Pero, en orden de prioridades, primero hay que hablar de Manchester United, el campeón. Si se tiene en cuenta que Arsenal llevaba ocho puntos de ventaja sobre los de Alex Ferguson en la recta final del torneo, lo lógico sería responsabilizar a los londinenses por dejar escapar casi increíblemente el título de sus manos.

Sin embargo, la producción del United desde principios de este año fue asombrosa, al menos en lo referente a los números: ganó 15 de los últimos 18 partidos y cosechó 48 puntos sobre 54 en disputa. Algo impensable en los meses finales del año anterior, cuando el equipo no encontraba el rumbo y perdía puntos increíblemente.

Sin dudas, el regreso del irlandés Roy Keane y el descomunal potencial goleador del holandés Ruud van Nilsterooy (finalizó como el máximo artillero de la liga) fueron las claves de la levantada del equipo, con Paul Scholes y el galés Ryan Giggs convertidos también en piezas vitales en la transformación del United en los últimos encuentros.

Por supuesto, tampoco faltaron los tradicionales juegos psicológicos de Ferguson, un experto en estas lides, que comenzaron cuando se dio cuenta que Arsenal había dejado de ser invulnerable.

La meta del entrenador escocés se cumplió con creces: cada vez que Arsenal se sintió presionado y perdió puntos, United lo capitalizó al máximo.

De cualquier forma, pese a un nuevo torneo ganado, todavía quedó flotando en Manchester la frustración de no haber podido acceder a la final de la Champions League, que este año se disputará en su propia casa de Old Trafford.

Por ello, Ferguson se verá obligado a realizar algunos cambios con vistas a la próxima temporada, que podrían incluir a David Beckham y al argentino Juan Sebastián Verón.

ARSENAL LO DEJÓ ESCAPAR

Indudablemente, el mejor fútbol de la temporada estuvo a cargo de Arsenal, que a mitad del torneo lideraba con una comodidad tan grande que nadie pensaba en otra cosa que el bi-campeonato.

Pero, sin embargo, una cosa es fútbol atrayente y otra, muy diferente, fútbol eficaz. Y allí está la explicación de por qué Arsenal dejó escapar la gran ventaja que tenía sobre el United cuando restaban poco más de 10 jornadas para el final.

Las culpas hay que buscarlas en la actitud del entrenador Arsene Wenger, que no supo corregir a tiempo las evidentes fragilidades defensivas que su equipo tuvo a lo largo de toda la temporada. Claro, durante la mitad del torneo la potencia de los atacantes y el despliegue de los mediocampistas era tal, que disimulaba los problemas en la última línea.

Pero cuando dejó de ocurrir, el equipo cayó en un pozo del que no pudo salir. Entonces, ya era muy tarde para intentar armar una defensa sólida.

Evidentemente, el ucranio Oleg Luzhny, el francés Pascal Cygan y el latvio Igor Stepanovs son jugadores de segundo nivel, mientras que a sus 37 años, Martin Keown tampoco es una garantía.

De todos modos, resulta bastante injusto que después del fantástico trabajo de jugadores como Thierry Henry y Patrick Vieira - dos de los mejores del campeonato - o Robert Pires y el brasileño Gilberto Silva, Arsenal sea recordado por su debilidad defensiva.

LA LUCHA POR EUROPA
Newcastle United demostró una vez más que el fútbol ofensivo 100% también tiene recompensa. Y una bien grande, ya que se clasificó para la Champions League por segundo año consecutivo.

Amparado en un enorme trabajo de Alan Shearer en la parte ofensiva y del peruano Nolberto Solano, los dirigidos por Bobby Robson cerraron una temporada magnífica en la que se hicieron casi invencibles en su estadio de St. James Park.

Al igual que Arsenal, seguramente tendrán que mejorar bastante ciertos aspectos defensivos, si quieren tener éxito en el ámbito continental. Pero el tercer puesto obtenido en esta Premiership indica que el equipo tiene potencial para lograrlo.

En un duelo que se extendió hasta la última fecha, Chelsea se quedó con la última plaza disponible para la próxima edición de la Champions League, al vencer por 2-1 como local a Liverpool, al que sólo le servía el triunfo para quedarse con la clasificación.

Pero, al final, se hizo justicia, ya que Chelsea fue uno de los grandes animadores del torneo, con dos jugadores que tuvieron un nivel superlativo: los italianos Carlo Cudiccini y Gianfranco Zola.

Liverpool, por el contrario, fue un equipo muy irregular, y en esto tuvo mucho que ver aquel bajón futbolístico sufrido por Michael Owen durante dos o tres meses. Owen y Liverpool se recuperaron en los últimos meses, pero al final no fue suficiente.

Entonces, los dirigidos por Gerard Houllier tendrán que conformarse con jugar la Copa UEFA, junto a Southampton, que consiguió su pase por haber llegado a la final de la Copa F.A. (la disputará ante Arsenal el próximo sábado) y fue una de las revelaciones del torneo.

En su último encuentro, Southampton venció por 1-0 a Manchester City, que jugaba por última vez en la historia en su estadio de Maine Road (ya tienen lista otra cancha más grande para la próxima temporada).

Lo curioso es que, a pesar de la derrota, el City podría llegar a conseguir un lugar en la próxima Copa UEFA, debido a la particular Liga de Juego Limpio de la UEFA, que le posibilitaría a Inglaterra tener una plaza extra. Esto se definirá cuando se conozca le próximo ránking, pero las posibilidades son grandes.

El último lugar disponible para los equipos ingleses en la próxima Copa UEFA quedó en manos de Balckburn Rovers, que en su partido final goleó por 4-0 como visitante a Tottenham Hotspur, que sufrió la expulsión del uruguayo Gustavo Poyet.

Everton, que peleaba con Blackburn, cayó como local por 2-1 ante Manchester United y vio escapar la posibilidad de disputar una competición continental, pese a la excelente campaña realizada, con el joven Wayne Rooney como estandarte.

LOS QUE SUBEN Y LOS QUE BAJAN
Como se sabe, Sunderland y West Bromwich Albion descendieron varias fechas antes del final de la liga. Sus lugares serán tomados por Portsmouth y Leicester City, que lograron el ascenso en el torneo de Primera División.

Sin embargo, restaba definir quién sería el tercer equipo en perder la categoría, en un duelo dramático entre West Ham United y Bolton Wanderers, que llegaron igualados en puntos a la última jornada, aunque con Bolton llevando una pequeña ventaja gracias a su mejor diferencia de gol.

De todos modos, no hubo que apelar a la fría estadística de los goles, ya que West Ham cerró su campaña empatando 2-2 ante Birmingham City y perdió de esa forma su última oportunidad.

West Ham comenzó ganado por 1-0 cuando restaban 24 minutos. Pero Birmingham lo dio vuelta en 10 minutos y, así, ni siquiera el gol del italiano Paolo di Canio sobre el final fue suficiente para coronar el gran esfuerzo hecho por el equipo londinense en las últimas semanas.

Bolton, por su parte, venció por 2-1 como local a Middlesbrough, con otra gran actuación del nigeriano Jay-Jay Okocha, a la postre el responsable máximo de que su equipo se quede un año más en la Premiership.