Aunque perseguidos por el fantasma de lo que dejó Hugo en la década de los años 80, Vidrio y Ochoa llegarán a España con la idea de mostrar el crecimiento de los futbolistas mexicanos, usualmente enclaustrados en su liga local, la mejor pagada de América.

En la pasada campaña fracasaron en España los delanteros Cuauhtémoc Blanco (Valladolid) y Francisco Palencia (Espanyol), mientras el mediocampista Gerardo Torrado sobresalió con el Sevilla, club con el que repetirá este año.

Torrado encabezará la legión de mexicanos en España este año, en la cual están asegurados Vidrio y Ochoa y podría sumarse el defensa del Mónaco de Francia Rafael Márquez, si se concreta el interés de algunos equipos españoles por incluirlo en su alineación.

Ellos tratarán de borrar la pobre actuación de Blanco y Palencia, que debieron regresar a su país, después de tener pocas oportunidades como titulares.

El primer mexicano que jugó en España fue Luis Fuentes, con el Racing de Santander en las temporadas de 1932 a 1935, pero el más recordado es Hugo Sánchez, cinco veces máximo goleador de la Liga española.

Hugo, con 234 goles en 347 partidos, tuvo su época de oro en el Real Madrid, entre 1985 y 1992, y con ese club sumó 180 goles y ganó cinco veces la liga, dos la Copa del Rey, y una la Copa UEFA. Antes se alineó con el Atlético y después con el Rayo Vallecano.

Además de Hugo Sánchez, cuya actuación pocos creen que otro mexicano iguale en España, y sus números han pesado demasiado para sus compatriotas. Luis García con 28 anotaciones en dos temporadas con el Atlético de Madrid, ha sido lo mejor de México en tiempos recientes en la liga hispana.

En los últimos años México se consolidó como importador de talentos y pocos se fueron al extranjero. Después de García no sobresalieron en España, pero el año anterior coincidieron tres mexicanos en una misma campaña por primera vez desde 1989.

Javier Aguirre, técnico de la selección mexicana en el Mundial 2002, jugó 14 partidos con el Osasuna, en 1986-87, tuvo la mala suerte de una lesión y ahora llega por la revancha en el puesto de entrenador del mismo equipo, uno de los más modestos de la liga.

Aguirre ha dado la oportunidad a sus compatriotas Vidrio y Ochoa y por segundo año seguido coincidirán por lo menos tres mexicanos en España.

Eso puede ser el inicio de un cambio de mentalidad de los mexicanos, obligados a salir al extranjero para aumentar el nivel con el roce internacional, y España es un lugar ideal, por ser una de las ligas más competitivas del mundo y ser cómoda para la adaptación de los mexicanos.