Final para la novela del campeón y la casa de Noale: el español cumplirá el contrato que firmó y volverá en el GP de Chequia.
La novela de Jorge Martín y Aprilia llegó a su fin. O, al menos, eso parece. El campeón fue noticia constante durante 2025 y no por lo realizado en los Grandes Premios en la defensa de su corona. Las fuertes lesiones que sufrió durante la pretemporada lo dejaron afuera de las tres primeras citas del año y, cuando retornó, otro fortísimo golpe en Qatar, su primera aparición de la temporada, lo mandó directo a terapia intensiva y otra vez a mirar el Mundial por televisión. De las 11 fechas que se cumplirán este fin de semana en Alemania, el campeón participó apenas de una, sin embargo, encendió una batalla con la marca de Noale al anunciar que ejecutaría una cláusula de salida para rescindir, al cierre del ejercicio actual, el contrato que vence en 2026.
Martín llegó a Aprilia después de ser descartado por Ducati. El madrileño había dado todos los pasos para ganarse el sillín en la moto oficial de Borgo Panigale y hasta le habían anunciado de palabra su desembarco para 2025. Pero los popes de Ducati quedaron deslumbrados por Marc Márquez y a Martín no le cumplieron lo acordado. En un abrir y cerrar de ojos, Martinator arregló con Aprilia y cerró el año pasado con el título de la máxima categoría con la corona lograda con la Ducati satélite del Pramac.
Martín quería firmar por un año, pero en Aprilia no querían menos de dos. Finalmente, se arregló por un par de temporada, con cláusulas de salida a favor del piloto. Una entraba en vigencia en la sexta fecha, en Francia, en la que, si la moto no estaba en la pelea, el corredor podía irse. Desde el dique seco, producto de sus lesiones y con apenas una carrera corrido con el equipo, Martín anunció que dejaría la casa de Noale. Y la relación se tensó. Los capos de Aprilia dejaron claro que no se podía hablar de cláusulas de salida si Martín no había corrido.
Todo parecía encaminarse a un acuerdo económico, mientras Honda terminaba de armar la propuesta para el campeón. Eso sí, los japoneses dejaron en claro que no se sentarían a finar el lápiz hasta que Martín no estuviera afuera de Aprilia. Desde la marca italiana avisaron que llevarían el caso hasta las últimas instancias judiciales en los tribunales de Milán.
Martín era inflexible en su decisión de marcharse, pero sufrió un revés. Carmelo Ezpeleta, pope de Dorna (empresa que maneja el Mundial) avisó que ni la compañía ni Irta (la asociación que reúne a los equipos) aceptaría la inscripción de un piloto para el Mundial 2026 que estuviera en un conflicto legal o un contrato sin acuerdo. "Nosotros no vamos a dejar inscribir a nadie que no tenga el acuerdo con la otra parte de que se ha acabado el contrato o una sentencia del tribunal que gestiona eso. No vamos a dejar eso", dijo el veterano dirigente. Es decir, Martín podía firmar con Honda mientras se resolvía judicialmente su salida de Aprilia, pero la categoría no lo dejaría correr. Jaque mate.
La telaraña en la que quedó envuelto obligó a Martín a izar la bandera de rendición: quedó en un callejón sin salida. Por eso, deberá cumplir con contrato, correr en 2026 con Aprilia y, tal vez, llegar a Honda en 2027. Mientras todo esto se dirimía, el pasado miércoles el madrileño probó con una MotoGP en Misano, se sintió bien físicamente y la próxima semana, en el GP de Chequia, estará de vuelta en la pista. La tensión con Aprilia escaló mucho y con esa gente deberá convivir el próximo año y medio.
