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Zárate, el goleador nunca se fue

BUENOS AIRES (ESPNdeportes.com) -- Volvió el goleador. Vélez extrañaba y mucho a Rolando Zárate. Es que el equipo de Miguel Angel Russo, subcampeón en el pasado Apertura, había arrancado mal el 2005. Una derrota y dos empates en las tres primeras fechas habían generado un clima de incertidumbre sobre el futuro del conjunto de Liniers.

Pero la sequía de triunfos --y de goles-- llegó a su fin. Primero, ante Lanús por la cuarta fecha, Roly clavó un zapatazo tremendo que fue el comienzo de la remontada. Y este sábado, de tiro libre, selló el triunfo (2-0) contra San Lorenzo en el José Amalfitani. Para redondear una semana perfecta, a puro gol, el delantero también convirtió en el amistoso que la selección argentina jugó contra México, en Los Angeles.

Así, Rolando Zárate empezó a parecerse el goleador implacable de la temporada 2004, cuando fue el máximo artillero del fútbol doméstico con 21 tantos (13 en el Clausura y 8 en el Apertura). Además también marcó uno en la Copa Libertadores.

Es decir que sumó 22 tantos en los 35 encuentros disputados en 2004. Y eso que una lesión en el tobillo derecho (tuvo una microfractura que lo obligó a estar más de 20 días parado) lo dejó afuera de varios partidos en el último trimestre del año.

LOS ZARATE RESPIRAN FUTBOL
Rolando Zárate nació en Haedo, provincia de Buenos Aires, el 6 de agosto de 1978. Debutó en Primera el 15 de marzo de 1998, en el triunfo de Vélez por 1-0 contra Newell's, en Liniers. Viene de una familia bien futbolera, con un récord muy difícil de igualar.

Rolando, su padre, era futbolista --era wing izquierdo--, aunque no tuvo trascendencia; Sergio, el Ratón, de 34 años, retirado y ahora representante de Roly, fue el primero en hacer conocido el apellido (jugó en Vélez, en el exterior pasó por Alemania, Italia y México y además representó a la selección argentina); Ariel, 29 años, el Chino, (jugó en el Málaga y ahora está en el Elche de España) y Mauro, el menor, de 17 años, también juega en Vélez y debutó el año pasado en Primera. El único que no se dedicó al fútbol fue Néstor, el mayor, y Catalina (obviamente), la mamá de las cinco criaturas.

El 12 de junio de 2004 Roly y Mauro vivieron un momento inolvidable: Vélez perdía 1-0 con Colón en Santa Fe. Pero primero Rolando y después Mauro dieron vuelta la historia para que el conjunto de Liniers se llevara tres puntos valiosísimos del Cementerio de los Elefantes.

RADIOGRAFIA DE UN GOLEADOR
Roly pesa 83 kilos y mide 1,82 metro. Es un jugador clave en el área, aunque también puede tirarse unos metros más atrás cuando no llega el juego.

Cabecea bien con los perfiles, tiene mucha potencia y le pega muy fuerte (y con precisión) a la pelota. Como muestra sirve mencionar la cantidad de goles convertidos de tiro libre: ya lleva cinco en la Argentina.

Un dato curioso es que viene de una mala racha con los penales: falló los tres últimos que ejecutó. A su favor se puede decir que la mala racha es en realidad de todo Vélez, ya que los dos últimos que tuvo (contra Almagro y contra San Lorenzo) también fueron errados, en este caso por Leandro Somoza y por Leandro Gracián.

A pesar de sus 26 años, Rolando tiene una dilatada trayectoria en Primera. En la Argentina sólo se puso la camiseta de Vélez (se fue a Europa cuando tenía 20 años), pero en el exterior vistió las camisetas del Real Murcia (2001), Ciudad de Murcia (2001-2002) y Livingston de Escocia (2002-2003).

Ah, un detalle: también jugó en el Real Madrid entre 2000 y 2001, nada menos, al lado de figuras como Raúl, Hierro, Roberto Carlos, Redondo y Anelka, entre otros.

"Haber pasado por una institución de esa jerarquía fue algo inolvidable. No todos tienen la chance de jugar en uno de los equipos más poderosos del mundo. Me fui tranquilo porque sé que hice bien las cosas, pero no tuve muchas chances de mostrarme y no pude quedarme", señaló sobre su paso por el club Merengue.

DE EXPORTACION
En junio de 2004, Rolando Zárate fue contratado por Al Ittihad para jugar contra Al Shabbab la final de la Liga de Arabia Saudita. El arreglo fue por un solo partido y por una cifra impresionante: al jugador le quedaron cerca de 100.000 dólares y a Vélez, unos 200.000.

Sí, el equipo más poderoso de Arabia desembolsó la generosa suma 300.000 dólares para contar en sus filas con el goleador, y por sólo 90 minutos. "Si hago un gol me beso la camiseta", había declarado en broma Roly.

No pudo cumplir la promesa. Lo más llamativo es que a pesar de semejante inversión, Zárate apenas jugó los primeros 45 minutos del partido. Después fue reemplazado y encima su equipo perdió por 1-0.

¿Qué será de su futuro? Por el momento seguirá en Vélez, aunque ya tuvo varias ofertas de clubes del exterior. La más concreta fue la del Toluca, que ofreció 2 millones de dólares por su pase. Pero en Liniers los dirigentes pidieron el doble y las negociaciones se enfriaron.

Mientras tanto Roly promete seguir haciendo goles. Sabe que ese es el mejor camino para tentar a los clubes importantes y para soñar con nuevas convocatorias de José Pekerman a la selección argentina.