Desde el lugar de los Alpes donde está transcurriendo las fiestas de navidad y fin de año, Moratti salió al cruce de las versiones sobre el inminente arribo de Solari, al abrirse el mercado de pases el 2 de enero.

La posibilidad de la llegada de Solari, insinuada desde tiempo atrás, había cobrado nuevos bríos el domingo pasado, cuando el entrenador del Inter, el argentino Héctor Cúper, había dejado entrever su interés en reforzar la franja izquierda del ataque.

"A mí, Cuper me dijo cosas diferentes. Evidentemente cuando hizo esas afirmaciones trató de ser gentil con los periodistas que lo asediaban, pero yo sé muy bien cuál es su pensamiento sobre este tema y, por mi parte, soy de la opinión de que Inter no debe comprar a nadie", aseguró el dirigente del club milanés en declaraciones recogidas por la agencia de noticias ANSA.

Pero Moratti no cerró definitivamente las puertas a una eventual incorporación en enero, al afirmar que "en caso de necesidad, el Inter verá lo que debe hacerse", lo que no significa en absoluto que sea Solari el destinatario de la operación, ya que tanto Inter como el futbolista argentino se distanciaron visiblemente en las últimas semanas.

Fuentes allegadas a Inter conjeturan que Moratti quizá intente cobrar 10 millones de euros que Real Madrid todavía le debe al club italiano para después destinar parte de esa suma a la compra de otro jugador que satisfaga las necesidades tácticas de Cuper.