Faltaban 23 vueltas para el cierre del GP de Francia, quinta fecha del campeonato MotoGP que se vive por Star+, cuando Pecco Bagnaia y Maverick Viñales peleaban por el tercer lugar. La refriega fue áspera, tanto que hubo toque y los dos terminaron en el piso. Lo pero llegó después, cuando rápidamente el español encaró al campeón para recriminarle la maniobra y ¡le pegó un cachetazo! La respuesta: empujón de parte del italiano y los auxiliares separando para evitar que pasara a mayores
Como siempre ocurre, cada uno tuvo su visión de la maniobra que, para todos los neutrales, fue muy al límite de los dos lados. Si se realiza una encuesta en busca del culpable, sin dudas no habría un claro ganador. Pero, claro, el origen de todo quedó en un segundo plano cuando quisieron convertirse en Canelo Álvarez.
“Claramente fue un accidente de carrera, una circunstancia desafortunada, aunque evitable en ambos lados. Cambié de dirección en el punto donde hubiera cambiado de todos modos, no tocamos y el golpe fue bastante violento. No me gustó mucho su reacción después de la caída, pero la adrenalina a veces juega malas pasadas y el miedo tiende a ponerte agresivo”, dijo Bagnaia.
En el otro rincón, el piloto de Aprilia aseguró: “"Los dos somos pilotos con un gran juego limpio, pero en estas carreras tenemos que calmarnos un poco, de lo contrario nadie llegará al final de la temporada. Hemos dado nuestro punto de vista en la dirección de la carrera y podemos decir que fue un incidente de carrera. ¿Si perdí un poco los nervios? Llevo semanas intentando ganar. Había mucha adrenalina. Muchos necesitan calmarse, no lo digo solo por Pecco. Tenemos que ser un ejemplo para los chicos de Moto3. ¿El apretón de manos? Me enojé mucho porque tenía un gran potencial, lo lamenté mucho y me costó aceptar la caída. Pero los dos somos pilotos limpios y no tenía sentido seguir la batalla, lo que pasa en la pista se queda en la pista”, fue la versión.