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A 10 años del Mundial de Rosario: el recuerdo de Piti D'Elía y Mariné Russo

El 11 de septiembre de 2010, en el estadio Mundialista de Rosario -hoy llamado Luciana Aymar-, Las Leonas se consagraron campeonas del mundo por segunda vez en la historia, tras vencer a Países Bajos por 3 a 1. ESPN.com habló con Silvina D’Elía y Mariné Russo para recordar el título.

Desde el nacimiento de Las Leonas en Sidney 2000, el seleccionado femenino acumuló medallas de todos los colores y en todos los torneos. Pero hay una que el contexto la hizo distinta. No era la primera vez que conseguían un título Mundial. El debut fue en Perth 2002, Australia, y tuvo esa magia de lo desconocido hasta el momento. Pero ocho años después, en 2010, repitieron la sensación de subirse al escalón más alto del podio con una gran diferencia: de fondo, había más de 12 mil espectadores alentándolas como nunca habían visto, coreando el himno, saltando hasta hacer temblar el estadio. Jugaron de local, en Rosario, una de las ciudades del hockey, el jardín de la casa de Luciana Aymar, y todo salió como lo planearon.

Mariné Russo es una de las jugadoras que fue parte de los dos equipos campeones del mundo, y recuerda que la mística que se fue formando desde antes de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2000, y que ella conoció más de cerca en 2001 cuando jugó su primer torneo con el mayor, se mantuvo hasta llegar a Rosario. “El combo de ser locales y tener un equipo con un mix de experiencia y frescura, fue perfecto. Nos encontró en el mejor momento a cada una y éramos un equipo sólido con mucha seguridad. Las más chicas se apoyaban en las más grandes, y las más grandes estábamos en nuestro punto justo”, explicó.

Para Piti D’Elía la comunión de grupo las llevó a tocar el cielo con las manos. “Éramos como un puño, todas diferentes porque teníamos distintas edades, pero actuábamos juntas, como un bloque”, contó la mendocina.

Pasaron 10 años de aquel torneo histórico de Las Leonas, pero hay recuerdos que quedan para siempre. Ambas jugadoras coinciden en que la sensación de salir al estadio lleno de gente fue única, y saber que sus familias y amigos estaban en las tribunas las empujó a dar el máximo en todo momento.

“Siento que fui parte del mejor equipo del mundo”, comenzó a relatar Piti. “Compartir la cancha con Sole García, Clau Burkart, Mariné, Succi, Carlita Rebecchi, Charo Luchetti, Noe Barrionuevo, fue increíble, pero como Lucha no va a haber otra. Me acuerdo del gol de ella contra China, que comparan con el de Maradona, a medida que iba pasando la jugada, decía ‘No, no puede ser’. Cuando se fue acercando a hacer el gol, me puse el palo acá (debajo de la axila) y empecé a aplaudir”, confesó la defensora con una sonrisa.

Para quienes siguen un torneo por televisión, hay imágenes que quedan como símbolos de los logros. En hockey hay algunos muy marcados: la emoción del segundo puesto en Sidney 2000, a Mariela Antoniska corriendo hacia sus compañeras luego de atajar el penal que les dio el primer título mundial, sacándose el casco y dándose a conocer después de tanto anonimato, y a Masotta bailando con la Copa en 2002. El 11 de septiembre de 2010, se sumó el salto seguido del abrazo, cuando faltaban aún 15 segundos para que termine el partido ante Países Bajos, de Mariné Russo con la capitana y mejor del mundo, Luciana Aymar.

“Me acuerdo del abrazo final con Lucha. Teníamos la pelota nosotras, yo como ocho cerré la cancha y le decíamos a Noe ‘tirala, tirala’. Miré el reloj, cruzamos miradas con Lu y nos dimo cuenta que ya estaba. Somos campeonas. Nos fundimos en un abrazo. Poder festejar sin que termine un partido era un lujo absoluto”, recordó Mariné.

El contexto, la música del ambiente, la hinchada, la predominancia del celeste y blanco alrededor, motivaron y alentaron hasta la gloria a este equipo de Leonas que ya conocía el éxito, pero que hasta el 2010, no lo había podido compartir con la gente e su país. “No entendía cómo podía entrar tanta alegría en mi cuerpo. Sin dudas fue el mejor torneo”, cerró Piti D’Elía.

El camino al título de forma invicta

El debut de Argentina en la Copa del Mundo 2010 fue con Sudáfrica, con una victoria por 5 a 2 con goles de Noel Barrionuevo, Luciana Aymar (3) y Mariné Russo. La segunda fecha fue ante Corea, a quien vencieron por la mínima con un tanto de Rebecchi. Luego le ganaron a España 4 a 0 (dos de Barrionuevo, Gulla y Luchetti), y a China por 2 a 0, con uno de los mejores goles de Lucha y otro de Noel de córner corto. Cerraron la fase de grupos con una victoria ante Inglaterra por 2 a 0 (Barrionuevo y Daniela Sruoga).

Ya en semifinales, derrotaron a Alemania por 2 a 1 (Aymar y Luchetti) y avanzaron a la gran final ante Países Bajos, último campeón.

En la final, tras una asistencia de Soledad García, Carla Rebecchi anotó el primer tanto a los tres minutos del comienzo. Y a los siete, la encargada de ejecutar los cortos, Noel Barrionuevo, hizo lo suyo y marcó el 2 a 0. Recién a los 44’ apareció una respuesta de las naranjas a través de Maartje Paumen, también de jugada fija. Las Leonas buscaron ampliar la brecha, y a los 54’, otra vez Rebecchi dejó marcado el 3 a 1 para obtener así la medalla de oro.

El plantel argentino estuvo conformado por: Belén Succi, Mariana Rossi, Rosario Luchetti, Macarena Rodriguez, Alejandra Gulla, Luciana Aymar, Soledad García, Carla Rebecchi, Delfina Merino, Laura Aladro, Romina Vatteone, Daniela Sruoga, Mariné Russo, Mariela Scarone, Claudia Burkart, Silvina D'Elía, Giselle Kañevsky y Noel Barrionuevo. Entrenador: Carlos Retegui.