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Vistazo al Premundial (Parte II)

BRISTOL -- Esta semana estaremos hablando de cómo llegan las 10 selecciones a este torneo y cuáles son sus posibilidades de agenciarse uno de los cuatro puestos clasificatorios al Mundial de Turquía 2010.

Grupo A

Canadá
Como representante de la región de Norteamérica, este es uno de dos países que cuenta con clasificación directa a los torneos de FIBA Américas (el otro es Estados Unidos que, por estar ya clasificado al Mundial, no participa en esta edición); pero usualmente su participación se justifica, presentando equipos de buen nivel competitivo. Su racha de intervención en 9 torneos mundiales consecutivos se vio detenida en el 2006, al no haber cualificado en el Premundial de República Dominicana el año anterior. Llegan al torneo con un equipo sin figuras, pero capaces de lograr la clasificación si logran consistencia en su ofensiva a distancia. Su defensiva interior debe ser de las mejores del torneo debido a la presencia de Joel Anthony, quien es capaz de bloquear muchos intentos cercanos al aro y dominar los rebotes. Han tenido una preparación un tanto irregular, logrando vencer en partidos amistosos a Nueva Zelanda, Turquía, Portugal, Angola y Argentina y perdiendo ante Italia, Puerto Rico y Brasil.

Islas Vírgenes
Este quinteto se ha vuelto uno fijo en los torneos de las Américas más recientes (ha participado en el 2001, 2003, 2007 y 2009) gracias ha que se ha convertido en una potencia en el área de Centroamérica y el Caribe (medallas de plata en las dos últimas ediciones de Centrobasket). Cuentan con un núcleo de jugadores veteranos, formados en las universidades de Estados Unidos y la mayoría de ellos jugando fuera de su país en las diferentes ligas profesionales alrededor del mundo. Es un equipo aguerrido y atlético que ha logrado mejorar sus esquemas tácticos en los últimos años, pero aún adolece de ciertas lagunas en ese aspecto. Nunca han clasificado para una Olimpiada o Torneo Mundial y no pienso que este sea el año que salgan de esa sequía. Con muy poco tiempo de preparación y ausencia de partidos de fogueo ante rivales de buen nivel, esta selección está destinada a quedarse fuera de la clasificación.

México
En mi escrito anterior daba a esta selección como una de las más talentosas del torneo. Esto, claro está, era tomando en cuenta los anuncios recientes de que Eduardo Nájera y Earl Watson se estarían incorporando a la selección. La realidad es muy distinta; Watson no parece tener planes de jugar con el equipo mexicano en este torneo y Nájera ni siquiera ha disputado un partido amistoso aún. Como si esto fuera poco, en los últimos partidos de fogueo no han podido contar con Horacio Llamas ni Gustavo Ayón, ambos puntales de la selección y a quienes les aquejan distintas dolencias físicas. A la hora de escribir estas líneas, habían perdido sus últimos tres encuentros preparatorios (frente a Argentina y dos veces ante Uruguay); lo que los podría traer al torneo en un bajo estado anímico que sería fatal a sus aspiraciones de clasificar a su primer Mundial desde 1974. Llegan al torneo de manera fortuita, pues ni siquiera lograron la clasificación en el Centrobasket celebrado el año pasado en su país. Aprovecharon la ausencia de Estados Unidos y el hecho de que iban a ser originalmente anfitriones del evento para colarse entre las 10 selecciones, a pesar de que la sede les fue posteriormente retirada.

Puerto Rico
Como anfitrión y asiduo participante en torneos mundiales, este equipo sentirá la presión de las altas expectativas que usualmente tienen sus seguidores. Además, el conjunto boricua también está en el papel de reivindicarse, pues no ha logrado la clasificación al Mundial o a las Olimpiadas en los pasados dos torneos de FIBA Américas - al Mundial de Japón asistieron por una invitación especial de la FIBA y a Beijing no clasificaron, a pesar de haber obtenido medalla de bronce en el Preolímpico de Las Vegas y haber asistido posteriormente a un torneo mundial de repechaje en Grecia. El equipo puede estar para grandes cosas si mantienen la consistencia defensiva y si la línea frontal logra alcanzar un nivel ofensivo que complemente la gran artillería que presentan sus perimetrales. Además, este equipo es capaz de seguir sus muy efectivos patrones de media cancha y ser eficaces en el costado ofensivo; pero en muchas ocasiones sucumben ante la tentación y caen en el juego de "guerrilla", en el que dependen en demasía de estar efectivos en sus disparos a destiempo desde los 6.25 m. Llegan a este torneo como campeones de Centroamérica y el Caribe y son uno de los quintetos favoritos para lograr la clasificación, aunque su preparación previa ha sufrido bajas significativas y todavía a cinco días del torneo no se tenía clara la participación de ciertos jugadores importantes.

