El sol salía en Avenida de los Ombúes (la casa de GEBA) y Thomas Habif le abrió las puertas de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires a ESPN para hablar de su carrera antes de partir hacia sus compromisos con el Mannheimer de Alemania. TH se explayó sobre sus sueños y los aprendizajes de su trayectoria.
En la actualidad, el tercero de la dinastía Habif, se sumó al club en el que juegan hace años sus hermanas y contó sobre el surgimiento la idea: “No lo había pensado, no estaba en mis planes, se fue dando. En el último tiempo tenía más ganas de estar en Argentina o de algo más familiar, entonces por eso fue un poco la decisión de ir a Mannheimer, estar cerca de mis hermanas, Flor que justo iba a ser mamá y todo cerraba como para estar allá”.
Si al lazo familiar se refiere, el inicio de Thomas en la actividad también estuvo inducido por sus hermanas más grandes: “Ellas empezaron, hacían patín y después arrancaron a jugar al hockey. Yo tenía que hacer algo y lo más fácil fue hacer lo que hacían ellas, entonces me tiraron acá. GEBA es como una casa para nosotros, siempre que nos toca volver o estamos en alguna gira, se extraña. Es el sentido de pertenencia que te van inculcando los más grandes, las ganas de estar, de pertenecer a este club, que para mí es de lo más lindo”.
Habif se convirtió en uno de los referentes de Los Leones, por una cuestión generacional y agregado a lo que le aporta al equipo con su hockey, pero no obvió el significado de tener una gran cantera para lo próximo: “Nivel hay de sobra, Mati Andreotti, Tomi Ruiz, Bruno Correa… se me van a pasar un montón, pero hay mucha jerarquía, creo que complementar las dos cosas puede hacer que este equipo crezca un montón y que se posicione donde verdaderamente queremos estar: dentro de los mejores cuatro del mundo, en una semifinal olímpica o en una semifinal del mundo”.
Thomas es consciente que todo proceso lleva su tiempo y no escatimó en palabras para referirse acerca del nuevo trabajo que está llevando a cabo Lucas Rey: “Son seis meses de trabajo, con un cuerpo técnico nuevo, van a haber errores, golpes, pero no va a ser lo mismo dentro de cuatro años que es a dónde se apunta, a llegar lo mejor posible al Juego Olímpico. Hay que estar tranquilos de que el resultado hoy en día no tiene que ser la prioridad, sino que es algo más a largo plazo, respetar los tiempos es lógico, porque todos queremos resultados, todos quieren ganar, todos nos sentimos bien cuando ganamos, y tristes cuando perdemos, es una realidad, somos argentinos, somos muy futboleros en ese sentido, pero hay estar tranquilos de que el proceso, si nosotros lo respetamos, si lo hacemos bien, va a ser muy bueno”, aseveró el mediocampista.
No todo fue color de rosas en la carrera de Thomas, hubo un tiempo que quedó fuera del circuito de selección, pero eso no logró que bajara los brazos para cumplir su sueño de debutar en el seleccionado mayor: “Cuando terminó el mundial junior, me llamó el Chapa (Retegui), hasta mitad de año estuve entrenando con Los Leones, después hubo una concentración en Valencia que no me tocó ir y tras esa gira me dijo que no iba a continuar. Seguí entrenando con el club, porque si vos hacés las cosas bien, sos constante y te esforzás, en algún momento te va a tocar, es una realidad, siento que fue un poco eso. El sacrificio, el dejar algunas cosas de lado, si bien no pertenecía al seleccionado había cosas que resignaba en pos de poder volver; después me tocó estar con Germán (Orozco), debutar en la Pro League, traté de hacerlo lo mejor posible, como siempre y hoy soy un jugador un poco más completo que en ese momento”.
Tras esa afirmación, TH no esquivó la repregunta: “creo que el entrenamiento me hizo más completo, el sacrificio, uno se va poniendo un poco más grande y va adquiriendo otra experiencia dentro del Metropolitano, entonces eso también te hace que al momento de jugar algún partido internacional, tengas más roce, más rodaje y eso ayuda a que seas más constante a la hora de cuando te toca estar en el seleccionado”.
Más allá que sus sueños más grandes aún siguen latentes para poderlos cumplir, el nacido en Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires pudo coronar uno de sus anhelos desde chico: “Uno de mis objetivos deportivos era salir campeón con el club, sin dudas. Se nos dio, así que ese ya lo pude tachar y ahora objetivo personal… lo que sueña cualquier jugador es lo máximo que pueda aspirar: una medalla en un Juego Olímpico. Sería coronar la carrera de la mejor manera. Hay que ver si llegamos al Juego, pero también en un mundial que sería algo hermoso, poder conseguir algo más que a nivel América con el seleccionado. Estuve en Río 2016, pude ver la final de los chicos y ellos dejaron la vara muy alta por eso hoy en día también se exige tanto el resultado”.
Dentro de la charla, el León se refirió a las próximas metas que tiene en su vida profesional: “Cuando tenía 20 lo veía muy lejano, ahora más llegando a los 30 lo vas viendo un poco más cercano, pero tratando de disfrutar el día a día y con ganas de continuar. Hoy decís ‘un Juego Olímpico dentro de cuatro años’ y lo ves lejano, pero con mucha energía, porque no te podés relajar un segundo y así lo planteo un cuerpo técnico nuevo, acá va a jugar el que mejor esté y si hay otro que está mejor le va a tocar salir, entonces eso nos viene bárbaro, nos hace crecer todos los días para seguir mejorando día a día”.
Para hablar de su futuro, Thomas no anduvo con rodeos y analizó lo que considera que será más probable sobre sus predilecciones: “No me veo ser entrenador de mayores, puede ser que cambie de idea, pero el día que siga con el hockey creo que me voy a tomar un año sabático para descansar y buscar otras cosas, aunque no descarto tampoco en volver a eso. Me tocó dirigir mucho tiempo categorías en GEBA, hoy comparto la Primera con varios de los chicos que entrené en octava, siempre que podamos estar presentes y dar una mano en el club trato de hacerlo e inculcar un poco de lo que los grandes me fueron dejando”, selló Habif.