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Listo para la acción

Bonds dejó demostrado desde el primer día del 2007 su poder y determinación AP

SCOTTSDALE -- Hay que admitir que Barry Bonds se sabe manejar. Quien hubiera predecido que llegaría al entrenamiento de primavera para hacer algo aún más llamativo que el año pasado-cuando se presentó con una peluca y vestido para imitar a Paula Abdul como parte de la competencia de "Giants Idol" de su compañero de equipo Omar Vizquel.

La primera práctica del equipo completo de San Francisco de la Liga del Cactus del 2007 fue dedicada a la reorientación y a reorganizarse. Los lanzadores se concentraron en las mecánicas y en lograr fuerza de brazo, mientras que los bateadores se pararon en la caja de bateador para "rastrear" lanzamientos.

"Me aproximo al campo pensando que ni siquiera me voy a acercar al bate los primeros días", dijo el jugador dentro del cuadro Rich Aurilia. "Uno, uno no está en forma. Dos, los lanzadores siempre están más adelantados. Tres, hay cámaras por todos lados. Y cuatro, uno no quiere comenzar el campo diciendo, 'Oigan, apesto en este momento'".

Bonds se acomodó al programa en las primeras rondas de práctica de bateo contra Barry Zito y Matt Cain, cuando le mostró a 200 espectadores porque él es Barry Bonds y el resto no. Sin aviso alguno, Bonds despegó un lanzamiento de Cain y lo envió por sobre el alambrado y hacia el otro montículo y hacia la torre de luz del jardín derecho.

Si uno no conociera las dimensiones, pensaría que el muchacho de 42 años de edad lanzó la pelota más de 400 pies en uno de sus primeros bateos del campo de entrenamiento.

Bonds soltó el bate y salió de la jaula mientras levantaba sus manos en pose triunfal.

"Estoy listo", dijo.

Y sus compañeros de equipo, tan acostumbrados a observar a Bonds pasar por rutinas extraordinarias, sólo se encogieron de hombros.

"El mismo Barry, un día distinto", dijo el lanzador de los Gigantes, Noah Lowry.

Un buen teatro siempre es parte de la ecuación con Barry Bonds en la Cactus League. Hace dos años, cuando Kimberly Bell le dificultaba la vida y la investigación BALCO levantaba vuelo, se sentó en una mesa de picnic con su hijo, Nikolai, observando y pareciendo destruido por su desfavorable imagen en los medios.

"Finalmente me encuentran", le dijo a los periodistas.

El entrenamiento de primavera del año pasado fue una mezcla de muchas cosas. Bonds tenía un reality show que vender e intentó llevarse con sus compañeros, pero la frivolidad se tomó una vacación tras que "Game of Shadows" llegara a las librerías, y el supuesto abuso de esteroides de Bonds estaba en la vidriera del mundo.

Este año Bonds está en el campo con un especialista de seguridad y dos personas de relaciones públicas a su lado pero su contrato prohibe que sus compañeros Harvey Shields y Greg Oliver lo ayuden a estirar y entrenar en el campo de juego.

Está a 22 jonrones de quebrar el record de jonrones de carrera de Hank Aaron (755), con lo que el resto del mundo del béisbol está obligado a presionar el botón de "pausa" en las marcas de la vida de Bonds. La primera práctica del entrenamiento de primavera, naturalmente, requirió que Bonds permaneciera en el dugout en Scottsdale Stadium para reunirse con la prensa.

Durante la mayor parte, Bonds dio respuestas somáticas a las preguntas acerca del béisbol y sus expectativas para el 2007. Dijo estar contento de tener a Dave Roberts al comienzo de la rotación, y que desesperadamente quiere ganar una Serie Mundial. También se siente sano y listo para jugar, ahora que sus rodillas le permiten correr más.

Bonds dijo que realmente no pensó mucho acerca de si el comisionado Bud Selig o Aaron estarán presentes cuando batee su jonrón número 756. Y está impávido que Carlton Fisk mantiene el record de temporada individual para un jugador de 42 años de edad con 18 jonrones.

Cuando se le preguntó lo que hará esta temporada si está sano, Bonds sonrió y respondió, "Soy capaz de hacer más que eso".

Bonds se negó a realizar comentarios acerca de un reporte en el que falló un examen de anfetaminas en el 2006 e intentó pegar el resultado a su compañero de equipo Mark Sweeney.

Cuando finalmente Bonds se paró y se retiró del dugout, el lugar parecía personificar un show de Jerry Springer.

Sus compañeros de equipo, como siempre, son inocentes espectadores en este melodrama, y el sentimiento en el clubhouse es sólo parte de la ecuación. Se cree que la traición de Bonds hacia Sweeney, un jugador universalmente popular, provocará tensión en el clubhouse de los Gigantes. Pero en lo que concierne a Bonds, ¿Quién puede decir? Ha mantenido distancia suficiente de sus compañeros de equipo a lo largo de los años, quienes lo ven más como un asociado que como un amigo.

Al mismo tiempo, los compañeros de equipo de Bonds están asombrados por su talento y saben que debe producir para los Gigantes para llegar a los playoffs.

"Cuanto más sano y fuerte esté Barry, mejor va a ser", dijo Aurilia, quien previamente jugó con Bonds en San Francisco desde 1995 al 2003. "Si le preguntan a cualquiera aquí dentro, somos un mejor equipo cuando el está en el campo. Cambia la aproximación de los oponentes y nuestra aproximación ofensiva. Cambia todo".

La verdadera constante es que las andanzas de Bonds fuera del campo no afectan su performance en el diamante. La distancia emocional y actitud distante que cultivó a lo largo de los años ayudó a contribuir a su visión de túnel y trascendencia como jugador.

Barry Zito, que firmó un trato de siete años por un valor de 126 millones el diciembre, entiende que quitar presión de Bonds es parte de la descripción del trabajo. Las dos estrellas trabajaron juntas durante el invierno en UCLA, y Zito nunca sintió que Bonds estuviera preocupado de que su trato con San Francisco fuera a terminar.

Ahora Zito está del lado de Bonds en el entrenamiento de primavera, y hará lo mismo en el AT&T Park. Las dos estrellas posaron el uno al lado del otro el martes usando remeras con la inscripción de "No me pregunten a mi...pregúntenle a Barry" y una flecha que apunta al otro.

Mientras que Bonds dice que quiere batear 1,000 jonrones y bromea acerca de jugar hasta que "cumpla 100 años", la ventana de oportunidad para él y para su club se achica cada vez más. La pregunta es, ¿Cuánto le queda?

"No estamos hablando de cualquiera", dijo Lowry. "Si está sano y fuerte cualquier cosa es posible".

Tanto bueno como malo. Eso ayuda a definir el rompecabezas llamado Barry Bonds.