Uruguay
Poseen un grupo de jugadores experimentados que llevan un tiempo jugando juntos y son capaces de crecerse ante rivales de mayor reputación. La mejoría de Leandro García Morales en el perímetro y la presencia de Esteban Batista en la pintura hacen de este un cuadro sólido y peligroso para cualquier equipo. Son muy disciplinados en su juego y respetan los esquemas tácticos, por lo que rara vez están totalmente fuera de un partido. En el lado negativo se puede mencionar su falta de profundidad (especialmente entre los internos) y su reciente batalla pública con la Federación de su país, exigiendo mejores condiciones para la preparación previa a este torneo. Aunque por el momento se firmó una tregua para tratar de conseguir el objetivo de clasificar a su primer Mundial desde 1986, el malestar puede estar latente y salir a flote en caso de no obtener resultados positivos en las primeras fechas. Hace dos años, en Las Vegas, comenzaron jugando muy bien, ganando 3 de sus primeros 4 compromisos; pero luego se quedaron sin nafta y terminaron perdiendo los últimos 4. En aquella ocasión los jugadores se quejaron que una larga gira por México previa al campeonato fue la causante del desgaste. En esta ocasión los encargados del equipo no parecen haber hecho mucho caso a los planteamientos de los atletas, pues al momento el conjunto se encuentra en una gira similar por el mismo país. Arriban a Puerto Rico como el segundo mejor equipo de Sudamérica, clasificación lograda en el Suramericano de Puerto Mont del año pasado.

Grupo B

Argentina
Selección que en la última década ha estado acostumbrada a ocupar los primeros lugares en los torneos continentales y mundiales y que, a pesar de varias bajas importantes, pretende seguir ocupando los puestos de privilegio para lograr clasificar a su séptimo Campeonato Mundial consecutivo. El equipo pasa por un mal momento, a pocos días del comienzo del torneo. Han perdido 5 de sus últimos 6 partidos amistosos y en los tres más recientes fueron dominados sin atenuantes por sus rivales - Brasil, Canadá y Puerto Rico. Si bien es cierto que no se puede poner mucha atención a los resultados en los partidos de fogueo para predecir cuan bien o mal le puede ir a este equipo una vez se comience a jugar en serio, no es menos cierto que el conjunto presentó tres falencias básicas en sus partidos más recientes, que deben preocupar al cuerpo técnico. La primera, pobre conducción de juego debido a la inexperiencia de sus bases, debe ser fácilmente corregible con la incorporación de Pablo Prigioni. La segunda, poca contribución ofensiva de las posiciones de escolta y alero puede deberse a un momentáneo bajón de juego en el que han coincidido Paolo Quinteros, Diego García, Federico Kammerichs y Matías Sandes; pero más vale que al menos dos de estos señores despierten pronto, pues el equipo se encuentra cojo en ataque y los rivales pueden seguir cerrando el juego interior si no tienen que preocuparse por tanto por los tiradores. La tercera es la propensión de Román González a meterse en problemas de falta o, como ocurrió contra Brasil, buscarse una expulsión. Argentina queda muy vulnerable cuando no cuenta con González porque eso obliga a Luis Scola a jugar de "5" (el equipo queda muy chico y concede ventajas adentro) o a Juan Gutiérrez a jugar más minutos de los que el técnico tendría previstos para él. Aún con todo lo antes dicho, sería una sorpresa mayúscula que este equipo no terminara en las primeras posiciones y no estuviera luchando el último día por la medalla de oro. Llegan al torneo como los campeones de América del Sur, lugar que obtuvieron en Chile en el 2008.

