El camino hacia las artes marciales mixtas es distinto para todos los peleadores y el caso de la mexicana Estefy Cobos es muy particular.
La representante del Lobo Gym llegó a la jaula de manera inesperada, luego de ser reina de belleza en Veracruz y tener una carrera establecida en el modelaje.
Cobos fue ganadora del concurso Nuestra Belleza Veracruz en el 2013 y participó en Nuestra Belleza México ese mismo año, convirtiéndose posteriormente en modelo antes de hacer la transición al deporte en el 2017.
"Después de participar en Nuestra Belleza seguí modelando, seguí viajando y una marca, que hasta la fecha trabaja conmigo, me dijo vamos a trabajar a Guadalajara, vamos a una expo belleza, te queremos como imagen y me vine para acá", narró Estefy Cobos sobre cómo comenzó su carrera como peleadora. "Me contacté con [el coach] Luis [Grasso] para saber si podía entrenar con ellos, me dijo que sí, entrené con ellos, ahí me conocieron, después de esos días que estuve trabajando aquí y entrenando aquí, Luis fue el que me metió esa espinita en la cabeza, me dijo, '¿Por qué no lo intentas hacer profesional?', mi contestación fue que en Veracruz no hay ni el nivel ni el apoyo para hacerlo de manera… bien, a lo que me respondió, 'Piénsalo, si tú decides hacerlo de manera profesional, no como hobby, ni para estar en forma dentro del modelaje, llámame y nos ponemos de acuerdo'. Eso fue en septiembre del 2016 y ya para diciembre de ese año fue como 'vámonos recio'".
Cobos, quien comenzó a entrenar full contact a los 17 años de edad, decidió aprovechar la oportunidad de enfrentar un nuevo reto y se dedicó por completo al deporte.
"Me dije, 'Necesito un cambio en mi vida, quiero hacer otra cosa, modelar no me llena, sí está padre y verte guapa está bonito', pero yo quería algo más, quería ver hasta dónde podía llegar a mis límites, tanto físicamente, emocionalmente, mentalmente, quería un reto real y en diciembre dije, 'Quiero intentarlo', y en enero del 2017 yo ya estaba aquí", declaró en entrevista para ESPN Digital. "Estoy 100 por ciento enfocada en entrenar, pelear y rodearme de la gente con la que quiero estar trabajando, de la que quiero aprender y llegué aquí, recibí mucho apoyo, me trataron súper bien, el primer año fue muy duro por el cambio, la familia, venirme sin conocer nada más a los del gimnasio, primero fue muy duro pero ahorita ya encontré mi lugar, me siento en paz, me siento feliz, todavía no he estado peleando en los niveles que quisiera pero ha sido un proceso súper padre, lo he disfrutado, me siento feliz, estoy feliz de la gente con la que me estoy rodeando, la vibra, la energía, el amor que estoy recibiendo por todos lados, definitivamente fue la mejor decisión que pude haber tomado".
Cobos, quien continúa modelando cuando sus entrenamientos lo permiten, realiza tres sesiones al día y tuvo que cambiar su régimen de alimentación para hacer la transición a las artes marciales mixtas.
"Para modelar me pedían ciertas medidas y cierto peso, entonces como soy muy alta, estoy muy grande, era poca mi musculatura, estaba delgadita", recuerda Estefy. "Cuando llegué el coach Luis Grasso me dijo, 'A ver si no te lastimas porque estás muy delgada', entonces lo primero que hicieron fue darme una buena dieta para subir de peso, pero bien, en musculatura, fue como empecé a agarrar más fuerza, más músculo, porque las chicas aquí están duras, son fuertes, son duras".
Actualmente, Cobos compite en la empresa K1 Combate Tapatío en kickboxing en los 63 kilogramos, pero su plan pelear en los 61 kilogramos (peso gallo) en artes marciales mixtas.
Durante su estancia en el Lobo Gym, Cobos ha tenido la oportunidad de entrenar de cerca junto a Alexa Grasso, Irene Aldana y el resto del equipo, de quienes aprende y seguir sus pasos.
"Es increíble verla entrenar, tanto arriba como en piso, ver a todo el equipo entrenar es padrísimo, seguir esos pasos te motiva a seguir haciéndolo bien, a no quedarte en una zona de 'Bueno, ya, entreno a medias', no, porque la gente sigue entrenando, tu oponente no se va a quedar de 'Un entrenamiento al día', claro que no, entonces seguir dando, seguir entrenando, aprender de toda la gente con la que tenemos la fortuna, los que somos foráneos, que llegamos sin saber nada, tener la fortuna de convivir con esta gente, poder entrenar con ellos y ver la actitud que tienen ante la vida es como un tesoro", sentenció.