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Tiene asuntos más urgentes

SURPRISE, Arizona, EEUU -- Sammy Sosa no está interesado en contestar preguntas sobre esteroides. Tras un año fuera del béisbol, el toletero tiene asuntos más urgentes con los Rangers de Texas.

"No tengo que convencer a nadie", expresó el dominicano el viernes. "Sé quien soy. He sido bueno para este deporte, continuaré siéndolo, seguiré jugando... No deseo hablar sobre lo que haya ocurrido en el Congreso. Ese no es mi problema. Tengo que esforzarme por estar en el equipo (titular)".

Dos años después de que varios jugadores, él incluido, testificaran ante un comité del Congreso que investigaba el uso de esteroides en las Grandes Ligas, Sosa, de 38 años, intenta regresar al béisbol y tiene un contrato de ligas menores con el equipo con el que comenzó.

Pero aún le hacen las mismas preguntas que le hacían cuando dejó de jugar tras la temporada del 2005 con los Orioles de Baltimore. Al igual que Mark McGwire y Barry Bonds, Sosa es sospechoso de haber utilizado esteroides antes de que fueran prohibidos por el béisbol hace cuatro años y medio.

"No quiero hablar sobre ello", expresó Sosa. "Hablemos de béisbol. Hablemos sobre el 2007, el talento que tenemos en Texas, y lo que podemos hacer este año".

El ex jugador más valioso de la Liga Nacional y siete veces participante del Juego de Estrellas, quinto en la lista de más jonrones de la historia con 588, tomó parte en el primer entrenamiento de la escuadra completa de los Rangers. En vez de que Sosa hablara posteriormente con los medios en los vestidores, el equipo organizó una conferencia de prensa para él en una sala de juntas en una biblioteca al otro lado de la calle.

Sosa insistió en que no le preocupan las percepcones que otros tengan de él, y que no ha estado pensando que le harán constantemente preguntas similares si es que se queda con la escuadra.

"Acabo de llegar aquí. Déjenme hacer mi asunto primero y luego me preocuparé del resto", expresó. "Tengo que cuidar el negocio. ... Voy a salir y a hacer lo que (los Rangers) quieren que haga, mostrarles lo que he estado haciendo. Estoy en forma. Miren. No he engordado".

Sosa aún tiene grandes bíceps, aunque no tan grandes como cuando estaba en la cúspide de su carrera.

"Estoy un poco más viejo. Eso no significa que no pueda batear 30 ó 40 cuadrangulares", dijo. "¿Qué onda? ¿Acaso creen que estoy muerto?

En su carrera con los Rangers, que comenzó en 1989, Sosa tiene un promedio de bateo de .274, con 1.575 carreras impulsadas y tres temporadas de cuando menos 60 cuadrangulares. En 1998 fue nombrado Jugador Más Valioso, cuando bateó .308 con 66 palos de vuelta entera (su mejor cifra) y 158 carreras remolcadas para los Cachorros de Chicago, y estuvo palmo a palmo luchando con Mark McGwire por llegar a ser el primer pelotero en batear 70 jonrones.

Pero Sosa bateó .221 con 14 cuadrangulares y 45 carreras impulsadas en 102 juegos con los Orioles en el 2005 antes de dejar de jugar un año.

"Me tomé un año para recargar mi energía", dijo. "Estaba mentalmente muy golpeado en Baltimore".

Sosa aclaró que era su pobre desempeño en el campo de juego lo que lo molestaba, y no los rumores. Si se queda en la alineación titular del equipo, firmaría un contrato por un año y 500.000 dólares más dos millones en bonos de desempeño. Aunque aclaró que no regresó por dinero o por los 600 jonrones.

Si el dominicano se queda en el roster, el manager de los Rangers, Ron Washington, lo usará principalmente como bateador designado.

Sosa firmó un contrato de un año y 500.000 dólares, aunque podría recibir hasta 2,1 millones con bonos por desempeño.

"Quiero competir. Financieramente estoy bien. Quería estar aquí, jugar béisbol. Esto es mi vida", añadió. "No regresé para batear 12 jonrones, sino para más que eso".

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