Italia mostró sus dos caras

La Selección italiana venció por 2 a 0 a Finlandia y logró la doble ventaja en pocos minutos, pero luego se desdibujó y terminó mostrando las viejas mañas italianas. También ganó Gales, y por lo tanto el triunfo no sirvió para acercar la clasificación

ABRAZO DE ESTRELLAS
El goleador Christian Vieri festeja con su compañero Francesco Totti
(Reuters)
ROMA -- La Selección italiana de fútbol hospedó, en la ciudad sureña de Palermo, a su similar de Finlandia, en el marco de la clasificación para el Campeonato de Europa, cuya fase final se disputará en el 2004 en Portugal.

Para la Azzurra, que comprometió su camino hacia Portugal con la derrota sufrida antes Gales, el triunfo era el único resultado útil, y en este sentido el partido resultó exitoso: Italia venció por 2 a 0, con un doblete de su mejor delantero, Christian Vieri.

El marcador se definió en los primeros 20 minutos del encuentro, con los dos chispazos de Vieri, en ambas ocasiones lanzado hacia el gol por Francesco Totti. Sin embargo, Italia pareció conformarse demasiado pronto con la doble ventaja, y terminó ofreciendo, especialmente en el segundo tiempo, una imagen bastante pobre de sí misma, dejando la iniciativa en las manos de los visitantes - por suerte, muy pobres técnicamente - y especulando exclusivamente con la posibilidad del contraataque.

Una verdadera lástima, porque hasta cuando los italianos quisieron jugar ofrecieron un espectáculo bonito y construyeron una cantidad notable de ocasiones de gol, desperdiciadas casi siempre por exceso de seguridad, como si estuvieran "sobrando" el partido y a sus adversarios.

La imagen del final, con Finlandia asediando el área italiana (si bien sin resultados concretos), resultó tan molesta cuanto lo habían sido los goles errados por Vieri en su infantil pretensión de devolverle las asistencias a Totti. Es de esperar que, en el final probablemente muy cerrado que definirá el Grupo 9, no juegue un papel fundamental la diferencia de goles, porque en ese caso Giovanni Trapattoni y sus muchachos deberán lamentar su actitud groseramente soberbia.

LAS NOTAS POSITIVAS
Más de un hincha italiano, al salir de la cancha o al apagar la televisión, debe haberse arrepentido de no haberlo hecho luego de los primeros 45 minutos, y seguramente el triunfo italiano dejó abierto, en muchas cabezas, un interrogante: ¿cuál es el verdadero equipo italiano?

El equipo arrollador del primer tiempo es seguramente uno de los mejores equipos del mundo. Tiene un Totti estrellar, capaz de sugerir y llegar con la misma fantasía, creatividad y talento, un Vieri que seguramente, al momento, es el mejor delantero del mundo por potencia, presencia y promedio de anotación.

Dos aleros verdaderos como Mauro Camoranesi y Marco Delvecchio, capaces de defender y atacar sobre los carriles de competencia pero también de correrse hacia el centro al momento oportuno y dialogar con los compañeros en velocidad.

Dos volantes centrales cumplidores - y en esa posición es donde Italia tiene mayor posibilidad de elección: en lugar de Simone Perrotta y Christian Zanetti, podrían estar indiferentemente Luigi Di Biagio, Damiano Tommasi, Gennaro Gattuso, Massimo Ambrosini, Andrea Pirlo o Eugenio Corini, sólo para nombrar a los que ya vistieron la camiseta azzurra - y una pareja central sólida y experta, seguramente entre las mejores del mundo, como la formada por Alessandro Nesta y Fabio Cannavaro.

Para completar el cuadro, un arquero joven y excepcional como Gianluigi Buffon, un marcador lateral pluridecorado como Christian Panucci y un marcador izquierdo con actitud de volante como Gianluca Zambrotta, sin olvidar que en ese lugar podrían jugar marcadores puros como Gianluca Pessotto o Alessandro Birindelli.

Un equipazo, capaz de llegar jugando o de aguantar la pelota arriba gracias a las poderosas espaldas de Vieri, capaz de maniobrar por el centro o de llegar hasta el fondo por los laterales, con una enorme capacidad de recuperación y una solidez defensiva envidiable. Un equipo que había hecho soñar, antes del Mundial de Japón y Corea, y que todavía puede sumar a estrellas como Alex Del Piero o Filippo Inzaghi.

LAS NOTAS NEGATIVAS
Pero también existe otra Italia. Es el equipo sin alma y corazón que se fue del Mundial queriendo ampararse detrás de los errores arbitrales, sin poder sin embargo disimular las faltas de carácter que la condenaron. Es el equipo que, ante Finlandia, luego de la doble ventaja, "sobró" el partido errando goles imposibles, faltó el respeto a adversarios y público buscando "devolverse favores" entre jugadores antes que cerrar el partido, y que en el segundo tiempo renunció a jugar, dejó la pelota en manos finlandeses - por suerte, los visitantes realmente no sabían que hacer con ella - y permitió que el encuentro se volviese aburrido y estéril, logrando la casi imposible misión de hacerse abuchear, sobre el final, por un público tan pasional cuanto exigente.

Podrá decirse que la victoria era lo fundamental, y que se logró holgadamente, casi sin despeinarse, pero la duda existe y se quedará hasta cuando Italia no logre ofrecer una prestación convincente por todos los 90 minutos. Por otra parte, no se trata de una exigencia caprichosa: también se viajó a extremo Oriente con aureola de candidatos, y se volvió con la cola entre las piernas y la frágil coartada de los yerros arbitrales.

