<
>

La Batalla de Santiago

SANTIAGO DE CHILE -- Las Selecciones de Chile e Italia disputaron en el Estadio Nacional y por el grupo 2 de la Copa del Mundo 1962 el partido más violento de la historia del fútbol, que quedará en el recuerdo de todos como la "Batalla de Santiago".

La rivalidad entre estos dos conjuntos nació tiempo antes del comienzo del torneo, cuando el periódico Il Resto del Carlino publicó una editorial muy crítica hacia el país sede. Este es uno de los párrafos de la nota en cuestión: "Esta capital es el símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo, miseria... Bajo éstos aspectos Chile es terrible y Santiago su más doliente expresión, tan doliente que pierde en ello sus características de ciudad anónima".

Este texto provocó una gran indignación entre los chilenos, que juraron hacer sentir una gran hostilidad a los italianos en el choque mundialista. Para intentar calmar un poco los ánimos, los jugadores europeos lanzaron ramos de claveles blancos a las tribunas cuando ingresaron al campo de juego. Sin embargo, ese gesto no tuvo el efecto deseado, porque los hinchas respondieron con una intensa silbatina y devolvieron las flores a la cancha.

De esta manera relató el encuentro el diario español ABC:

A los seis minutos, Leonel Sánchez es puesto ko por Maschio. Entonces, el partido se interrumpe durante un minuto y el árbitro pita golpe directo a favor de los chilenos.

Un minuto más tarde se produce una nueva interrupción. El italiano Maschio es derribado por un adversario. El colegiado tiene que expulsar a varios fotógrafos y policías que se meten en el terreno de juego.

El señor Aston expulsa al italiano Perrini, quien después de protestar vivamente discute muy acaloradamente con varios espectadores y policías.

A los cuarenta y dos minutos se produce una nueva interrupción y el jugador chileno propina un violento directo a la mandíbula del defensa David. El jugador italiano cae al suelo fulminado, en donde está cerca de dos minutos. Por su parte Leonel Sánchez se queja de la pierna derecha y se tuma en el césped.

Faltando un minuto para terminar el primer tiempo, otro nuevo escándalo se produce en el campo de juego. En efecto, al disputar un balón por alto David y Sánchez, aquel propina una patada en la cara al americano, quien queda inanimado en el piso. El árbitro expulsa al italiano, por lo que dicha Selección se queda con nueve jugadores.

En el segundo tiempo, el juego tiene similares caracaterísticas. A los veintiséis minutos Ramírez consigue el primer gol, de cabeza, y faltando cinco para terminar el encuentro, Toro, de un tiro a raso de tierra desde más de 20 metros, bate por segunda vez al meta contrario. Sin nuevas alteraciones llega el final del partido.

Por su parte, el periódico La Vanguardia informó: "El partido ha sido lamentable y poco vistoso por los incidentes" y el comentarista inglés David Coleman presentó la retransmisión del partido con una frase inolvidable: "El juego que están por presenciar es la exhibición de fútbol más estúpida, espantosa, desagradable y vergonzosa, posiblemente, en la historia de este deporte".

Con este resultado, el Seleccionado local logró la clasificación para los cuartos de final y se acentuó todavía más la violencia vista en esta Copa del Mundo.