Los hechos ocurrieron en las cercanías del estadio de River Plate, en Buenos Aires, donde la policía había destinado unos 400 agentes ante la posibilidad de choques entre la hinchada de ese popular club y los seguidores de Newell's Old Boys.

La policía informó que, tras el choque entre ambas "barras bravas", una decena de personas fueron detenidas y puestas a disposición del juez penal de turno, pero ninguno de esos hinchas portaba revólveres u otra arma de fuego.

Un aficionado de Newell's Old Boys, que sólo se identificó por el nombre de Matías, dijo que el autobús que lo trasladaba, junto con otros amigos, fue atacado con piedras y disparos de armas de fuego por unas 30 personas cuando habían estacionado el vehículo a unos 500 metros del estadio riverplatense.

"Escuché varios tiros y vi caer a mi amigo Juan Pablo (Gigena, de 22 años), pero no había ningún policía. Perdió mucha sangre porque la primera ambulancia tardó como media hora en llegar", relató a la Radio Continental al término del partido entre River Plate y Newell's Old Boys, que finalizó igualado sin goles.

La policía informó de que Gigena fue trasladado a un hospital de la zona con una herida de bala en al abdomen, pero los médicos de guardia de dicho centro asistencial indicaron que podría tratarse de un "corte profundo producido por un arma blanca que le interesó el hígado".

"Su estado es grave, muy delicado", agregó otro de los médicos que asistieron al herido, hincha de Newell's Old Boys.

Otro joven, cuya identidad no fue revelada, sufrió una herida leve en la pierna derecha, producto del roce de una bala, y fue asistido por enfermeros del club River Plate, según el informe policial.