Usualmente, alrededor de mediados del último cuarto, Pablo Prigioni sabe lo que se viene: una sustitución que lo mantendrá en la banca por el resto del partido.
Pero ese no fue el caso el martes por la noche, con Raymond Felton siendo atendido en las bandas con un tobillo torcido sufrido al final del último cuarto.
Prigioni no solamente jugó en todo el partido exceptuando el minuto con 23 segundos finales de la victoria de los Knicks en el segundo partido de la serie, sino que dejó sus huellas dactilares en casi todas las posesiones de balón, tanto ofensiva como defensivamente. Su presencia como base titular ayudó a impulsar a los Knicks a una ventaja de 33-13 en el período de cierre.
"Raymond salió, (Prigioni) entró y dio un gran paso al frente", dijo Carmelo Anthony. "Esta noche, Pablo fue espectacular en ambos extremos de la cancha. Controló el partido, controló el balón, y en el lado defensivo presionó la pelota y nos puso a subir la temperatura y presionar el balón como equipo".
Al comienzo del último cuarto, Prigioni encestó un triple y luego arremetió hacia la pintura para hacer un corto tiro en salto, en ambas ocasiones trabajando desde las pantallas con Tyson Chandler. Luego atrapó un rebote defensivo y estaba trayendo el balón hacia la cancha, cuando el Garden comenzó a cantar su nombre "Pab-lo, Pab-lo!" Esa fue la primera vez que su nombre resonó en el estadio, y él dijo que la sensación fue "increíble".
"Estoy realmente feliz, pero para mí se trata solamente del equipo", dijo. "No se trata de un tipo o dos. No podrían creer lo feliz que me siento ahora. Realmente estoy feliz con este equipo. Jugamos bien, y para mí lo más importante siempre es el equipo".
Más adelante en el último cuarto, Prigioni pasó el balón a Anthony para un triple, y luego bloqueó un intento de triple de Paul George, quien mide cinco pulgadas más de altura. Así es como Priogioni ha estado toda la temporada: contribuyendo a anotar en un extremo, haciendo una parada en el otro. Su imparable enfoque es contagioso.
"(Los fanáticos) nos pusieron a andar, y ese fue Pablo", dijo Jason Kidd . "Pablo no es conocido como anotador, pero logró encestar algunos tiros grandes, y también defensivamente hizo cosas grandes. También puso a otros jugadores en posición para que tengan éxito, y eso es lo que un base tiene que hacer".
Reflexionando sobre el gran cambio de ánimo de los Knicks en el último cuarto, que incluyó a Prigioni lanzando un alley-oop a Chandler para que haga una volcada, el argentino sonrió cuando se dio cuenta de que su movida fue la chispa que inició esa anotación.
"Sí, creo que quizás ese fue el momento clave", dijo. "Comenzamos a jugar bien en la ofensiva. Cuando logramos frenar el juego, corremos y todo comienza a ponerse de nuestro lado".
Pero aun más emoción irradió de Prigioni cuando se le preguntó cómo fue terminar el último período, algo a lo que no ha estado acostumbrado en esta temporada.
"Me encanta eso", dijo. "Me encanta estar en la cancha en los momentos importantes porque yo solía hacer esto durante los últimos 10 ó 15 años. Pero entiendo que aquí tenemos a grandes jugadores en el equipo, grandes compañeros, mucha experiencia en playoffs de la NBA, por eso trato de dar toda mi energía en los minutos que el entrenador piensa que puedo estar en la cancha.
"Cuando estoy en la banca, trato de apoyar a los muchachos y no tengo nada de qué quejarme con respecto a eso. Hoy tengo la chance de jugar minutos importantes. Estoy realmente feliz. Quizás no en el próximo partido, pero estoy listo para jugar un minuto ó 25 minutos".