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Piti D'Elía regresó a Las Leonas: "No debería haberme ido"

Silvina D’Elía retomó los entrenamientos con Las Leonas, después de su ausencia acordada con el cuerpo técnico, y conversó con ESPN Hockey sobre sus sensaciones.

La historia de “Piti” con la celeste y blanca tiene más de un capítulo. Su pasión y visceralidad la llevaron a tomar, tal vez, algunas decisiones de forma intempestiva. No se trata de una apreciación, sino de cómo se define ella misma: “impulsiva y con algunas cosas en la cabeza”, dice entre risas. En 2015 renunció a la selección; en 2017, con Agustín Corradini como guía del equipo, intentó regresar pero no prosperó el plan; y finalmente, Carlos Retegui, que retomó el timón de Las Leonas a fines de 2018, la convocó en 2019 para reforzar la defensa y sumar su experiencia en la cancha de cara al debut de la Pro League y la próxima cita olímpica en Tokio 2020.

En agosto de este año, y luego de una situación atípica por la pandemia en la que cada integrante de la selección argentina se entrenó por su cuenta, en su casa, y de la forma que pudo durante seis meses, Las Leonas lograron concretar una concentración grupal en modo “burbuja” en la ciudad balnearia de Pinamar. En este contexto, y con la postergación de los Juegos Olímpicos confirmada -torneo que esperaba para retirarse-, Piti habló con el cuerpo técnico y le manifestó sus sensaciones al respecto: “Me senté con el Chapa, le transmití lo que me pasaba y cómo me sentía. Él me escuchó, me entendió y me propuso estar un tiempo afuera para darme cuenta lo que realmente quería. Me dijo que en febrero me podía dar otra oportunidad”, comentó la mendocina de 34 años. Esta resolución fue aplicada también para Rosario Luchetti y Carla Rebecchi.

Más allá de lo que sentía en ese momento, nunca estuvo muy segura. “La verdad es que desde que me fui, extrañaba a las chicas, me di cuenta que quería estar ahí. Mismo en el viaje de Pinamar a Buenos Aires, ya les estaba escribiendo para decirles que tenía una revolución dentro mío, que podían entenderme o no, pero que mi decisión fue con todo el respeto hacia ellas. Yo considero que uno tiene que estar al ciento por ciento y yo no me sentía así”, agregó.

Dijo que el camino a casa, luego de saber que finalmente tenía unos meses por delante lejos del alto rendimiento y del grupo, lo transitó sin decir una palabra, en silencio. Su mente puede ir más rápido que su pegada, con más intensidad incluso, y por eso cree que se apresura a veces en definir su futuro.

“No hubo un sólo día en el que no estuve pensando en volver. Al mes, ya lo llamé al Chapa y le dije ‘quiero estar, quiero volver’. Me di cuenta estando afuera que lo que quiero es estar ahí”, aseguró la defensora. “Todo el tiempo le transmití mi deseo de regresar (a Retegui), traté de que él me vea decidida. Me fui de Pinamar y hoy, después de tres meses, vuelvo, y eso también era una preocupación del Chapa. Me dijo que tenía que estar decidida, que no puede ser así”.

A raíz de su mensaje al cuerpo técnico y su necesidad interna de ser parte, una vez más, de ese grupo selecto que representa a Argentina, recibió hace unos días el llamado que tanto esperaba. “Se comunicó conmigo Marito Almada (ayudante de Carlos Retegui) y me transmitió lo que pensaban ellos y el equipo, y me dijo que volviera positiva y a sumar. Y acá estoy de nuevo, no debería haberme ido”, comentó Piti con alivio.

La mendocina es consciente de sus ‘idas y vueltas’, sabe que debe hacer eso que hace en el campo de juego: frenar la bocha, levantar la cabeza, y buscar la mejor opción. Por eso decidió comenzar a estudiar Coaching Ontológico, para tener más herramientas, para ser mejor. Hoy, con más calma, tiene la claridad para decir que su principal objetivo vuelven a ser los Juegos Olímpicos de Tokio, que allí será su retiro, pero que no termina su vida. Sueña con la medalla que le falta a nivel deportivo, el oro en ese torneo, pero también con un desarrollo personal y un proyecto de vida post Leonas: “Me encantaría certificarme como coach, y deseo formar una familia con Chari (Luchetti)”, concluyó con una sonrisa.