Golf
Ignacio Colombo 3y

US Open: Grandes nombres en la definición en Torrey Pines

La cancha sur de Torrey Pines se defendió por la tarde y emparejó las acciones. Los dos inesperados punteros luego de los primeros 36 hoyos, Russell Henley y Richard Bland, que arrancaron la tercera vuelta en -5, tuvieron suertes diversas. Henley fue sólido y cada vez que falló lo hizo por el lado bueno. Mantuvo la calma y aunque no jugó muy bien, consiguió defender su número con un valioso par de cancha, que le sirvió para seguir empatado en la punta, ahora con otros dos rivales, el canadiense Mackensie Hughes y uno mucho más temible, el sudafricano Louis Oosthuizen.

El inglés Bland, en las antípodas, tuvo un buen inicio, pero en los segundos 9 hoyos se fue desmoronando de a poco en un recorrido ingrato. Qué cruel puede ser el golf. Y es más cruel todavía cuando la agonía con la que somete a sus víctimas es lenta y dolorosa como fue la de Bland. Cuanto más clemente serían un par de doblebogeys seguidos para sacrificar rápido las chances de un condenado. Pero no fue el caso. Bogey tras bogey, así fue la tortura para el veterano inglés. La historia emotiva de esfuerzo y esperanza terminó para Bland con bastante sufrimiento en la tercera vuelta de este US Open. Firmó una tarjeta con 77 golpes (+6) que lo dejó relegado al puesto 21 con +1. Quizá en la última ronda, sin la presión y sin el foco de los reflectores, vuelva a jugar su buen golf y termine haciendo una gran vuelta. Así de misterioso es este deporte.

Y mientras el drama se desarrollaba en la última salida, por delante, algunas de las estrellas más rutilantes del golf mundial fueron hilvanando scores que los acercaron a la punta para hacer que la definición de esta edición 121 del US Open sea absolutamente impredecible. Hay no menos de 20 jugadores con chances de alzar el trofeo.

A los ya nombrados que van -5, Henley, Hughes y Oosthuizen, se agregan apellidos notables como McIlroy (-3), DeChambeau (-3), Scheffler (-2), Rahm (-2), Wolff (-2), Johnson (-1), Morikawa (-1), Schauffele (-1), Casey (par), Poulter (par), Molinari (par), Koepka (par), Thomas (par). Todos ellos suman nada menos que 16 Majors, y al final del día se agregará uno más.

Entre las vueltas destacables del día hay que hablar de la de Rory McIlroy. Porque cuando se ve a un gran golfista haciendo lo que se supone que tiene que hacer, todo parece encajar en su lugar. Es tranquilizador de alguna manera ver a Rory haciendo de Rory. Sobre todo cuando hace tanto tiempo que no ocurre. El último Major que ganó McIlroy fue el PGA Championship en 2014. Siete años pasaron. Parece un error. Y es por eso que McIlroy quiere desesperadamente ganar esta semana. El ya ganó una vez el US Open, y este sábado fue el décimo aniversario de aquella tremenda victoria en Congressional, con un score record de -16. Rory tenía solo 22 años entonces y parecía inevitable que se llevara el mundo por delante. Y en esta tercera vuelta en Torrey Pines, Rory volvió a ser aquel joven que el golf esperaba para reemplazar a Tiger Woods. En esta tercera vuelta,a medida que construía su gran ronda, su pasó fue distinto, hasta parecía más alto. Así, con autoridad anotó un score de 67 golpes (-4) que lo dejó empatado en el cuarto puesto con -3. El momento culminante puede haber sido cuando embocó un finísimo globo alto desde el borde del green del hoyo 12. O en el hoyo siguiente, el par 5 del 13, cuando partió el fairway con su drive y desde 260 yardas jugó una madera que su caddie Harry Diamond calificó como el mejor tiro que pegó en el año. La pelota voló bien alto y fue directa al hoyo, tanto que pegó contra asta-bandera. Dos putts para birdie y Rory fue otra vez Rory. El único error del día fue cuando falló feo su drive a la izquierda en el hoyo 15. Tuvo que dropear, pero terminó haciendo un valioso bogey que tuvo gusto a birdie, y así lo festejó. Sería muy bueno para el golf que Rory McIlroy ganara este Major.

Otra ronda para destacar fue la de Bryson DeChambeau. Y no solo porque fue buena, sino también porque fue anunciada. “El Científico” lo dijo antes de empezar: “Soñé algo que me hizo ver la luz. Mi golf está entre 9 y 9.5 puntos.” Y así fue. Sus drives fueron misiles y sus hierros a los greens, dardos certeros. Sus putt fueron muy correctos y aunque dejó en la línea y cortas un par de bolas para birdie, pudo embocar otras tres y otras tantas para salvar el par. Así terminó haciendo 68 golpes (-3) sin un solo bogey. Suma en total -3 y empata el cuarto puesto.

Dustin Johnson consiguió finalmente una buena y sólida vuelta en un Major este año. Cuatro birdies y un bogey para un 68 muy importante. Con ese score, el ya ganador del US Open (2016) y del Masters (2020), se colocó en el puesto noveno con -1.

También fue buenísimo lo hecho por uno de los punteros, el canadiense Mackensie Hughes, que jugó un gran golf para anotar un 68 (-3). Tuvo que trabajar bastante para lograrlo ya que hizo tres birdies, un águila (hoyo 13, par 5) y dos bogeys. Cómo sea, el oriundo de Ontario escaló a lo alto del tablero.

Entre los tres latinoamericanos que lograron pasar el corte clasificatorio, el chileno Joaquín Niemann es el mejor ubicado en el puesto 29 con +2. Niemann hizo par de cancha (71) con cinco birdies y cinco bogeys. El venezolano Jhonattan Vegas terminó la tercera vuelta en 74 golpes (+3) y suma cinco sobre el par que lo colocan en el puesto 45. No fue buena la vuelta del argentino Fabián Gómez. El chaqueño batalló contra la cancha pero no pudo doblegarla. Terminó anotando 78 golpes (+7) en la tercera ronda para un total de +11.

Nada mejor que la perspectiva de un día final de Major con final abierto. Sentarse a verlo es un gran programa para un domingo a la tarde. Todo listo en Torrey Pines, San Diego, para un gran espectáculo que terminará coronando al campeón del US Open de 2021.

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