LA NOVEDAD TÁCTICA
Una de las claves de lectura del partido puede pasar por la novedad táctica presentada por Giovanni Trapattoni. El módulo 4-2-3-1, que con mucha ambición y poca vergüenza la prensa italiana bautizó "esquema Real Madrid", pareció acertado ante el débil conjunto escandinavo y viable también antes formaciones de mayor potencial.

La clave de ese esquema son los laterales: Panucci y Camoranesi por derecha, y Zambrotta y Delvecchio por el sector opuesto, garantizan cobertura y proposición ofensiva, gracias especialmente a las características de los dos aleros, el italo argentino Camoranesi y el experimentado Delvecchio, ya que ambos se sacrifican a la hora de defender pero saben transformarse según necesidad en segunda punta, aleros puros o volantes ofensivos, para ofrecerle a Totti varias opciones de diálogo. Obviamente, los dos volantes centrales en este módulo son vitales, pero como decíamos anteriormente en ese sector Italia tiene una rosa de posibilidades amplia y variada, y puede darse el lujo de elegir la pareja central adaptándola a las características de los adversarios.

Más complicada, en cambio, la situación defensiva, ya que Nesta y Cannavaro son casi irremplazables y no se vislumbran detrás de ellos otros marcadores centrales de nivel parecido.

LOS RENDIMIENTOS INDIVIDUALES
La debilidad ofensiva de Finlandia no permite evaluar acabadamente al reparto defensivo, pero en el segundo tiempo, cuando los visitantes buscaron, desordenadamente y sin ideas, enderezar el partido, la defensa italiana no sufrió sobresaltos gracias a los anticipos y la solidez de Nesta y Cannavaro. Buffon tuvo una sola intervención de relieve, y demostró que sabe mantener la concentración aún cuando, como en este caso, es muy poco solicitado.

Los laterales defensivos fueron más importantes ofensivamente y como sostén de la zona central, y ambos se integraron eficazmente con los dos aleros, sobreponiéndose y empujando con energía.

Perrotta se encargó de distribuir, mientras que Zanetti fue el abanderado de la lucha y la recuperación. Ya dijimos de Delvecchio y Camoranesi, y especialmente el italo - argentino es la verdadera clave táctica de este equipo: sin su incorporación, no hubiese sido posible estrenar el nuevo esquema táctico.

Totti y Vieri recogieron los frutos de la buena labor de todo el equipo. Totti, especialmente, libre de espaciar por toda la cancha, mostró sus enormes calidades de fantasía y creatividad, y exhibió su talento cristalino con asistencias de primera, tacos, gambetas, en suma todo el repertorio de un verdadero campeón. El esquema "Real Madrid" lo favoreció enormemente, a él más que a cualquier otro, y con efecto "domino" el otro beneficiado fue Vieri, que pudo capitalizar a su manera las geniales asistencias del compañero.

Lástima que ambos excedieran con los "jueguitos" improductivos en lugar de sepultar al partido y al adversario bajo una avalancha de goles, concretizando al final apenas un 15 por ciento de las jugadas de gol fabricadas.

LA SITUACIÓN DEL GRUPO 9
El triunfo, quedó dicho, era el único resultado útil para Italia, pero tampoco fue suficiente. La situación, en el Grupo 9, queda muy complicada para la Selección Azzurra, especialmente luego del holgado triunfo de Gales ante Azerbaigián (4 a 0), que deja a los británicos primeros con el puntaje ideal, 12 puntos en 4 partidos.

Italia ahora es segunda con 7 unidades (4 jugados), delante de Yugoslavia (o Serbia Montenegro, como según decidió recientemente la FIFA hay que llamarla), que tiene 5 puntos pero apenas 3 partidos jugados. Finlandia y Azerbaigián parecen no tener chances. Es verdad que Gales deberá visitar a los italianos, pero aún un triunfo en ese encuentro no alcanzará para anular su ventaja, y los italianos, a su vez, deberán viajar a Belgrado para enfrentar el difícil equipo dirigido por Dejan Savisevic.

En suma, Italia debe tratar de ganar los cuatro partidos que le quedan, ya que de esa manera podría llegar primera y clasificar directamente y se asegurará, por lo menos, el segundo lugar, que da derecho a un desempate con el segundo clasificado de otro Grupo. Otros resultados podrían igualmente conducir a la clasificación, pero en este caso Italia dependería de los resultados ajenos, sin ser dueña de su propio destino.

Como se ve, una tarea bastante complicada, y el partido ante Finlandia, si bien deja a los italianos en carrera, alimenta las dudas, que se podrían reasumir en pocas palabras: Italia vista en el primer tiempo puede realizar cualquier hazaña, mientras que la del segundo tiempo arriesga otro papelón de tamaño "coreano".

¿Sobre cuál cara caerá la moneda? En junio, Italia visitará a los mismos rivales finlandeses, y en setiembre llegará el Gales. Habrá que esperar hasta entonces para una respuesta definitiva.

VITO DE PALMA es italiano pero ha desarrollado gran parte de su carrera periodística en la Argentina, donde trabajó, entre otros lugares, en el diario Clarín, de Buenos Aires. Actualmente es corresponsal en Italia del SportsCenter Latino y columnista de ESPNdeportes.com.

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