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Coleman pone el ejemplo en Seattle

JERSEY CITY -- El Super Bowl XLVIII será un partido histórico, y no sólo por las usuales razones de ser el primer campeonato de la NFL en un estadio al aire libre en clima frío, o por los hitos que puedan marcar Peyton Manning o Pete Carroll.

Será una noche histórica porque llevará a la cima del deporte estadounidense una de las historias más inspiradoras sobre cómo desafiar las probabilidades y sobrepasar limitaciones físicas en la figura de Derrick Coleman.

A sus 23 años, Coleman es el primer jugador legalmente sordo en formar parte de una ofensiva de un equipo de fútbol americano profesional como corredor de los Seattle Seahawks.

Fue víctima de las burlas desde pequeño, ya que se estima que su condición es congénita, habiendo perdido todo el sentido auditivo desde los tres años de edad sin ninguna explicación.

"Todos los niños se burlan de los demás y se mofaban de mí porque tenía que llevar un audífono. Algunas personas hasta hacían un esfuerzo para burlarse de mí y tuve que lidiar con eso", dijo Coleman durante el último día de disponibilidad a los medios de los Seahawks. "Hubo gente que me dijo que no podía hacer ciertas cosas, pero siempre tenía un gran sistema de apoyo a mi alrededor, mi familia y mis amigos siempre fueron un gran apoyo. Y soy un adicto a los deportes y ahí fue dónde desarrollé confianza en mí mismo. Amo a los deportes en equipo porque después de un día o dos todos olvidaban que tenía un problema de audición, y sólo jugábamos".

Toda su vida le habían dicho que debería renunciar a su sueño de jugar al fútbol americano pero con la ayuda de audífonos, una excepcional habilidad para leer los labios, gran talento e incansable perseverancia, Coleman se ha convertido en una gran fuente inspiración.

"Si alguna vez alguien me dijo que no podía tener éxito, nunca lo escuché", dijo Coleman. "Si alguien trata de decirme que no puedo hacer algo, y es algo que quiero hacer, entonces voy a dar mi mejor esfuerzo para intentar hacerlo. No importa tener éxito o no, sino dar todo de mí".

Tras una excelente carrera en la escuela secundaria y cuatro años en UCLA, donde registró 1,780 yardas y fue uno de los mejores jugadores de conferencia en equipos especiales en su último año, Coleman no fue reclutado en el draft de la NFL en 2012, pero jamás se dio por vencido.

Desafió todos los pronósticos al ganarse un puesto en el plantel de los Seahawks esta campaña 2013, y en su primer partido registró tres recepciones para 30 yardas, además de notoriamente anotar su primer touchdown en la NFL en un partido de "Monday Night Football" contra los New Orleans Saints.

Su inspiradora historia se dio a conocer a nivel nacional e internacional después de un emotivo comercial para las pilas Duracell que cuenta con más de 13 millones de visitas en YouTube, el cual revela cómo, contra todo pronóstico, logró su meta de jugar en la NFL.

"Una de las razones por las que hice el comercial con Duracell fue para inspirar a otros", admitió Coleman. "Queríamos decir que es posible lograr cualquier meta, independientemente del obstáculo que se tenga por delante. Tienes que confiar en tu fortaleza interior y eso es básicamente lo que he hecho. Lo más importante para mí era enviar un mensaje a la comunidad con problemas de audición, a los niños que comprenden lo que he vivido, y servirles como motivación. Nadie es perfecto. Yo uso un dispositivo auditivo, otras personas necesitan lentes, otros sufren de depresión. Todo el mundo sufre de algo, pero lo importante es no dejar que te limite, puedes lograr lo que desees".

Después que los Seahawks vencieran a los San Francisco 49ers en el Campeonato de la NFC para clasificar al Super Bowl, Coleman intercambió cartas con la niña Riley Kovalcik, que también tiene una discapacidad auditiva, y quien le escribió para decirle cómo su perseverancia la inspiró.

Esta semana, Coleman sorprendió a Riley y a su hermana gemela Erin, también con problemas auditivos, y les regaló dos boletos para el Super Bowl, donde serán invitadas especiales en el MetLife Stadium junto a su familia.

"Derrick Coleman es un chico extraordinario, sin importar qué problemas pueda tener", afirmó su entrenador en jefe, Pete Carroll. "Es una persona extraordinaria que les ha demostrado a las personas que tienen ese tipo de problema lo lejos que pueden llegar y cómo no hay límites. Es un gran chico y un gran jugador de fútbol americano también".

Y al fin y al cabo, la ironía de la historia de Coleman es que la discapacidad que quizás le ha restado oportunidades lo convirtió en un mejor deportista, con mayor enfoque, anticipación y percatación, y la razón por la cual jugará este domingo en el Super Bowl.

"No siempre considero mi discapacidad auditiva como una limitación o algo por el estilo", explicó el fullback. "Todo el mundo tiene problemas. Es sólo una de esas cosas que te lleva a prestar más atención y ahí es donde viene el trabajo duro. Es lo que me hizo lo que soy y lo que me llevó a estar donde estoy ahora".