Golf
Ignacio Colombo 3y

British Open: Oosthuizen mantiene la punta por tercer día. Grillo hizo 72 y cayó al puesto 18

En un día perfecto para jugar al golf y cuando se esperaban muy buenos scores, solo 24 jugadores de los 75 clasificados bajaron el par de la cancha. Entre ellos, el sudafricano Louis Oosthuizen hizo 69 (-1) en una ronda variopinta. Llegó a ponerse -13, luego de un gran birdie en el hoyo 9. Pero a partir de allí fue perdiendo consistencia. Dos bogeys (11 y 13) y un par con gusto a bogey en el par 5 del hoyo 14 lo dejaron empatado con Morikawa y Spieth en -11. La bisagra de su vuelta estuvo en el hoyo 15, cuando enfrentó un putt de 4 metros para par. Un bogey allí hubiera sido muy malo. Pero el manso Louis lo embocó por el centro como si fuera un mero trámite. Para alejar las dudas hizo un gran birdie en par 3 del hoyo 16 y terminó otra vez en la punta, como lo hizo el jueves (64) y el viernes (65).

La mejor vuelta fue la del escocés Robert Macintyre con 65 golpes (-5). Otros tres 66 (-4), los de Kokrak, Streelman y Corey Conners, que terminó acercándose mucho al quedar cuarto a cuatro golpes del puntero. No hubo nada mejor que eso. Es cierto que las posiciones de bandera fueron complicadas en general, pero siendo que la tercera vuelta en los torneos es conocida como el “moving day”, o sea el día en que los jugadores con chances tratan de acercarse a los punteros, los scores decepcionaron en general.

El joven astro en ascenso, Collin Morikawa, empezó flojo con dos bogeys (2 y 5), pero con los birdies en los hoyos 7 y 8 acomodó la ida. A la vuelta volvió a ser ese extraordinario tira dardos con sus hierros y con dos birdies (13 y 14) quedó segundo con -11, a uno de Oosthuizen. En conclusión, ninguno de los que estaban arriba en el tablero pudo hacer una gran diferencia.

El que mejor se perfilaba para ello fue Jordan Spieth, que luego de un gran birdie en el hoyo 10 se puso -4 en el día y -12 en el torneo. Pero terminó diluido en un mar de dudas con dos bogeys en los dos hoyos finales. El primero, inexplicable, fue en el hoyo 17, cuando desde el centro del fairway a menos de 100 yardas falló el green por ambicioso. Y el peor de los dos, el del 18, lo hizo al fallar un putt de 60 centímetros, que fue espantoso. La pregunta que todos deben estar haciéndose es: ¿cómo es posible que un profesional que acumula 12 victorias y tres Majors pueda fallar un putt que cualquier aficionado embocaría por el centro del hoyo?. La respuesta a esa pregunta habrá que buscarla en los profundos misterios de la mente humana. Pocas veces se vio a Spieth con una cara tan desencajada. Ni siquiera en el Masters del 2016, después de tirar dos bolas al agua en el hoyo 12 y anotar un cuádruple bogey (7), que acabaría costándole el torneo. Pero así es el golf. Muchos dicen que la cabeza más fuerte del PGA Tour es la de este talentoso texano. Este domingo tendrá la mejor oportunidad para demostrarlo.

Pero para vueltas decepcionantes ninguna mejor que la del Nº1 del Ránking Mundial, Dustin Johnson. El ganador del US Open en 2016 y del Masters en 2019 empezó la ronda en -7 a solo 4 golpes del puntero. En condiciones ideales para desplegar su mejor juego terminó haciendo 73 golpes (+3) con cinco bogeys y solo dos birdies. Así quedó relegado al puesto 18, ya sin chances de aspirar al título.

Jon Rahm, el favorito de todos al comenzar, hizo 68 golpes (-2) y terminó empatado en el puesto 6to con -7. Nada mal, pero lejos de lo que él esperaba. Habrá que ver si este domingo puede, con una vuelta histórica, pelear por la punta.

El argentino Emiliano Grillo, el mejor clasificado de la escuadra latinoamericana, entusiasmó a todos cuando, en el principio de su vuelta, clavó de lejos un gran birdie en el hoyo 2. Pero enseguida la cancha le dio un golpazo en el par 3 del hoyo 3 cuando anotó un doloroso triple bogey. Eso fue demasiado para Grillo y su lenguaje corporal fue inconfundible. Sin embargo, siguió peleando. Hizo birdie en el hoyo 6 y terminó haciendo 72 golpes (+2) y con -4 empata el puesto 18. Ya lejos de pelear el campeonato y la ilusión perdida de toda la región, solo tendrá chances de alcanzar un valioso “top ten” en un Major, que sería la mejor colocación de su carrera hasta el momento. No fue posible tener las palabras de Grillo, que se retiró rápido luego de entregar su tarjeta, sin atender a la prensa.

Otro que peleó contra la decepción fue el mexicano Abraham Ancer, que empezó su vuelta con un triple bogey en el par 4 del hoyo 1. A partir de allí pudo recuperarse y terminó con 71 golpes (+1). Con un total de +1, Ancer empata el puesto 53.

El chileno Joaquín Niemann fue el que más sufrió en la tercera ronda. Cuatro bogeys y un doble bogey hablan por sí solos. En la vuelta logró un águila en el par 5 del hoyo 14 y un birdie final como consuelo en el hoyo 18. Hizo 73 golpes (+3) y con +2 quedó en el puesto 58.

La cancha de Royal St George´s es una de las más exigentes de la rotación del Open. Desde el aire se ve como un gran páramo desértico pegado al mar. Ya en la tierra y recorriéndola tiene la magia de los links en su mejor versión. Los profundos “pot bunkers”, sembrados en los fairways y alrededor de los greens son una de sus pocas defensas y accidentes. Una joya finalmente del golf británico que desde este domingo será el escenario de la última vuelta de la edición 149 del torneo de golf más antiguo del mundo, The Open Championship.

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