Brasil
Por el personal con el que cuentan y por los resultados obtenidos hasta el momento en los partidos de preparación, este equipo luce como el favorito para ganarlo todo y, de paso obtener la clasificación a su 16to Mundial consecutivo (junto con Estados Unidos son los únicos dos países que han participado en todas las ediciones previas). El conjunto cuenta con velocidad, experiencia, excelente juego interior, muy buena ofensiva de perímetro, dominio de los esquemas tácticos y, contrario a los que nos han tenido acostumbrados los equipos de ese país, una asfixiante defensiva que no ofrece libertades al contrario. La entrega con la que juega Anderson Varejao es contagiosa e inspira a sus compañeros y la combinación que hace con Tiago Splitter debe ser, lejos, la mejor dupla de internos del torneo. Ni hablar del gran Leandro Barbosa, que carga al perímetro brasileño en ambos lados de la cancha. Una versión diezmada de este equipo apenas pudo lograr la clasificación en Puerto Mont el año pasado, terminando en la cuarta posición. Pero aunque otro cuarto lugar en este torneo les serviría para llegar a Turquía el año entrante, ese puesto tendría que ser considerado un fracaso. Así de bueno es este conjunto.

Panamá
Si este país lograra aglutinar todo el talento de jugadores que tienen desperdigados por el mundo, compensarles justamente, darle las comodidades necesarias para entrenar y tenerlos juntos por unas 6 semanas antes de cada competencia, sería una de las potencias de América (y posiblemente del mundo) en el baloncesto. La realidad es otra y usualmente se presentan a los torneos como una banda de jugadores talentosos, pero sin cohesión y muchas veces desmotivados. Por eso, son capaces de hacerle pasar un susto, y hasta ganarle, al mejor equipo una noche y luego caer ante el peor equipo del torneo la noche siguiente. Su sexto lugar en el Centrobasket del año pasado no les valió para clasificarse a esta cita, pero aprovecharon la invitación para sustituir a un equipo cubano que, aunque les había superado ampliamente en ese torneo en México, no pensaron sus federativos que tenían la calidad necesaria para competir en este nivel. Posiblemente Panamá tampoco la tenga y sea el llamado a quedarse fuera en este grupo.

República Dominicana
Este equipo ni siquiera clasificó al torneo FIBA Américas de hace dos años, pero hoy en día es uno de los fuertes candidatos a clasificar al Mundial y posiblemente hasta a disputar la medalla de oro. Tres jugadores activos en la NBA (Al Horford, Francisco García y Charlie Villanueva), otro que tuvo una breve pasantía por esa liga (Luis Flores) y un grupo de jugadores complementarios sumamente atléticos y habilidosos, guiados por un estratega de lujo como lo es Julio Toro, les da para presentar un buen equipo en el papel. Sabido es que los juegos no se ganan en el papel y que Dominicana tiene que demostrar que el individualismo y el problema de egos que muchas veces ha aquejado a los equipos de este país son cosas del pasado. No debe haber nadie mejor que Toro para aglutinar todos esos egos y ponerlos al servicio del colectivo. No debe haber nadie mejor que Horford para demostrar con la acción el camino que sus compañeros deben seguir para ser ganadores a este nivel. Participan en este campeonato gracias a su tercer lugar en el Centrobasket de Cancún del año pasado.

Venezuela
Calladitos, sin muchos aspavientos, tradicionalmente presentan una de las selecciones más sólidas en estos torneos, como lo demuestran sus clasificaciones directas a los dos últimos mundiales (Indianápolis 2002 y Japón 2006). Cuentan con un interesante grupo que combina experiencia en ligas profesionales de Europa y en la misma liga de Venezuela con jóvenes talentosos que se desarrollan en el baloncesto universitario de Estados Unidos. Cuentan con dos entrenadores que los conocen muy bien y saben como sacarles el máximo – Néstor Salazar y Nelson Solórzano. Llevan 6 semanas entrenando para tratar de colarse una vez más, pero no han tenido muchos partidos de fogueo y eso pudiera terminar pasándoles factura. Llegan a este torneo como el tercer mejor equipo del Suramericano del año pasado.

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