Tito Puccetti 11y

¿Hay maldición que dure 100 años?

BUENOS AIRES -- La maldición de Béla Guttmann ya asusta. Siete finales perdidas por Benfica. El Húngaro les dijo que en 100 años no ganarían ninguna final y ha venido imponiendo su resentida voluntad durante 51 años.

Revisando la vida del técnico, los dirigentes del Benfica debieron por lo menos intentar un conjuro antes de su muerte el 28 de agosto de 1981.

¿De verdad alguien puede tener tal poder para maldecir a un equipo gigante en historia? ¿Hacer sufrir por tanto tiempo a un grupo humano como la comunidad del Benfica? Otros hechizos maléficos futboleros como la maldición del garabato contra el América de Cali, fueron inspirados en la del judío errante? No creemos, no eran épocas tan globalizadas, aunque ojo, Béla iluminó cientos de rincones del planeta.

Nació en Budapest en 1899, sus padres eran instructores de baile y él aprendió danzas a la perfección pero se licenció como sicólogo. Fue un mediocampista del equipo judío de Viena el Hakoah, conjunto que salía de gira y se daba el lujo de golear a encopetados rivales.

La primera goleada propinada a los ingleses fue elaborada por Guttmann y sus muchachos, le metieron cinco goles al West Ham en la década del 20. Eran una especie de trotamundos que encantaban estadios. Gracias a estas giras llegaron a Estados Unidos huyendo del régimen húngaro antisemita impuesto por Horthy.

La vida cinematográfica de Guttmann continua en Holanda. Su padre era amigo de Hugo Meisl, creador del gran Wunderteam (equipo maravilloso). La selección Austriaca estuvo dirigida desde el campo por el Mozart del fútbol, Mattias Sindelar, quien fue encontrado muerto en circunstancias poco claras. El "hombre de papel" había sido acosado por los nazis al oponerse a su régimen cuando Alemania anexó a Austria.

En ese momento, Guttmann intuye que los judíos la pasarán muy mal y se escapa del holocausto a Estados Unidos, suerte que no tuvo un hermano que murió en un campo de concentración. En América fue dueño de un café-show que perdió en el viernes negro de Wall Street; regresa a Italia donde tiene que volver a escapar al ser acusado de doble homicidio al atropellar a dos niños con su auto americano.

Entonces, llega a Brasil, dirige al Sao Paulo y podemos decir que ayudó al scrach a ganar su primer mundial, porque llevó el 4-2-4 que termina por seducir a Vicente Feola, DT de la verde amarella, quien encuentra en Zagallo y Garrincha sus alas y como doble 9 a Zito y a Didí. Luego con la ayuda de un tal Pelé ganaría la primer mundial para el hoy pentacampeón.

Estuvo en Argentina dirigiendo a Quilmes, fue campeón con Peñarol en Uruguay, pero los mas importante lo hizo con Benfica, ganó dos veces la Copa de Europa. El DT era la figura más importante del equipo, solo superado por Eusebio, jugador que él fichó gracias al consejo de su ex dirigido, el defensa de la selección brasileña Carlos Bauer. Pero Sporting, su archirrival ya lo había visto y estaba listo para contratar al nacido en Mozambique, por eso Béla lo escondió en una aldea de pescadores de Algarve. Ese chico que durmió entre redes y olores fuertes de mariscos marcó 319 con el Benfica.

Vencieron en 1961 al Barcelona de Kubala Kocsis y Suárez en el 62 al Madrid de Di Stéfano y Gento, en medio de la celebración los dirigentes le hicieron ver a Guttmann que el contrato no hablaba de una prima por ganar la Copa de Europa, y fue allí donde el personaje lanzó su maldición.

Veinte años después de su muerte un anticuario de Viena adquirió un baúl, en él se encontraron dos cajas llenas de recortes de prensa, todos hacían referencia a Béla Guttmann, en especial una portada amarillenta del Evening Standard, dedicada al despido del entrenador por parte del Benfica y la amenaza maldición que viene imponiéndose desde siglo pasado. Los recortes fueron rápidamente subastados por una casa austriaca.

Ivanovic con su frente en el último instante, le daba la Europa League al Chelsea y otra razón más para los que creen en las maldiciones. Será que no hay maldición que dure 100 años y equipo que lo resista? Ya van 51.

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