La segunda ronda de la 88ª edición del Masters de Augusta fue una tortura para la mayoría de los golfistas. El fuerte viento, con ráfagas que alcanzaron los 50 kilómetros por hora, fue un jeroglífico de difícil solución para la mayoría. Y el tablero del primer Major del año es la muestra clara. Hasta Wyndham Clark, actual campeón del US Open, quedó envuelto en la telaraña y no superó el corte Dustin Johnson fue otro que se quedó en el camino. El que sí estará en el fin de semana es Joaquín Niemann, a pesar de pasarla mal.
El chileno firmó una tarjeta de 78, después de un doble bogey (en el 11), seis bogeys y dos birdies, el último en el 18, como para cerrar con más entusiasmo una ronda que fue un sufrimiento. “Fue un día complicado, estuvo difícil entre medio de la vuelta por el viento. Cuando estás en el fairway no se siente y una vez que la pelota despega sí, reacciona distitno. Lo que más me costó fue confiar en la pelota”, analizó Niemann, quien llegó a Augusta por una invitación de la organización. “Fue el triple de trabajo, fue complicado para mí mantenerme. En la vuelta hubo tiros que podría haber ahorrado, pero así son los Majors. Uno siempre trata de pegar los tiros, pero hubo rachas que no fueron las que esperaba. En el 15 me costó porque la bandera estaba complicada con el viento, los par 5 no los aproveché. En el 17 tuve chance de birdie”, cerró Niemann. Este sábado, el chileno saldrá a la cancha a las 11.05 de Chile (10.05 de la Argentina y Uruguay) en busca de tratar de volver a encontrar su mejor juego y mejorar de a poco en un torneo que aparece como impredecible.
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