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"Estamos lejos de que ocurra"

"Ya tenemos dos opciones para jugar en cancha dura: Europa y Estados Unidos", explicó Getty Images

BUENOS AIRES -- Peter Luczak es australiano, pero prefiere el clay al césped. De 31 años, un hijo de cuatro y una niña a punto de cumplir dos, Peter trata de recuperar su ranking y regresar al top 100. Alguna vez figuró 64º, su mejor posición, pero hoy está más cerca del puesto 200.

Luczak conoce Buenos Aires por ser turista reincidente: ya ha venido seis veces al torneo ATP, dos más para Copa Davis y algunas otras para jugar torneos challengers. Hoy combina los entrenamientos con una tarea sindical: es representante de sus colegas en el Consejo de Jugadores.

"Somos nueve allí. Nosotros reportamos a los representantes de los jugadores en el Consejo Directivo", cuenta. La estructura es la siguiente. El Consejo Directivo lo integran Adam Helfant (Director Ejecutivo), tres representantes de Jugadores de los que habla el australiano (Justin Gimelstob, Giorgio Di Palermo y David Edges) y tres representantes de los Torneos. Las dos partes tienen a su vez sus propios Consejos; en el de Jugadores está Luczak junto con Roger Federer (presidente), Rafael Nadal (vice), Fernando González, Sam Querrey y Jarkko Nieminen, entre otros.

"Cada dos o tres meses nos juntamos los del Consejo de Jugadores y hablamos de cinco a diez temas que abarcan los problemas de los jugadores. Por ejemplo, ahora los cuadros de algunos torneos 250 que tienen 28 jugadores en vez de 32. Todos los asuntos que haya que resolver, los jugadores nos pueden escribir un e-mail o hablarnos y decirnos: 'Ok, en la próxima reunión puedes cambiar tal o cual cosa'".

Federer y Nadal tienen su peso específico, que puede llegar a influir directamente en el Consejo Directivo, como aquella vez del fallido intento del formato round robin, o cuando se habló de acortar la temporada, cambio que se efectuará a partir de 2012. "Sus opiniones son influyentes, pero tienen algo bueno y es que nos integran. Quieren saber las opiniones de los jugadores peor ranqueados", afirma Luczak.

El problema que encuentra es la falta de involucramiento y participación. "Nosotros discutimos y a veces votamos cambios para mejor, pero la cantidad de jugadores que sabe que estamos para esto no es la suficiente. Cuando yo no estaba en el consejo, no sabía que podía ir con otro tenista y decirle que algo no estaba bien. Normalmente son los mismos los que vienen a hablarnos. Los otros no saben que tienen esta opción".

Y esto no es por falta de comunicación, según afirma: "Todos tenemos el Player Zone, que es la Intranet –Internet de acceso restringido- donde ingresamos para anotarnos en los torneos. Allí dice que pueden hablar con nosotros...".

La mayoría de los jugadores no se involucra demasiado, pero los torneos sí lo hacen en defensa de sus intereses. Por estos lados conocemos el empuje de México y Argentina por cambiar de superficie la gira latina hacia el cemento, para unirlo a Indian Wells y Miami, y así atraer mejores jugadores. Desde su posición, Luczak no cree que el cambio prosperará en un futuro cercano, y tampoco que el hecho de cambiar de piso redundaría en la llegada de rutilantes estrellas.

"No creo que en los próximos dos años cambie la cosa. Estuvimos hablando en el US Open sobre el tema. Acapulco estaba empujando con fuerza para hacer el cambio. Buenos Aires también quiere. La última vez que lo discutimos, me quedó la sensación de que todavía estamos lejos de que ocurra".

Como en la mayoría de los temas en conflicto, jugadores y torneos están en veredas contrarias. "Como hay opiniones tan distintas entre uno y otro, es difícil implementar modificaciones. La mayoría de los jugadores prefiere que siga en clay, y yo también, porque ya tenemos dos opciones para jugar en cancha dura, en Europa y Estados Unidos. No veo por qué tendríamos que tener tres. Creo que es bueno que jugadores que prefieran jugar en clay, puedan hacerlo en esta parte del año", opina el australiano.

Nicolás Almagro, campeón en Costa do Sauipe y Buenos Aires, finalista en Acapulco, es uno de los que pide proteger la gira de arcilla. "Siempre me ha gustado esta gira y quiero que siga así. Si uno mira el calendario, hay muchísimos torneos en cemento, indoor, cada vez menos en tierra. Nos quitarían una gran gira para los que somos especialistas en tierra". Similares ideas expresaron Tommy Robredo, Juan Mónaco, David Ferrer, Fernando Verdasco y Juan Ignacio Chela, entre otros.

-¿No sería posible, de haber cambio, que llegaran más estrellas?
-No creo en eso. Los jugadores españoles, por ejemplo, ¿por qué vendrían a jugar aquí si pueden jugar en la misma superficie en Francia, en Europa en general? Es mucho más cerca para ellos. El que podría jugar sería Del Potro, quizá, y algún otro sudamericano, pero no creo que sea un cambio profundo en ese sentido. El torneo sería lo mismo o quizá más débil.

-A menos que estos torneos paguen más garantías y se aseguren estrellas, ya teniendo el cemento.
-Bueno, en ese caso sí, obviamente. Pero sinceramente, repito, no creo que haya cambios en los próximos dos años.

Seguirán las reuniones por el mundo para tratar éste y otros temas. La próxima será este mes en Estados Unidos. Para septiembre, durante el US Open, podría haber una definición. Por su lado, México tiene una posible carta ganadora: sabe que si la gira no cambia, ellos podrían intentar hacerlo solos, para pegarse más a los Masters 1000 estadounidenses que a Buenos Aires, Sauipe y Viña del Mar.