Especial para ESPN.com 10y

Brasil es tetracampeón

WASHINGTON -- La Selección brasileña de fútbol es la primera tetracampeona del mundo. Venció ayer en el estadio Rose Bowl de Pasadena, California, ante 94.140 personas, al tricampeón Italia (3-2 en la definición por penales tras un empate 0-0). Fue la final más larga de la historia y el resultado le dio a Brasil el título en el 15° Mundial, disputado en Estados Unidos.

Romario, Branco y Dunga marcaron los penales para Brasil. Marcio Santos falló su remate. En tanto, los italianos Baresi, Massaro (atajó Taffarel) y Roberto Baggio desperdiciaron sus disparos mientras que Albertini y Evani acertaron.

Fue la primera final de una Copa del Mundo que finalizó sin goles y también fue la primera que se define por penales. Por su parte, Mario Lobo Zagallo se convirtió en el único hombre en participar de cuatro títulos del mundo (58 y 62 como jugador, 70 como técnico y 94 como auxiliar técnico).

El tetracampeonato corona un gran momento del fútbol brasileño, similar al inicio de los años sesenta, cuando la Selección fue bicampeona de la Copa del Mundo y Santos bicampeón de clubes. Brasil es tetra en 1994 y Sao Paulo es el mejor club del mundo también.

Después de la victoria, los brasileños homenajearon al piloto Ayrto Senna con un cartel que le dedicaba el tetra a su memoria. Con el triunfo de ayer, Brasil ya se aseguró la clasificación para Francia 98 y se mantiene como el único país en participar de todas las Copas.

La Selección brasileña ha igualado hoy también el récord de Alemania de partidos jugados en Mundiales: 73 encuentros. "Estoy satisfecho porque Brasil es nuevamente el número 1", declaró Carlos Alberto Parreira, que dejará su cargo en el equipo nacional.

Brasil realizó la mejor campaña del certamen, con seis victorias (una por penales) y un empate. Después de 4.800 minutos de juego y 141 goles, queda la imagen de una buena Copa del Mundo, superior desde el nivel técnico a la de Italia 90. La nota triste fue el asesinato del colombiano Andrés Escobar tras marcar un gol en contra.

Se convirtieron 141 goles en 52 juegos, con una media de 2,7 anotaciones por partido. El promedio de tiempo neto de juego puede ser considerado excelente: la pelota circuló 62 minutos y 7 segundos en cada encuentro, siete minutos más que en Italia 90.

También en relación al Mundial anterior, ése fue un campeonato que tuvo una mayor variación entre los sistemas tácticos de cada equipo y los jugadores habilidosos tuvieron más espacios para demostrar su talento.

Cuando se confirmó a Estados Unidos como sede, se temía que los estadios lucieran vacíos, ya que no había tradición del juego del "soccer" en este país. Sin embargo, el récord anterior de público fue largamente superado: 3.576.236 entradas fueron vendidas en el Mundial de Estados Unidos. Esta cifra representa un millón más que en Italia.

LA OPINIÓN DE CRUYFF
Una final que acaba en la definición por penales después de que ninguno de los dos equipos haya sido capaz de romper el cero es uno de los peores castigos para los espectadores.

La única cosa que me consuela es que, al final, el triunfo fue para Brasil. Porque no hubiera sido justo que el título de campeón quedara en manos de un Seleccionado que elegió el camino de la especulación a lo largo de todo el torneo.

Y no hubiese sido justo porque los brasileños, sin haber hecho un gran juego, crearon las mejores opciones de gol para que no sea necesario llegar a la definción por penales en esta final.

El partido fue muy malo y no cabe la disculpa de que en una final difícilmente se pueda ver buen juego.

Lo que sucedió fue que Brasil jugó demasiado preocupado por su rival y en ningún momento logró manejar la pelota con tranquilidad.

En mi opinión, este encuentro se hubiese definido si la Selección de Brasil habría conseguido imponer un ritmo de juego fuerte, para así acabar con la resistencia física de Italia.

Pero el equipo de Parreira prefirió bloquear el contraataque italiano que podían generar Roberto Baggio y Massaro a jugar abiertamente en territorio adversario (...)

No llegaron los goles e Italia llegó a la única instancia en la que podía obtener el éxito: la definición por penales. Sin embargo, los europeos llegaron acabados por el esfuerzo físico. Baresi, Baggio, Massaro estaban ya muy cansados y fueron incapaces de aprovechar sus penales.

Este fue el castigo que les había reservado el destino a aquellos que confiaron sólo en su suerte hasta el último segundo.

Publicado en el diario Folha de Sao Paulo del 17 de julio de 1994.

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