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Érik "Terrible" Morales no le gusta la violencia de UFC, pero admira a Brandon Moreno

Al Salón de la Fama, Érik "Terrible" Morales, le queda claro que las Artes Marciales Mixtas son fuertes de ver, pero la admiración y respeto por su compatriota y vecino de Tijuana Brandon Moreno está presente. ESPN Deportes Digital juntó a los dos campeones en una charla en Ciudad de México.

“A mí me cuesta mucho trabajo [ver MMA] por las lesiones, cuando se rompen la pierna y así”, dice Morales hablando de algunas de las peleas más recientes, en específico la de Chris Weidman en UFC 261 “Sé que va a ser difícil cambiarte la perspectiva del deporte. Quiero invitarte a que veas. A mí me tocó analizar ese evento y se vio bien feo, hasta me puse triste”, le contestó el artemarcialista.

A pesar de los intentos del peleador de 27 años, se ve complicado que convierta a Morales en un fan a tiempo completo: “A mí me da angustia, soy como claustrofóbico, así como tenías a este rival y le apretaste el pescuezo”, dijo Érik al recordar la imagen de la sumisión a Figueiredo, provocando una reacción inmediata entre risas: “En las peleas contra Barrera yo no vi nada de claustrofobia”.

Los dos ídolos tijuanenses coincidieron en la parte violenta del deporte de combate, pero también en el aspecto del respeto por el oponente y el deseo de que ambos salgan en las mejores condiciones.

“Desde chiquillo me dediqué a este deporte y no deja de ser impactante cuando le pegas a alguien y se cae. Estas todo feliz, pero volteas a ver si ya se paró o cuando eres tú el que esta abajo. Siempre le pides a Dios que los dos puedan bajar con salud, porque al final del día tu intención no es lastimar al otro, es ganarle o hasta noquearlo, pero no lastimarlo”, explicó el ahora diputado Morales Elvira.

Tijuana es tierra de campeones mundiales. Una ciudad fronteriza donde tanto los guerreros locales, como los foráneos encontraron una casa para entrenar o participar en funciones locales.

Nombres como el de Juan José ‘Dinamita’ Estrada, Raúl ‘Jíbaro’ Pérez, Manuel ‘Mantecas’ Medina, Antonio Margarito o Jackie Nava han escrito la historia tijuanense en el cuadrilátero.

De todos, Érik ‘Terrible’ Morales fue tal vez quien logró el mayor reconocimiento a nivel mundial, con sus títulos en cuatro categorías diferentes (el primer mexicano en lograr dicha faena), su inclusión en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional, y las trilogías contra su compatriota Marco Antonio Barrera y el filipino Manny Pacquiao que son atesoradas por los fans del boxeo como algunas de las más intensas de las últimas décadas.

Ahora, además de una carrera política como diputado, Morales entrena a una de las estrellas jóvenes con mayor proyección en México, su paisano Jaime Munguía, que cerraba su campamento la noche del 12 de junio, cuando se reunieron frente a la televisión para ver a otro guerrero tijuanense, pero dentro del octágono: Brandon Moreno.

“Estábamos en casa de Jaime Munguía, yo lo entreno a él y peleo a la semana siguiente. Para mi gusto, yo no sé nada de jiu-jitsu y de las otras cosas, siento que en la primera parte lo hiciste muy bien y en la segunda te golpearon porque te metiste, aunque también entiendo que si no hacías eso no lo hubieras rendido”, relató Morales al nuevo campeón mosca del UFC en un encuentro captado por las cámaras de ESPN.

“Tenía muchas ganas de conocerte canijo”, le dijo el “Bebé Asesino” al “Terrible” con una sonrisa. Sorprendido de que hubiera estado pendiente de su combate, le ofreció una explicación.

“Me sentí muy bien y a veces es complicado, te tienes que adaptar en el boxeo para las artes marciales mixtas, porque está el jiujitsu y otros factores. La verdad es que me sentí muy cómodo, en la primera pelea ahí si nos dimos con todo, creo que ahí podrías apreciar más aciertos y errores, la pelea prácticamente fue de pie”.

Luego de dos combates con el brasileño Deiveson Figueiredo (el primero fue empate), el tricolor logró hacer historia como el primer monarca mexicano de la organización más grande de MMA en el mundo. Moreno siempre fue un buen peleador de piso, pero en 2018 tomó la decisión que apuntaló su carrera: entrenar como un verdadero boxeador mexicano parte fortalecer esa parte de su juego.

“En el 2018 empecé a boxear en la Zona Norte (gimnasio del ‘Terrible´), ya tenía varios años en el deporte, practicaba jiu-jitsu, muay thai lucha, pero ahí llegué a tu gimnasio”, relató.

Fue una decisión clave para Moreno. Venía de dos derrotas duras y llegó con Javier ‘Drift’ Cortés, su actual coach de boxeo, que lo regresó a los básicos, y en una cuestión de minutos, se dio cuenta que tenía mucho que aprender.

“¿Cómo te trataron?”, le preguntó Morales a Brandon, quien respondió con honestidad.

“Me madrearon…no te voy a mentir, venía de perder una pelea. Empezamos a revisar la pelea y vimos que hacía falta técnica con las manos, el jiu-jitsu estaba muy bien, la lucha estaba muy bien, pero había cosas técnicas en el parado, las piernas, el movimiento de cabeza”, agregó.

Su derrota ante el brasileño Alexandre Pantoja evidenció más esos huecos y además le costó la rescisión de su contrato con la compañía; técnicamente tendría que empezar desde cero: “El primer día fui a hacer sparring con mi careta de MMA, porque con la de boxeo cerrada no te deja ver los derribos. No me acuerdo si fue un uppercut, pero me sangraron la nariz. Eso le gustó a ‘Drift’, que no me rendí que quise seguir boxeando”.

Cortés decidió tomarlo como proyecto, considerando que ya trabajaba con otros peleadores de MMA, pero en Brandon encontró la dedicación que lo llevó a involucrarse cada vez más en ese deporte y él noto la diferencia en sus siguientes combates, desde su victoria sobre Maikel Pérez por el título de LFA, y en su regreso al UFC, sobre todo en la pelea ante el neozelandés Kai Kara-France, un golpeador de élite, a quien superó en tres rounds de pie.

“Ahora, puedo mantener la pelea en el terreno que yo quiero. Como la técnica de las manos ha mejorado, pues me he estado dando vuelo”, reconoce Moreno con una enorme sonrisa.

Para el campeón más reciente de la promoción fue necesario mudarse a Las Vegas, debido a que también tiene un rol de comentarista. No obstante, su equipo sigue en Tijuana, en el Entram Gym de Raúl Arvizu, donde seguirá haciendo sus campamentos y trabajando en elementos como su boxeo, cada vez más apegado al estilo de los grandes ídolos mexicanos como lo fue Morales, a quien trata de involucrarlo.

Tijuana ya es una tierra de leyendas en el boxeo y Moreno quiere extender la suya en las artes marciales mixtas.