Desde luego, las fechas del doble partido con el Roma (20 y 31 mayo), con el título de la Copa de Italia en juego, no le viene nada bien a un Milán que el 28 afronta al Juventus Turín, con la máxima competición continental en liza. Y la mente de los milanistas, es lógico pensar, estará más en Manchester que en la Ciudad Eterna.

Esto, en especial mañana en la ida, hará que Ancelotti presente en el romano estadio "Olímpico" un equipo con "teóricos reservas" y en el que los brasileños Rivaldo y Serginho parece que tendrá una nueva ocasión -en especial el primero- para redimirse de una temporada decepcionante en lo personal.

También es más que probable que juegue desde el mismo inicio el argentino Fernando Redondo, que sería el faro del centro del campo milanista.

Sin embargo, el Milán no desea "tirar" la Copa Italia ya que es el único trofeo que aún el club milanista no ha conquistado desde que Silvio Berlusconi -actual primer ministro italiano- se hizo con su propiedad.

También, en la hipótesis de que se perdiera la Liga de Campeones, el triunfo tres días después en la Copa de Italia sería "maquillar", bien es verdad ligeramente, la temporada.

Para el Roma, en cambio, hacerse con la Copa de Italia es la salvación de una campaña esperada con ilusión, pero nacida y crecida de forma negativa. Sin olvidar que le daría la presencia en la Copa de la UEFA.

Sería también el primer título copero italiano para Capello, a quien le falta este trofeo en su brillante palmarés. El Roma, para la ida, recupera a su capitán y estrella Francesco Totti y casi seguramente al brasileño Cafú. Ambos han faltado en los últimos encuentros por problemas musculares. También parece que estará disponible Delvecchio, aunque inicialmente estaría en el banquillo de suplentes.

Será, en cambio, baja el delantero Vincenzo Montella, que sufrió el pasado sábado en liga una fractura de nariz de la que hoy será operado.