Por la derrota en sí y porque ahora el Madrid carga con la presión de llevarse la Liga si pretende decorar un poco la temporada. Es cierto: se ganó la Supercopa y la Intercontinental, pero a un equipo que aglutina a los mejores jugadores del mundo es lógico exigirle que se lleve al menos un título de los largos.

Además, estaban dando vueltas las críticas. La prensa le cayó muy duro al equipo, pero sobre todo al técnico Vicente Del Bosque y a Fernando Hierro. Entonces había que ver cómo reaccionaba la gente con sus jugadores.

Pero los jugadores no le dieron a los hinchas ninguna oportunidad para el reproche. Salieron desaforados en busca de la victoria y en menos de tres minutos ya ganaba el Madrid 3 a 0. Es cierto: el Málaga fue un equipo generoso que dejó a los blancos jugar demasiado cómodo. O sea: el rival ideal para recomponer una relación que podría haberse resquebrajado. Si fue así, no se notó.

Vicente Del Bosque analizó el comportamiento del público y afirmó: "La nuestra es una afición que sabe perfectamente lo que está haciendo el equipo. Ha disfrutado y está disfrutando estos últimos años de un buen fútbol y de resultados. La gente, ante situaciones críticas, siempre reacciona favorablemente. Ellos ven a un equipo que está dolido por la eliminación y por eso lo apoyó". Tal cual, así fue. Por supuesto: nadie sabrá qué habría pasado si el Madrid no hubiera encarrilado el partido tan rápido.

El diario El País tituló su crónica también destacando esta situación. "Terapia con una mano de goles. El Madrid evita cualquier debate sobre su crisis con tres goles tempraneros". Y para que llegaran esos tres goles tempraneros mucho tuvieron que ver Zidane, que volvió a ser Zidane; Raúl, que no pareció sentir el mes de inactividad; y Morientes, que le demostró a los que no confiaban en él que sabe muy bien cómo es eso de meterla en el otro arco.

¿LA SUERTE DEL CAMPEÓN?
Dice El País: "La Real festeja su peor partido". Dice el Marca: "El Recre fue mejor y dejó en evidencia a los donostiarras". Sea como fuere, la Real Sociedad le ganó 1 a 0 al Recreativo de Huelva y vuelve a mirar a todos desde lo más alto.

Y a veces, ganar sin merecerlo, o teniendo un día pésimo, puede ser un síntoma de fortaleza. Tranquilamente sus rivales pueden pensar: "Si no perdió ahora que jugó tan mal…" Y es el mismo análisis que hizo el entrenador francés Reynald Denoueix: "No podemos pensar en obtener un título de este calibre sin sufrir. Los resultados tan sorprendentes que se están produciendo últimamente hacen imposible realizar algún pronóstico. Lo único que sé es que no tenemos que esperar ningún resultado de los demás. Depende de nosotros".

A falta de cuatro fechas, la Real debe confirmar si es capaz de soportar la ansiedad y la presión. El plantel vasco sabe que se está jugando el título con dos contrincantes que tienen experiencia de sobra en este tipo de definiciones.

No falló contra el Recre, al menos en el resultado. Pero es cierto que sintió la responsabilidad por ganar. Le costó mantener el 1 a 0 que muy pronto consiguió el turco Nihat. Pero terminó zafando… gracias al travesaño y a un par de intervenciones claves de Westerveld.

Lucas Alcaraz, técnico del Recre, aseguró: "Lo que ocurre es que esto no se gana con razones sino con goles". Y la Real metió uno más que su rival. Por ahora, suficiente.

TROPEZÓN GALLEGO
Había antecedentes como para creer que el Deportivo iba a tener una noche tranquila: el Valencia había perdido en sus últimas cinco visitas a La Coruña y además pasaba por su peor crisis de resultados de los últimos años.

Y encima, llegaba con muchas bajas, sobre todo en el sector derecho, tanto de la defensa como del mediocampo. Por eso, el técnico Rafa Benítez apostó por un equipo insólito: entre los once hubo cuatro marcadores centrales (Ayala jugó como lateral derecho y Marchena como volante) y dos laterales izquierdos (Carboni en su lugar y Fabio Aurelio más adelantado). Razones suficientes para creer que el Depor sumaría de nuevo de a tres.

Pero esto es fútbol y los análisis previos pueden quedar ridiculizados ni bien la pelota empieza a rodar. Fue lo que pasó en esta ocasión. Porque el Valencia quiso resarcirse de sus últimas derrotas y suplió la "formación limitada" con mucha actitud general y solidez defensiva.

Fue muy inteligente su planteo. Esperó al Depor bien armadito atrás y salió muy rápido de contraataque. Pablo Aimar y Vicente los manejaron con acierto y Fabio Aurelio fue el que llegó por sorpresa para marcar dos veces.

