A esta altura ya sabrán que la Real Sociedad le pegó a su homónimo masculino un baile de novela en el primer tiempo. Fue escandaloso. Y aunque el 4-2 fuera inesperado, nadie podrá decir que es sorpresivo. Porque el Madrid no tiene el mismo poder cuando se aleja del Bernabéu. Porque, además, venía de realizar un partido maravilloso ante el Manchester United. Y ya se sabe que después de un subidón semejante, llega el bajón.

Y ahí estuvo la Real Sociedad, preparada para aprovecharse de ese bajón. Fue inteligente la Real en no dejar reaccionar a su rival en ningún momento y en ahogarlo desde el principio. ¡Qué ritmo! ¡Qué presión! "¡Qué agobio!", habrán dicho los jugadores blancos al ver correr a los de enfrente.

Pero claro, sólo con ritmo y presión no alcanza para apabullar al Real Madrid. Y ahí vino el gran mérito de la Real: el juego. Muchos de sus futbolistas estuvieron a un nivel altísimo. La defensa normal, porque no fue exigida. En el medio Xabi Alonso, un fenómeno en la distribución y en la visión del juego. En las bandas, Karpin y De Pedro, dispuestos a ir y venir sin cesar, pero sobre todo a ir y lastimar. Nihat como mediapunta, movedizo e imprevisible. Y arriba Darko Kovacevic, un animal del gol. Tuvo tres en los primeros veinte minutos y mandó dos adentro.

En el Madrid, en cambio, no apareció ni una sola de sus figuras. Por rescatar a alguien se puede nombrar a Ronaldo, autor del primer gol. Un gol que ni siquiera pudo dar esperanzas a los blancos porque al minuto siguiente Alonso la clavaba en el pecho izquierdo de Casillas y ponía el 4 a 1. Más sencillo es elegir el peor: Luis Figo.

El portugués estuvo ausente para atacar e inoperante para defender. Por un error suyo la Real empezó a ganar. "Se olvidó" de marcar a Aranzábal (el lateral izquierdo) y éste llegó hasta la línea de fondo y le sirvió el gol a Kovacevic. Por buscar un atenuante se puede decir que Figo se hubiera perdido el choque contra el Barcelona del sábado si veía una amarilla… Claro, pero por pensar en eso se perdió el partido contra la Real.

"Lo bajan de la galaxia", titulan en el diario Marca. "La Real deja mudo al Real", en el País. Y los protagonista, ¿qué? Vicente Del Bosque reconoció que "la derrota duele, hicimos un partido deficiente. No hemos estados muy activos. Estamos afectados. Sabemos que no hemos hecho las cosas bien y tenemos cargo de conciencia". Muy claro fue el técnico blanco. Ahora quedará por ver cómo afecta la goleada al Madrid. Por lo pronto tiene muy rápido la oportunidad de tomarse la mejor revancha posible contra el Barcelona.

Del otro lado todo era alegría, sin llegar a la euforia, porque saben que éste fue sólo un paso para volver a dar pelea. Pero si no se ganan los partidos siguientes semejante exhibición no habrá servido de nada. El técnico francés Reynald Denoueix no se anduvo con vueltas: "Hemos hecho el mejor partido de la temporada. Ni yo ni nadie de la Real lo vamos a olvidar en mucho tiempo". Seguramente a los del Madrid les pasará lo mismo.

EL DEPOR SE ENGANCHA, EL BARCA…
Algunos hinchas del Barcelona le sugirieron a los dirigentes que pusieran el "himno" de la Champions League también en los partidos de Liga. Así, tal vez los futbolistas se confunden y creen que están jugando la competición que afrontan de verdad. Ya es inexplicable lo que pasa con el Barcelona. Tres días antes empató en la cancha de la Juventus mostrándose como un equipo serio y consistente. Y se llevó un empate que le deja la eliminatoria servida para definirla en el Camp Nou.

Sin embargo, cuando le tocó volver a la realidad de la Liga, el Barcelona fue otra vez un equipo sin rumbo y sin confianza. No tuvo rumbo porque no hubo conductor, ya que Riquelme se quedó en el banco. Y no hubo confianza porque si no no se explica que haya estado dos veces arriba y no lo haya aprovechado. Y la primera vez que se adelantó fue con uno de esos goles psicológicos que suelen marcar un partido. Gran pase de Kluivert y exquisita definición de Saviola de emboquillada. Iban apenas dos minutos...

Pero el Barcelona no estaba, pese a lo que pudiera indicar el marcador. Y pese a que después del empate de Scaloni se puso adelante otra vez con un gran zurdazo de Motta. Estaban los catalanes arriba pero la sensación era que eso no podía durar mucho. Fue cuestión de que el Deportivo La Coruña decidiera acabar con el partido para que el mismo cambiara de dueño.

