cerca del punto del penal -prosiguió- porque ahí van a caer los centros. Y el otro día, en el gol que le hizo a Vélez, se la tiré a ese lugar porque ahí es dónde le podés hacer quilombo al arquero y a los defensores. Es la zona que va del punto del penal hasta la línea del área chica. Porque el arquero no sale y el central cubre el primer palo".

Cuando se le señaló en la entrevista que le realizó el diario deportivo Olé que no es común que el lateral derecho patee los córners desde la punta izquierda, sostuvo Serrizuela que "lo que pasa es que desde ahí le puedo pegar con rosca así se va cerrando. Y cuando llega al área, se arma un quilombo bárbaro".

Interrogado sobre si toma a alguien como ejemplo para pegarle a la pelota, respondió el jugador que "no. No miro a nadie. Lo que hago es corregirme en los entrenamientos. Puedo mirar a otro pateador pero si no practico, no me va a salir nunca. Además, cada uno tiene su estilo. Hay jugadores que le pegan muy bien a la pelota pero por ahí yo no tengo la capacidad para darle de esa forma".

Al recordársele a su hermano mayor José Tiburcio, quien también le pegaba con precisión y potencia a la pelota, el menor de los Serrizuela manifestó que "sí, pero somos distintos. El le pegaba con dirección pero era de darle más fuerte". "Yo trato de pegarle con mucha rosca. El la agarraba siempre con el empeine. Yo le podría pegar así, pero el problema es que los rivales me cierran bien la barrera y así se hace jodido que pase por el medio", completó.

En cuanto a si nota que los rivales ya se preocupen por su pegada, expresó que "si es así, mejor. Contra Newell's me pasó de que uno de los delanteros me seguía a mí hasta el área de ellos". "Mejor que se preocupen por marcarnos -continuó- y nosotros por tratar de sorprenderlos. Pero por más que nos marquen, estoy seguro de que podemos definir un partido con un tiro libre, un córner o un rebote que pueda dar el arquero después de un remate de media distancia".

Al preguntársele si esto también se practica, reveló que "sí. Contra Lanús pateé de lejos con la intención de que la pelota le picara antes al arquero y Flores dio rebote. Contra Racing hice lo mismo pero Campagnuolo la mandó al córner. Esas pelotas complican a los arqueros, especialmente en cancha mojada".

"Todo gracias a mi viejo, que era una especialista para pegarle a la pelota hasta que tuvo un accidente y perdió la vista en un ojo. Es más, aprovecho para mandarle un beso porque hace unos días lo operaron del otro ojo. Se pone muy contento. El está orgulloso. Pero mi viejo no se va a agrandar nunca. Es más humilde que el más humilde de todos", finalizó.

- DYN

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