El Depor quiso, pero no pudo. Estuvo, como dijo su técnico Javier Irureta, "demasiado espeso". No supo cómo romper el entramado defensivo rival y se terminó rindiendo antes del final, como resignado. La explicación de Irureta: "Ellos se replegaron muy bien. Y cuando es así, o entras por huevos o por habilidad y hoy no hemos tenido ninguna de las dos cosas".

Ahora, las cuentas que hacía su técnico tendrán que modificarse, ya que Irureta había anunciado que serían campeones ganando todos los partidos de casa y empatando uno como visitante. Esas cuentas ya no salen y el Depor deberá salir a buscar fuera lo que perdió adentro. Eso sí: antes tendrá que cambiar la imagen.

IBAGAZA HUMILLA AL BARCA
Es paradójico lo que pueden significar los jugadores en distintos países. Los hinchas argentinos recordarán a Ariel Ibagaza como un jugador talentoso que supo mover los hilos de un equipo chico como Lanús. Mientras tanto, a Juan Román Riquelme lo tienen como una gran estrella, responsable de los mejores momentos del Boca más ganador de los últimos tiempos.

Sin embargo, en España la historia es diferente. Ibagaza ya lleva unos años a gran nivel y cada vez que se abre el libro de pases aparece más de un equipo con intenciones de llevárselo. Mientras tanto, Riquelme es un recién llegado y todavía no se pudo ganar un sitio entre los titulares del Barcelona.

Hecha esta aclaración se puede decir que fue lógico que el Mallorca le ganara al Barcelona en el Camp Nou (según el diario Marca: "El Barca no salió goleado porque el Mallorca no quiso). Porque los catalanes no tienen conductor (Riquelme entró promediando el segundo tiempo) y los de la isla girar alrededor del Caño. Que esta vez fue Cañazo… para el Barcelona.

Cuando los azulgranas se habían entusiasmado con el empate, tras un fabuloso pase de Riquelme a Gabri y posterior definición de Kluivert, apareció el Ibagaza más talentoso de todos. Los medios destacaron su brillante pase a Carlos.

Cierto: fue genial, como un pase de billar, con el revés del pie derecho para dejarlo solo con el arquero. Pero el verdadero mérito estuvo en que Ibagaza salió de su área tirando una pared. Recién después llegó el pase maravilloso. El toquecito sutil de Carlos por encima de Valdés dejó el estadio sin gente y al Barcelona cada vez con menos ilusiones. Las que se agranden en Mallorca después de dar dos batacazos bien grandes: uno en el Bernabéu y el otro en el Camp Nou.

Radomir Antic, el DT de los catalanes, ya no sabe qué decir para terminar la temporada dignamente. Por lo pronto aseguró: "Fue un revés importante, pero quedan cuatro partidos y hay que levantarse".

EL RESTO DE LA FECHA
Antes de que alguien se engañe con el 5 a 0 del Villarreal al Celta hay que contar que los de Vigo jugaron con dos jugadores menos casi todo el partido. Luccin fue expulsado por insultar al árbitro a los 20 del primero y Mido a los 22 por una patada descalificadora. Así y todo, al Villarreal le costó llegar al gol. No lo hizo recién hasta el segundo tiempo. Pero una vez que metió el primero empezaron a caer y caer. Uno de ellos, el cuarto, lo metió Martín Palermo, empujando una pelota dos minutos después de haber entrado.

Volvió el Atlético de Madrid cuando más lo necesitaba. Y volvió porque cambió la racha de Javi Moreno. El ex goleador del Alavés (cedido por el Milan) se reencontró con la red por partida doble y el Racing de Santander nunca se pareció al equipo que venía siendo en las últimas fechas.

Definitivamente el Alavés tendrá que sufrir hasta el final. Si no se llevó un partido que fue ganando 2 a 1 y parecía tener controlado… El Athletic de Bilbao siguió peleando y en menos de media hora puso un 4 a 2 demasiado exagerado para los merecimientos de ambos.

Otro partido loco se jugó en Sevilla. Los locales tenían todo controlado con un cómodo 3 a 1 y el Rayo Vallecano parecía que ya se daba por muerto. Sin embargo, encontró el descuento en un tiro libre y un minuto después metió el 3 a 3. Pero el punto no le sirve de mucho, aunque haya sido casi una hazaña. Necesita cuatro más para salvarse.

Respira un poco el Osasuna. Le dio vuelta el partido al Betis sin jugar bien pero con mucha garra. Lo explicó después el DT mexicano Javier Aguirre: "Ya lo habíamos hablado en la semana, teníamos que olvidarnos del espectáculo y pensar en ser efectivos".