Antic no se tragó la lesión de Romy

El argentino Juan Román Riquelme volvió a encender la alarma cuando al poco de iniciarse el entrenamiento pidió regresar al vestuario, aquejado de una contractura en la pierna, hecho que le hubiese dejado unos días de reposo en Barcelona

BARCELONA -- El argentino Juan Román Riquelme volvió a encender la alarma cuando al poco de iniciarse el entrenamiento pidió regresar al vestuario, aquejado de una contractura en la pierna, hecho que le hubiese dejado unos días de reposo en Barcelona y así evitarse el partido contra el Newcastle.

El Barcelona viajará mañana a las 11:15 horas hacia la ciudad norteña de Inglaterra para disputar un partido irrelevante para su suerte en la actual edición de la Liga de Campeones, aunque de vital importancia para su rival, que aún tiene opciones de pasar a cuartos de final.

En los ocho meses que lleva el argentino Juan Román Riquelme en el Barcelona, el entorno del club, y más aún el que rodea en la entidad al jugador, ya ha advertido de las flojeras que padece el ex centrocampista de Boca cuando el Barca ha tenido un compromiso irrelevante en el horizonte más próximo.

Por este motivo, y por otros muchos que sólo están en la mente de Radomir Antic, técnico del Barcelona, esta vez el serbio no tragó con las excusas de su jugador y lo convocó para el partido contra el Newcastle, eso sí, después de escuchar al médico del equipo, Ricard Pruna, que volvió a tratar una lesión misteriosa en el cuerpo del jugador argentino.

Según el parte médico, Riquelme sufre una "moderada contractura en el aductor de la pierna derecha", algo que ha molestado a Antic, quien tras el entrenamiento de hoy ha mostrado un gesto de enfado y desaprobación por una nueva triquiñuela de su jugador.

La nueva recaída de Riquelme se produjo cuando los jugadores que fueron titulares contra el Alavés estaban participando en un partido de 'futtenis' (una especie de tenis, pero jugado con un balón de fútbol y con los pies). A los pocos minutos, Riquelme se quejó de su pierna y solicitó regresar al vestuario, después de que Patrick Kluivert le lanzase una mirada de decepción tras hablar con él.

Pruna le atendió en el vestuario y subió al campo de la Masia para hablar con Antic, quien, contrariamente a lo que se esperaba, convocó al jugador para el partido de Nescastle.

No es la primera vez que una lesión misteriosa se ha cruzado en el camino de Riquelme ante un partido escasamente interesante o irrelevante para él. El último caso que se ha vivido en el club fue con motivo del encuentro que el Barcelona disputó contra el Mallorca en Son Moix, y donde el anterior técnico, Louis van Gaal, se estaba jugando su puesto.

Con su compatriota Carlos Bianchi con las maletas hechas en Argentina, debido a que el Barcelona había autorizado su fichaje si el equipo de Van Gaal caía en Son Moix, Riquelme se quedó en la Ciudad Condal, con el convencimiento de que la destitución del holandés era irremediable (al final el Barca ganó 0-4), así como el relevo en el banquillo.

Aquel 19 de diciembre, Riquelme adujo unas molestias musculares en su pierna izquierda, por lo que abandonó el entrenamiento, aunque también se interpretó que tras haber trascendido que Van Gaal iba a contar con el joven Andrés Iniesta en lugar del argentino, este optó por perderse el partido.

Idéntica situación sucedió el pasado 28 de febrero, precisamente tras la destitución de Louis van Gaal. El Barcelona debía viajar a Lisboa para disputar un partido amistoso contra el Benfica, bajo la dirección de Toño de la Cruz. Después de ser convocado, un nuevo problema muscular apartó a Riquelme de la convocatoria.

A mediados de noviembre, el jugador también se perdió el partido Deportivo-Barcelona por otra lesión escasamente aclarada. Se dio la circunstancia de que en aquellas fechas Argentina debía jugar un amistoso contra Japón en el país asiático.

El fichaje de Riquelme despertó muchas expectativas en el Barcelona, aunque su llegada a la Ciudad Condal provocó dos situaciones inesperadas: la primera fue que Louis van Gaal reconoció abiertamente que el argentino no era prioritario en sus planes y, en segunda instancia, que la opción de que fuese cedido constó en el contrato.

Con la supuesta garantía de que el Barca fichaba a un crack, el jugador se personó en Barcelona con muchas dudas en la entidad, debido a que su llegada no fue aplaudida por todos. Con Van Gaal, el jugador fue un habitual del banquillo, y ahora con Antic, tras reclamar el argentino continuidad, y merced a las numerosas bajas, ha empezado a tener minutos desde la titularidad.

Sin embargo, a pesar de que los resultados del Barcelona han sido bastante discretos en las últimas semanas, la titularidad de Riquelme ha motivado opiniones enfrentadas, las que hablan de que el jugador necesita continuidad, frente a las que critican, no sólo su alineación, sino su estilo de juego.

Y en medio de toda la dialéctica que genera Riquelme, el jugador protagonizó hace una semana un hecho que subió la tensión en el vestuario barcelonista, cuando tras ser sustituido en el partido contra el Valladolid, rechazó darle la mano que le tendió Antic.

Ambos optaron por no incrementar la tensión en sus siguientes declaraciones e, incluso, el técnico le dio la titularidad contra el Bayer Leverkusen, para evitar susceptibilidades, como así reconoció Antic.

Riquelme ha participado en 19 partidos de Liga, en los que ha jugado 1.154 minutos y ha marcado un gol. En la Liga de Campeones también ha marcado un gol, tras disputar ocho partidos (477 minutos). El centrocampista suramericano jugó el único partido que disputó el Barca en la Copa del Rey, contra el Novelda (3-2), en el que marcó un tanto en los 90 minutos que disputó.

- EFE


 ENVÍALO | MÁS ENVIADOS

Barcelona
lunes, 17 de marzo
Portada