Makaay, dos veces, y Víctor, pusieron el Camp Nou patas para arriba en 25 minutos. Y el Barcelona se fue difuminando hasta desaparecer. Mientras, el Depor se agrandaba más y más y ya soñaba con que la Real le diera una mano al día siguiente. "Mañana voy a ser hincha de la Real Sociedad y la próxima semana seré del Barcelona", avisaba el técnico Javier Irureta, que ya puso a su equipo otra vez en lo más alto. Hasta ahora se le cumplió uno de los pedidos, falta el otro, que el Barca gane el derby. Y no parece posible que en el Bernabéu pongan la música de la Champions League para motivar a su rival.

REVIVE EL VALENCIA
Cuando el cuarto puesto de la tabla empezaba a peligrar (y es importante ese puesto, ya que es el último que da acceso a la próxima Champions) por los últimos tropiezos y porque el Celta ya había ganado su partido y lo superaba, el Valencia se pareció al que solía ser y puso las cosas en su sitio.

Le costó, es cierto, y la victoria hasta tuvo su costado heroico. Porque a los 30 segundos fue expulsado Marchena (no jugaron los argentinos Ayala y Pellegrino, ambos sancionados) por cometer una infracción como último hombre. Sin embargo, tras esa mala noticia, llegó una buenísima: centro de Juan Sánchez y toque adentro de Mista. Así, iba a ser más fácil resistir.

El Osasuna de Javier Aguirre se lamentará por su falta de pegada. Por la de este partido y por la que viene sufriendo en la segunda rueda, que llevó a los de Pamplona a las últimas posiciones (por ahora zafan del descenso por diferencia de gol). Pero lo que cuenta es lo último y las oportunidades del Osasuna fueron varias. Sin embargo, frente a Cañizares, nadie supo cómo definir. Y eso que algunos pases de Lionel Gancedo (volvió a ser titular después de cinco meses) fueron realmente espectaculares.

En el Valencia volvió a brillar Pablo Aimar. El argentino fue muy inteligente para aprovechar los espacios que dejó el rival y se mostró muy fresco de ideas. La prueba es que aguantó todo el partido cuando Rafa Benítez lo suele cambiar habitualmente.

CELTA-BETIS, AMENAZAS SIN CUMPLIR
Nadie sabe muy bien por qué pero el partido se fue calentando a lo largo de la semana. Dani, el juvenil delantero del Betis acusado de fingir lesiones para perjudicar al rival, fue el blanco de los jugadores del Celta. Los argentinos Pablo Cavallero y Fernando Cáceres fueron los más agresivos con el chico. "Esperaremos una pelota dividida para recordarle lo que ha hecho", dijo el arquero. "En el fútbol hay códigos que él no respeta y las va a pagar", dijo el defensor.

Con estas declaraciones calientes se esperaba un partido tenso. Y lo fue. Pero no porque se hayan cumplido las amenazas sino porque los dos equipos estuvieron demasiado tímidos para los jugadores que tienen. Un acierto del ruso Alexander Mostovoi bastó para que el Celta se llevara el triunfo.

EL RESTO DE LA FECHA
Definitivamente se prende el Sevilla entre los candidatos a la UEFA. Ante el Villarreal consiguió su cuarta victoria consecutiva como local y ya es sexto. Jugó bien y mereció ganar antes, pero no lo hizo hasta que no entró en acción el Machlas. El griego está a préstamo del Ajax y no había demostrado mucho. Pero una tarde dijo presente con dos goles y se ganó a la exigente hinchada andaluza.

Dos partidos locos: Atlético de Madrid-Espanyol y Mallorca-Racing de Santander. En ambos casos los locales fueron perdiendo 1-3 y consiguieron empatar sobre el final. Lo mejor fue la declaración de Javier Clemente, técnico del Espanyol: "Jugamos 85 minutos fantásticos y 5 desastrosos. Faltando cinco minutos a mí me tienen que matar para ganarme".

El Recreativo de Huelva sigue sorprendiendo. Estaba desahuciado hasta no hace nada pero con una segunda magnífica segunda vuelta puede soñar con salvarse del descenso. 14 puntos había conseguido en la primera rueda y en ésta ya lleva 16. Le pasó el puesto de colista al Rayo Vallecano y, ganándole 1 a 0 al Alavés (gran centro del argentino Mariano Pernía) ya lo empató en la tabla.

El Rayo necesitaba ganar para no quedar descolgado y apenas pudo empatar contra el Athletic de Bilbao. Es cierto: el punto no le sirve, pero como no mereció nada…